Tiempo antes...
El hombre que estaba inconsciente, alerta a todos para informar que la chica se había escapado, comenzando una persecución por ella por todo el hotel. Él mismo se levanta como puede, un poco adolorido por el golpe en su cabeza, para ver a su jefe, quien lo encuentra atado y amordazado en el piso de la suite. Al notarlo, va hacia él para liberar a Black. Él se levanta del suelo, lleno de ira y frustración, tomando al hombre que lo había desatado por el cuello, haciéndolo temblar del susto, tanto que se le encogió el pipí.
Black: DIME QUE LA TIENES.— Con frialdad y sin expresión en su rostro, sigue sujetando el cuello del sujeto. Él solo puede mover su cabeza, diciendo que no.
Entra Marcos rápidamente para informarle. Al ver a Marcos, suelta al hombre que aún tenía sujetado, empujándolo bruscamente, haciendo que caiga en el piso para ir hacia Marcos.
Black: ME PUEDES... ¿DECIR CON QUIÉN MIERDA ME CASASTE?— Con ganas de matarlo, cuando le iba a responder, entran otros de sus hombres, que están golpeados y un poco nerviosos, también para darle la información a su jefe.
SR. Black, lo siento, no pudimos atraparla. La chica se sabe defender y le disparó a Luis, además mató a Miguel. Tratamos de alcanzarla, pero no pudimos; igual dejó golpeados a varios de nuestros hombres. —Dando un paso hacia atrás mientras Black se pone las manos en la cintura y trata de respirar para no matar a sus hombres y a Marcos.
Suspira y se rasca la cabeza mientras los mira con ganas de asesinarlos.
Marcos: Lo siento, jefe. Cuando la vi, pensé que era una simple mesera, pero llegó la información completa de ella. Ya sabía que era de nacionalidad colombiana por su documento, pero la chica era policía, perteneciente a la Policía Nacional de Colombia. —Mirando a su jefe sin moverse de su sitio. Black camina hacia él y lo toma por el cuello de su camisa.
Black: ¡¿Me estás queriendo decir que me casaste con una maldita policía?! ¡Estás loco o qué te pasa, o quieres morir hoy! —Para soltarlo a empujones y golpear una de las paredes de la rabia, tratando de no matar a Marcos.
Marcos: En mi defensa, es una ex-policía. —Dice Marcos, tratando de componer su camisa que quedó arrugada.
Black: Quiero que me den un arma. Y alisten todo, vamos a ir hacia allá. Juro que si ese desgraciado llega a tocarle un maldito pelo a ella, no le alcanzará la vida para lo que tengo pensado hacerle. De por sí, lo tenía entre ceja y ceja por lo que estaba haciendo. —Recibiendo el arma para llevarla en su mano, camina hacia el ascensor con un aura de furia. Sus hombres lo siguen hasta bajar y salir del hotel, encontrando las camionetas ya listas para subirse en ellas, sin dirigir palabra alguna.
Al subir a la camioneta, Black siente rabia por todo lo que ha pasado, pero las imágenes de la chica besándolo no salen de su mente; era algo que no podía evitar al recordar la forma en que ella lo besó y lo que generaba en él, algo que jamás había sentido. Marcos se sube junto a él, pero no se atreve a dirigirle la palabra.
Lo que ellos no sabían era el desmadre que se encontrarían en la casa de Karol, y tampoco sabía que, al llegar ellos, Karol saldría por el lado contrario. Al bajar, Black abre la puerta, dejando salir el enojo que lleva. Así que sale del auto, tirando la puerta con ira, para ver la puerta medio abierta de la casa y sangre en la entrada. Les resulta extraño que la camioneta de Damián no se encuentre ahí; sus hombres empiezan a entrar a la propiedad armados y listos para cualquier cosa, pero al entrar ven toda la casa desordenada, cosas rotas y sangre por todas partes, dos hombres tirados en el piso y uno ayudando a Damián con una herida en el abdomen...
Mientras sus manos están manchadas de sangre, Black entra y se encuentra con la escena, caminando hacia el hombre que ayudaba a Damián con su herida. El sujeto, al ver a Black, se arrodilla enseguida delante de él.
Damián trata de levantarse, pero no puede por la herida. Black se dirige al hombre que ya se ha arrodillado frente a él, lo mira fríamente, sacando el arma y quitándole el seguro; el hombre palidece al instante.
Black: Te daré solo una oportunidad. Más te vale que hables y no me mientas. Porque no sabes las ganas que tengo de matar a alguien hoy. —Se agacha sosteniendo el arma frente al hombre, y este solo lo mira con su voz temblorosa.
— Sr. Black, nosotros venimos aquí a cobrar una apuesta, pero todo se salió de control cuando llegó la chica. Intentó negociar con nosotros, pero el Señor Damián se negó; dijo que solo la quería a ella para su cama y que si se portaba bien, sería su mujer... —Black, al escuchar eso, siente rabia, solo con pensar que otro hombre toque a su mujer. Mira al hombre fríamente y mueve el arma en círculo en el aire, para que continúe.
— Ella le ofreció pagar su deuda, que le diera un plazo, pero él se negó... Señor Damián nos pidió que nos lleváramos a la chica, así lo hicimos... Lo intentamos, pero la chica se puso como loca y se defendió; en un solo instante derribó a mi compañero y le estrelló la cara contra el piso varias veces. Intentamos controlarla, pero no podíamos... Así que cayó al piso y empezó a recibir golpes hasta que logró coger el arma y dispararle, matando a otro de nuestro compañero, y a mí me estrelló la cabeza contra la pared. Quedé inconsciente; lo siguiente que recuerdo es levantarme y encontrar al Señor Damián herido y que ella ni su padre estaban. Es lo único que sé, señor... ¡Por favor, se lo suplico, no me mate!... Yo solo seguía órdenes. —Black se levanta y lo mira.
Lo hiciste bien— tocando su hombro. Cuando el hombre suspira, Black le dispara en la cabeza, cayendo el cuerpo del sujeto al instante.
Black se dirige hacia Damián, que tiene su mano en el abdomen, sangrando por su herida. Él, al verlo, trata de levantarse, pero no puede. Black solo observa, para posicionarse frente a él.
—DIME QUÉ LE HICISTE A LA CHICA— sin mostrar ninguna emoción en su rostro. Damián lo mira mientras sonríe con sus dientes perfectos.
Damián: Esa perra me las va a pagar... Mató a mis hombres e intentó matarme a mí. Si no fuera por su padre, que se atravesó, esa perra estuviese muerta... Lo único que lamento es no poder disfrutarla en la cama, ni cobrarme la apuesta, Sr. Black, pero apenas me recupere, iré por esa perra.— Black se agacha al frente de él, sin soltar el arma, pero con él pretende hacer mucho más, porque matarlo de un tiro es algo muy simple para él.
Black: Sabes que has cometido el peor error de tu vida, que te has medido con mi mujer... Ella es la señora Black. Por ende, todo hombre que se atreva a tocarla o solo mirarla, que no sea yo, le costará su vida. Nadie toca lo que me pertenece y tú lo has hecho. Incluso intentaste aprovecharte de mi mujer, así que no hay escapatoria para ti, mi querido Damián. Por si te tenía entre ojos... ¿por qué crees que no sé lo que haces en mi negocio? Sé todo lo que estás haciendo. Pero ahora pagarás un alto precio por tus actos.— Se levanta y mira a sus hombres...
— Llévense a está basura y prepárenlo para mí. Quiero que limpien este basurero y no dejen nada. quiero que cada hombre la busque por toda la ciudad y si es preciso den dinero, pero quiero a mi mujer.— Con autoridad
En ese instante entra Marcos con una tablet en la mano
— Jefe, hemos localizado el auto de Damián y sus hombres, sé encuentra en un hospital no muy lejos de aquí— Black al escuchar eso le entrega el arma a Marcos mientras los hombres toman a Damián para llevárselo y empiezan a limpiar todo; Black se sube a la camioneta rumbo hacia el hospital sola la quiere ver y al mismo tiempo matar, era algo raro tiene menos de 12 horas en su vida y la ha vuelto patas para arriba. Hasta que visualicen el auto en la cera, Black no espera ni que el auto se detenga, para salir de él y tirar la puerta con fuerza y entrar al hospital como si fuera de su propiedad. Mirando para todos lados buscándola, hasta entrar a la sala de espera y visualizarla, pero al verla él se dirige hacia ella sin pensarlo.
—¡CREES QUE PUEDES ESCAPAR DE MÍ!— Gritó, pero el lugar estaba tan solitario que sus palabras producían un eco en todos los sitios. Ella, al escuchar, se sobresaltó, levantándose y dando un paso hacia atrás, mientras que él solo la observaba. Lo lastimada que estaba era evidente: tenía heridas en sus pies y el cuerpo lleno de hematomas, su cabeza con sangre ya seca, y sus manos, al igual que su ropa, estaban manchadas de sangre. Él caminó hacia ella sin expresión. Karol se sentía tan débil que ni siquiera trató de correr, solo pronunció una palabra.
—Negro— dijo con un hilo suave de voz, para desvanecerse y que Black la alcanzara en sus brazos. Sintiendo la angustia y el deseo más grande de protegerla y sanar todas sus heridas, y no dejar que nadie la volviera a tocar, la cargó en sus brazos y gritó pidiendo ayuda...
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Comments
Gilda Herrera
Deberías de haber matado a Damián no el guardaespaldas te dijo lo q había pasado el manchado fue Damián y Karol es y va a ser un grano en tú culo jajaja jajaja jajaja jajaja
2025-03-27
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Eliana
Esos amores salvajes 🤭 ke viva el masokismo.... 😆 Se juntó el hambre y la necesidad 🤣🤣🤣
2025-03-09
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Valentina Rocha
ayyy que emoción!!! estoy al borde del infarto!!
2025-03-11
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