CAP 13 Besó

Ambos estaban perdidos por ese beso. Karol tenía en su punto al Negro, cuando fue interrumpida porque alguien tocó la puerta. Ella se detuvo al escuchar, pero él la tomó por el cuello para besarla de nuevo. Sin embargo, la puerta sonó de nuevo, lo que hizo que Karol se bajara de él y Black se levantara con dolor en su entrepierna al ver a la aeromoza al abrir la puerta. Al verla, se le quitó la sonrisa al notar la forma en que él la miró, tanto así que tembló.

—Sr. Black, el piloto le pide que se encuentren en sus asientos, estamos por llegar en minutos a nuestro destino, por su seguridad —dijo ella, tragando saliva. Black la ignoró mientras salía con rabia para tirarse en el asiento y mirar a Marcos.

Black: Quiero que despidas a esa mujer. Si la vuelvo a ver, le meto un plomo por el trasero o la lanzo del avión —dijo con fastidio, mientras cubría un poco su erección, aún sintiendo esos besos de Karol, negándose a aceptar que ella lo tiene loco... se preguntaba qué tiene ella que lo trastorna. Mientras, Marcos movía la cabeza aceptando la orden, pero escondiendo una sonrisa por la situación de su jefe. Karol no ha salido desde que la dejó en la cama, pero decide buscar su celular para revisar algo, aunque no lo encuentra.

Maldice internamente por caer en el juego de Karol, que camina hacia la habitación, pero ella no está. Él empieza a buscar y lo encuentra en las sábanas. Lo revisa y no hay nada inusual en él, pero lo toma y ella sale del baño cojeando. Ella lo mira, le guiña el ojo y le sonríe. Él solo la mira serio y vuelve a su asiento. Ella lo sigue sonriendo con astucia..

Flashback

Karol y él se besaban con deseos a flor de piel, mientras luchaban por cuál lengua domina. Karol aprovecha para voltearlo y quedar encima de él, lo besa con deseo y, mientras besa su cuello, él se pierde. Ella mete las manos en su pantalón, saca el celular y lo deja en la cama, entre las sábanas. Logrando su objetivo, disfruta de ese último beso, que es interrumpido por la aeromoza. Él se va y ella aprovecha para tomar el celular y hacer una llamada; ella sabe que debe actuar rápido, antes de ser descubierta. Ella desbloquea su celular con su patrón de bloqueo, que había descubierto en el auto, así lo desbloquea y llama a la inmobiliaria para saber cómo está su proceso. La adrenalina se sentía hasta que la persona contestó.

—Hola, Arturo, asesor de bienes raíces de la inmobiliaria Nueva Esperanza.

—Arturo, soy yo, Karol. No tengo tiempo, solo quiero saber si la casa ya fue vendida —dice en tono bajo.

—Sí, te ha estado contactando desde ayer y no he podido. La casa ya fue vendida y el dinero se deposita en un periodo de tres a cuatro semanas —dice el hombre al otro lado de la línea.

—Ok, yo me volveré a contactar contigo apenas pueda y te enviaré un contacto, porque me lo robaron. Gracias por el dato —responde Karol. Ahora, Karol tenía el tiempo justo para borrar la llamada. Mientras tanto, Black se dio cuenta de que no tenía su celular consigo. Cuando empieza a caminar hacia ella, logra tirarlo en la cama y sale hacia el baño, pero antes de llegar se encuentra con la aeromoza. Karol la mira con superioridad y un tanto de arrogancia, de los pies a la cabeza, y se burla de ella, usando su mano para arreglar su cabello, para que la mujer vea el anillo con el gran diamante en su dedo. Tal gesto hace sentir inferior a la mujer, que solo se va.

Mientras Black abre la puerta de un solo golpe, para encontrar la habitación vacía y buscar su celular. sale con el, mientras busca a Karol, para encontrar saliendo del baño, ella al verlo lo guiña el ojo, el solo la mira sin expresión, mientras ella lo sigue hasta sentarse en la cómoda silla, para ponerse el cinturón de seguridad, mientras cierra sus ojos y siente su mirada en ella, que hace sentir una sensación en el estómago, sabía que debía esperar periodo de un mes y aguantar como pueda para recuperar su vida y empezar desde cero, pues empezaría las veces que sea necesario, mientras haya vida, salud y fuerza interior lo demás viene con añadidura.

Mientras Black abre la puerta de un solo golpe para encontrar la habitación vacía y buscar su celular, sale con él mientras busca a Karol, quien aparece saliendo del baño. Al verlo, ella le guiña el ojo; él solo la mira sin expresión, mientras ella lo sigue hasta sentarse en la cómoda silla para ponerse el cinturón de seguridad. Ella cierra los ojos y siente su mirada en ella, lo que provoca una sensación en el estómago. Sabía que debía esperar un periodo de un mes y aguantar como pudiera para recuperar su vida y empezar desde cero, pues comenzaría las veces que fueran necesarias; mientras haya vida, salud y fuerza interior, lo demás vendrá por añadidura.

Mientras siente una breve turbulencia hasta que el avión se detiene, ella se levanta, pero Marcos va a ayudarla. Sin embargo, con un leve gesto de Black, Marcos da un paso hacia atrás, y él la ayuda a hacerlo. Ella logra bajar y observa el lugar. Él recibe una llamada y se aparta un poco, mientras ella camina con Marcos.

Karol: ¿Dónde estamos? —Intrigada.

Marcos: ¿Tú quieres que me mate o qué? ¿Cómo se te ocurre hacer eso? —Eso le causa una risa a ella.

Karol: Esa era mi intención, pendejo... —Él solo la mira, volteando los ojos en blanco, para sonreír al final. Por alguna razón, ellos sienten esa conexión como si se conocieran desde hace tiempo.

Marcos: Estamos en Las Vegas, es una parada rápida para luego ir a nuestra ciudad de origen, Italia. Aquí vinimos a arreglar un problema. Se suben a una limusina. Karol está sorprendida, pero disimula, al instante que él viene con un plan en mente, sin pensar que todo puede salir al revés. Ellos se suben a la limusina, escoltados por otros que los siguen; la tensión era palpable, o más bien el deseo. Él no podía olvidar esos besos, pero tampoco pensaba dejar que ella tuviera algún poder sobre él...