Narra Dominic
El proceso civil de nuestra boda se llevó a cabo con éxito y sin ningún contratiempo, ahora solo queda hablar con todos, por eso decidí con anterioridad organizar una cena entre las familias, lo que no me esperaba era que la princesita testadura se molestara, tal vez crea que Joel estará presente y quizás le duela verlo, si es muy tonta la niña, aun enamorada de ese inútil.
La veo ir directo a la habitación furiosa y aprovecho el tiempo para organizar cosas de mi trabajo y del club que lo he tenido descuidado las últimas semanas. Llamo a Eliot y le pido que organice todo para ir hoy, luego le envió un mensaje a Baker para que le de descanso a Duck el día de hoy y luego voy a la oficina que tengo en el pent-house para llenarme de trabajo hasta que llega la noche sin darme cuenta de la hora.
− ¿no vamos a ir? – me pregunta la princesita caprichosa asomando su rostro por el marco de la puerta
− Dame un momento – solicito y luego cierro mi laptop para ir directo a la habitación, la cual ya está hecha un desastre.
− ¿siempre eres así de desordenada? – le pregunto molesto, pues soy fanático del orden y el aseo
− ¡Por lo regular! – responde inexpresiva mientras esta tirada en la cama revisando su celular.
− Vas a tener que pasarte para la habitación del lado – le ordeno molesto al ver ropa esparcida el en suelo y sus zapatos tirados
− Eres muy exagerado, solo es el vestido que me quite ahora y los zapatos me los pienso poner cuando salgamos, ese es todo el desorden que dices – responde con ira
− Encontraste una habitación ordenada ¿no…? – pregunto no esperando respuesta – tal cual la viste, tal cual la mantienes ¿entendiste? – espeto
− El apartamento es muy amplio, si no te agrada como soy, puedes irte tú a la habitación de huéspedes, total a mí me encanta esta – dice ella con euforia como si fuera una niña
− Entonces tendremos que dormir juntos, porque no pienso cederte mi cama, mis cosas, mi espacio y mi comodidad – vocifero
− No tengo problema, dormiremos juntos, total, tu no me gustas para nada y yo no te agrado – dice ella despreocupada
− Ok, si así lo quieres – responde asumiendo su reto
Voy directo al baño y me doy una ducha ligera, luego salgo con la toalla en mi cintura y puedo ver que me observa de reojo, dudo que me observe con deseo, pero si es el caso no me interesa, voy al armario y busco mi ropa interior, camino por los armarios buscando mi ropa, pero siento su mirada sobre mi
− ¿quieres algo de lo ves? – le pregunto por la molestia de sentir su mirada sobre mí, además que el espejo de la pequeña habitación del armario me deja ver como se fija en mi
− ¿no tienes nada interesante? – responde ella volteando su rostro haciéndose la desentendida, así que solo con el pantalón y mi pecho desnudo voy directo a ella la jalo de su brazo con fuerza y la obligo a pararse y chocar contra mi
− ¿Qué haces? – cuestiona nerviosa al verse tan cerca de mi
− ¿te gusto? – le pregunto
− ¿Qué dices…? – responde con sus ojos muy abierto y nerviosa
− ¿Qué si te gusto? – reitero
− No, no, eso jamás, no eres mi tipo – responde ella
− Si no es así, entonces porque me mirabas tanto, dime… ¿acaso quieres algo de mí, quieres intentarlo? – indago
Sin dejarla pensar la acerco más y comienzo a olfatear su cabello, ella huela a cítrico, paso mi nariz por sus mejillas encendidas y erizadas, dejo mis labios a unos milímetros de los míos, la siento jadear temblorosa y temerosa, pero también ansiosa, este preciso momento me excita y siento que mi amigo comienza a reaccionar, no puedo dejar que ella mueva mis emociones, eso sería fatal para este convenio.
− Tal vez mi primito no te dio lo necesario y buscar placer – susurro en sus calientes labios medio abiertos
− ¡Cretino! Eres un maldito imbécil, solo me paralice del asco – me pisa y hace que la suelte por el dolor
− ¡Eres una maldita niña, deja de actuar ya como una princesita y madura! – le regaño mientras levanto mi pie para menguar un poco el dolor
− ¿Siempre eres tan idiota? – me cuestiona mientras yo dejo escapar una pequeña sonrisa
− Normalmente soy jodidamente endemoniado, pero hay ocasiones en que, si soy un idiota, pero eso solo pasa cuando estoy rodeado de personas inmaduras y ridículas – respondo y ella me lanza una mirada asesina y yo me dirijo nuevamente al armario.
Termino de vestirme y la veo ponerse sus zapatos, ambos salimos hasta el estacionamiento donde Baker ya nos espera junto con el chofer. Me indica en clave algunos detalles del club y luego procedemos a ir a la casa del abuelo.
− Llegamos – le digo a Tessa al ver que no se mueve
− Si…, vamos – responde ella con retardo
La tomo del brazo y caminamos hasta la entrada, la volteo para que quede en frente de mí, paso mi mano por su suave rostro
− Todo estará bien – le tranquilizo
− Lo sé – responde aun temerosa
caminamos hasta el comedor en donde ya están todos, saludamos y procedemos a sentarnos, los empleados comienzan a servir la cena, comemos en silencio absoluto, Arlo y su esposa me observan furiosos, tal vez porque envié a su amado hijo al otro lado del mundo a solucionar un problema que yo mismo cree, claro que todo es para el propósito de mi plan.
− Bueno y ¿a qué debemos el honor de esta invitación? – pregunta el padre Tessa
− Mi estimado Wilson, creo que debemos esperar que los chicos nos den las buenas nuevas – responde el abuelo, pues es el único que sabe que me case el día de hoy
− Bueno, papa…, mama…, yo…, Dominic y yo – tartamudea Tess
− Señores Wilson con todo respeto quiero decir que amo a su hija, la amo con toda mi alma y no quiero vivir ni un minuto separado de ella, así que Tess y yo decidimos casarnos el día de hoy – respondo con fingida felicidad
− ¿Qué…? ¿pero cómo? – indaga su madre sorprendida
− Explícame ya mismo, Tessa Wilson que es todo este teatro – le grita su padre lanzando la servilleta furioso sobre la mesa
− ¿Cómo es posible? Ella y Joel… – reprocha Arlo
− ¡tu cállate! – le ordeno a Arlo que guarda silencio ante la mirada asesina de mi abuelo
− Papa, Dominic y yo nos amamos, deseamos estar juntos, quiero que lo entiendas, ya no soy una niña y puedo tomar mis propias decisiones – le responde temerosa Tess a su padre
− Nos vamos a casa ¡ya! – le ordena su padre
− Con todo respeto señor Wilson, Tess, es mi esposa ahora, ella vivirá conmigo a partir de hoy, entiendo su molestia, espero recapacite y nos apoye – le solicito casi suplicante cosa que detesto, jamás en mi vida he rogado por algo, pero todo este enredo me exaspera
− ¡vamos ya! – Will me ignora y le ordena a su esposa que se levante
− ¿pero cariño? – responde su esposa
− ¡vamos! – grita furioso
− Papa, por favor – le suplica Tess
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Comments
Diana Quintero
el padre de Tessa reaccionó muy mal, ante el matrimonio de Tessa y Dominic 😔😔
2024-04-07
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