Reconocer y descubrir

Todo el salón quedó en silencio, nadie se atrevía a hablar.

-- Nisha, sabes que mi esposa y yo confiamos en ti, explícanos qué pasa y de dónde salió esa niña-- Dice el emperador.

-- Su majestad, el día de ayer, Romer y yo salimos al balcón para tomar aire, de repente, escuché sollozos, al fijarnos encontramos a esta niña con heridas en las piernas llorando-- empezó a contar Nisha.

-- Y no viste que tenía cuernos?-- La interrumpe el emperador.

-- Si majestad, pero no me importaba en ese momento, solo sentí el impulso de querer protegerla e ignoré los cuernos de ella, le curé las piernas y me la llevé-- Contestó Nisha.

-- Y tu Romer, por qué no la detuviste?-- Le pregunta el emperador a Romer.

-- Lo intenté, pero no pude evitar querer ayudar a una niña tan pequeña y tierna, además de que no estaba seguro de que fuera un demonio, sus cuernos no se parecen a los que enfrenté en la guerra-- Dice Romer.

-- Y como estás tan segura de que no es un demonio?-- Le dice el emperador a Nisha.

-- Su majestad, se sabe que los demonios tienen cuernos con puntas hacia arriba y solo son dos formaciones simples, como las de los toros, pero lo de ella, como bien puede ver, tienen forma de rama y tiene algo así como pequeñas formaciones con forma de flor-- Contesta Nisha.

El emperador, para corroborar lo que ella dice, manda a llamar al sumo sacerdote para que le aclare todas las dudas.

-- Padre, no hace falta llamar al sumo sacerdote, está más que claro que miente, no existen los dragones, solo son cuentos para niños-- Dice León, de manera altanera.

-- Tu cállate, no sabes nada-- Le dice Romer.

-- Ya basta los dos-- Dice la emperatriz, ya harta de verlos pelear por todo y replanteandose si dejará que León vaya con Nisha a la escuela de caballeros.

Media hora después, llega el sumo sacerdote.

-- Bienvenido, sumo sacerdote, disculpe que lo haya hecho venir tan repentinamente-- Dice el emperador.

-- No es ningún problema para mi, Majestades, pero, dígame, para qué me mandó a llamar?-- Dice el sumo sacerdote.

-- Me alegra que no le moleste, pero, por favor, podría decirnos que es la pequeña niña? Si es un demonio, como dice León, o bien es un dragón, como dice Nisha-- Le dice la emperatriz al sumo sacerdote.

Al ver a Nisha, este se acuerda de inmediato de la pequeña niña de la mañana y cuando la ve, se gira hacia los emperadores.

-- Sus Majestades, como bien dice Lady Nisha , esta pequeña niña es un dragón oriental al que le han sellado los poderes-- Dice el sumo Sacerdote.

León estaba que le hervía la sangre, no sabía como es que ellos tenían tanta suerte de que él nunca los podía hacer ver mal.

Los emperadores estaban sorprendidos, nunca habían escuchado hablar de los dragones orientales.

-- Los dragones orientales tienen alguna diferencia con los que nosotros conocemos?-- Pregunta la emperatriz.

-- Según sé, en oriente los dragones son adorados como criaturas celestiales y estos son físicamente distintos a los que conocemos, los orientales poseen un cuerpo parecido al de las serpientes, no tienen alas y suelen ser mucho más calmados con los humanos, también son considerados las criaturas más sabias-- Contesta Nisha.

-- Eso es imposible, los dragones son criaturas del infierno-- Dice León.

-- Su majestad, por favor respete las culturas extranjeras-- Dice Nisha.

-- Ya basta, si el sumo sacerdote dice que no es peligrosa la niña, es porque no lo es, así que ya se pueden ir-- Dice el emperador, ya cansado de eso.

Nisha y Romer se estaban por retirar cuando la emperatriz les pidió que fueran con ella, estos la siguieron y pronto llegaron al jardín privado de la emperatriz.

-- Su majestad, para qué nos trajo aquí?-- Pregunta Romer, con desconfianza.

-- En realidad quería disculparme personalmente por los problemas que les ocasionó León-- Dice la emperatriz mientras llegaban a un lugar con sillas y una mesita.

La emperatriz se sentó y les pidió a ellos que se sienten, al sentarse, la emperatriz mandó a una sirvienta a traer té y galletas, al esta irse, la emperatriz le pidió disculpas a Nisha y a Romer por el comportamiento de León, Romer no le dió mucha importancia, no le interesaba escucharla, pero Nisha, aceptó las disculpas sinceras de su majestad con una sonrisa.

-- Me gustaría también aclarar las cosas sobre lo que pasó hace años-- Empezó a decir la emperatriz.

Romer se molestó por esto, ya no quería escucharla, pero Nisha lo detuvo antes de que pudiera irse y le pidió que haga las pases con ella, Romer accedió y decidió escuchar lo que tenía que decir la emperatriz.

Su majestad les contó que había sido obligada a casarse con el emperador a temprana edad, ella no quería hacerlo, amaba a otra persona, pero a sus padres les importaba más ser parte de la familia real que los sentimientos de su hija, al año de casarse, el emperador trajo a la madre de Romer, ella estaba feliz, de hecho, le quería pedir al emperador que se divorcien una vez que la madre de Romer de a luz, pero su familia no estaba contenta con que el emperador tuviera una concubina, se notaba a lo lejos que de verdad la amaba y que la emperatriz no le interesaba, por su parte, ellas se habían hecho amigas, puesto que ella nunca vió a la madre de Romer como a una enemiga, así que se llevaban muy bien, pero eso no le importó a su familia y su hermano provocó que la madre de Romer falleciera, después de eso, en su funeral, ella se la pasó llorando y sin querer que nadie se le acercara, su familia, en cambio, estaba feliz, se habían deshecho de una molestia, la emperatriz, cuenta que después de eso, ella se encargó de hacer que su familia pague por lo que hicieron, mandando a todos sus familiares a la cárcel, y a sus hermanas las mandó a burdeles, ella no quiso acercarse a Romer cuando este era pequeño porque sentía que había sido su culpa lo ocurrido, ella sabía que él la odiaba, por eso quería disculparme en nombre de su familia por hacer que él perdiera a su madre.

Las palabras de su majestad hicieron que Romer reflexione sobre cómo la había tratado en todos esos años, ahora entendía el porqué su padre siempre la defendía y el por qué cada vez que León lo molestaba y él lo golpeaba, lo regañaba más a León y a él solo le pedía que tuviera paciencia, ella quería que él viviera libre, algo que ella no pudo hacer, por eso se oponía a que él fuera el emperador, para que él no estuviera obligado a casarse.

Él empezó a llorar después de escuchar las palabras de ella, su majestad también empezó a llorar y se dieron un gran abrazo, Nisha, por su parte, ahora entendía el por qué de que en la novela originar no la mencionaran tanto, puesto que en realidad era la que más había sufrido, la privaron del amor, de la amistad, de su libertad de elección, por eso ella no se metía en los problemas relacionados con sus hijos en la novela original.

Después de esa reunión, el pelinegro y la peliazul se fueron, a todo esto, Sofía estaba dormida, así que no escuchó nada de lo que hablaron, cuando estaban volviendo, Nisha le pidió a Romer que la lleve a su casa para buscar algo, este aceptó y la llevó a la casa de sus padres.

Al llegar, Nisha es recibida por sus padres y estos preocupados le preguntaron por qué no había vuelto a casa anoche, ella les cuenta todo lo ocurrido, excepto el encuentro con la emperatriz y sus padres, al ver a Sofía, que ya estaba despierta, se quedaron maravillados con la ternura de esta, sus cachetes regordetes y apretables, además de su carita toda tierna los hizo amarla enseguida, estos le agradecieron a Romer por tratar bien a su hija y por ayudar a una niña tan tierna, este, que había vuelto a su papel de chico malo, les pidió con sarcasmo que como pago por sus acciones le den la mano de su hija, pero Nisha lo detuvo y se lo llevó, dejando a Sofía con sus padres, los cuales la llevaron para comer unas galletas.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***