CAP 14 Una orden

Karol solo observa por la ventana de la limusina, maravillada por el lugar, ya que apenas oscurecía y la ciudad despertaba en todo su esplendor, mientras Black no podía concentrarse y solo fingía usar su celular, pero la miraba a ella de reojo.

Marcos iba en silencio junto con ellos, pero al frente de los dos.

Marcos: ¡Karol!

—Mm mm— Ella lo mira mientras él saca un papel de su chaqueta negra de cuero.

Marcos: Esto es tuyo, creo que es muy importante. Para que lo lleves contigo. —Ella suspira y lo toma. Mientras Black solo los mira.

Karol: (solo lo mira). Lo leíste, ¿cierto? —Un poco intrigada y pensativa, ella lo había dado por perdido, pero ese papel era muy importante y siempre lo lleva con ella.

Marcos: Lo siento, no pude evitarlo. —Ella mira a Black, sentado a su lado, y él, igual de intrigado por ese papel que se veía un poco viejo, pero en su mirada había un rastro de tristeza. Para ella, mirar el papel de nuevo solo había silencio, mientras observaba las caóticas y hermosas calles de Las Vegas, llenas de gente; por algo le decían la ciudad que nunca duerme.

Karol: Es... una nota de despedida de mi mejor amigo, que se llamaba igual que tú... —Ella dejó un silencio, pero se podía sentir que le dolía hablar de él. Sus ojos estaban llorosos y no pudo evitar que una lágrima recorriera sus mejillas, que ella limpió, mientras Black intentaba secarlas, pero solo empuñó su mano, cuestionando esos sentimientos por ella. Él solo quería pensar en Nicole, pero desde que está Karol, no puede pensar en ella.

Karol le cuesta hablar de su amigo, porque esa herida aún dolía.

—Él... se suicidó —Ella solo mira por la ventana, recordando que la madre de Marcos le entregó la nota; era lo único que había escrito antes de morir. Era su forma de agradecerles por su amistad. Todos quedan en silencio. Black no deja de verla a través del vidrio de la limusina, un poco perdida, mientras el papel sigue en su mano. Hasta que un crujido del estómago de Karol se escuchó. Ella los mira un poco apenada.

Black: ¿Tienes hambre? ¿Por qué no comiste en el jefe? —mirándola.

Karol: ¡Negro! ¿Y arriesgarme a que la escoba con patas me escupiera la comida? No, gracias. —Black toma su celular y pide que tengan lista la comida y unos medicamentos recetados a Karol por el médico. Pasó un lapso de diez minutos y se detuvo en un gran casino, Black King. Ella, al ver ese nombre, se acordó de Damián, que dijo que venía de ese lugar; ella sabía que había varios casinos con ese nombre. En su mente se preguntó si Black tenía que ver con lo que le pasó ayer. Un hombre les abre la puerta y Black toma la mano de Karol para salir, y detrás, Marcos, mientras una fila de hombres se inclinaba al pasar. Black caminaba suave porque sabía que a Karol le dolía su pie. Ella observa el poder de Black.

Hasta entrar y observar todo el lugar lleno de elegancia y lleno de personas apostando y jugando. Mientras Black caminaba con ella de la mano y era seguido por hombres, hasta los empleados se inclinaban ante él, solo con una aura de superioridad y sin expresión en su rostro. Hasta llegar al ascensor, para subir y entrar en una gran oficina. Para hacerla sentar en la mesa. Enseguida, una mujer viene con varias bandejas de comida y las pone frente a ella.

Black: Come y toma tus medicamentos. Mis hombres te vigilarán, cuida lo que haces. —se va con Marcos y ella queda rodeada de varios hombres, mientras lo imita burlándose de él. Ella solo disfruta de la comida, devorando todo, feliz por el hambre que tenía, pero por uno de los vidrios lo observa hablar con un hombre y empieza a discutir algo. Marcos le pasa una tablet donde observa algo que muestra que está enfurecido, casi a punto de golpear al hombre. Karol solo observa, aunque no pueda escuchar nada, por el vidrio, mientras observa a Black, pensando en lo guapo que se ve con esa camisa azul turquesa y ese pantalón en un tono más oscuro, recorriendo sus brazos tatuados. Se limita a comer y a tratar de descifrar lo que sucede. Había pasado un tiempo. Karol ya había terminado de comer y había tomado sus medicamentos cuando ve salir a Black, furioso, con un bolso en la mano.

Que se lo entrega a uno de sus hombres, al instante que Marcos se acerca a Karol y le pide que los acompañe, ella se para y los sigue sin preguntar, porque el ambiente no está para hacer preguntas. Ella sigue observando todo, pero esta vez no usan el ascensor, sino unas escaleras del lado contrario del ascensor. Black está furioso y solo ella y Marcos se miran mientras son seguidos por más hombres; solo bajan las escaleras que tienen poca luz. Karol baja como puede, hasta llegar a un pasillo y uno de ellos se adelanta para abrir la puerta a Black. Para todos entrar, y para Karol observar a un hombre atado en una silla, un poco golpeado.

Lo que ella jamás pensó, sucedió. Black le pide el arma a uno de sus hombres, el sujeto se la entrega para quitarle el seguro y caminar hacia Karol sin ninguna emoción en su rostro.

Al estar cerca de ella y ver esos ojos de color ámbar llenos de intriga, que solo lo miraban sin saber lo que venía.

Black: Mátalo. — Entregándole el arma a Karol, quedó desconcertada por la petición de Black. Que solo lo mira mientras esas palabras se repetían en su cabeza.

—Toma la maldita arma y te ordeno que lo mates. — Ella mira al hombre en la silla, golpeado, atado y amordazado, para mirar a Black fríamente.

Karol: ¿Por qué haría tal cosa?—

Black: Porque yo te lo ordeno. —Ella da un paso hacia él, para tomar el arma y caminar hacia el hombre, verlo a la cara, para mirar a Black y caminar hacia él.

—No lo haré. Dime qué hizo para merecer morir. — Solo se retaban con la mirada.

Black: No tengo por qué darte explicaciones. Tú me perteneces y si yo te doy una orden, tú obedeces y punto. No se me olvida que ayer mataste a cuatro de mis hombres. Ahora tú debes pagar por eso y hacer su trabajo. — Karol se ríe fríamente, pues despertó su lado más psicópata. Ella le apunta al hombre, él se sonríe ladinamente complacido, pero de un momento a otro, ella apunta a Black.

—No lo haré... ¿Qué pasaría si yo te mato a ti? — Los hombres de Black intentan intervenir, pero Marcos les dice que no. Black solo se acerca, quedando el arma a la altura de su pecho, mientras ninguno de los dos cedía...

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