La niña

León miraba la escena con rabia, se suponía que Nisha se sentaría con él, pero fue a sentarse con su hermano.

El emperador miraba como Romer actuaba como un niño pequeño frente a Nisha, le hacía recordar todas las veces que su hijo actuó maduro frente a él, pero notaba que este sólo fingía serlo, lo que lo entristecia, ya que notaba que romer le tenía resentimiento por lo de su madre, por lo que decidió que después de la fiesta hablaría con Nisha.

Cuando todos los invitados terminaron de comer, empezó el segundo baile, donde Romer invitó a bailar a Nisha, ella a aceptó y el baile comenzó, la peliazul y el pelinegro se robaron todo el show, todas las miradas se posaron en ellos, parecían una pareja hecha por el cielo, sus movimientos conbinados con el vuelo que alzaban sus prendas hacia que portarán gran elegancia.

Ambos disfrutaron ese momento, sentían que eran los únicos en ese lugar, mientras que León miraba con odio a su hermano, le había robado la chica, los emperadores también empezaron a bailar, lo que sorprendió a todos, ya que a la emperatriz no le gustaba bailar, sin embargo, el baile de Nisha con Romer la animó a bailar, ella consideraba a Romer su propio hijo, pero no se atrevía a hablarle, sabía que él no la aceptaría debido a lo que hizo su hermano, ella estaba dolida aun por la muerte de la madre de Romer, a quien consideraba una amiga, ella consideraba que la madre de Romer, Laina, hubiera sido mejor emperatriz que ella, debido a la gran cantidad de buenas ideas, pero debido a que Laina era hija de un conde y la madre de León, Suan, era hija de un duque, la obligaron a casarse con Lucas, el emperador, ella amaba a otro hombre, pero nunca pudo estar con él y Laina si amaba al emperador, pero su hermano le trajo desgracia a ese romance, por lo que se culpaba, a pesar de que el emperador la consolaba diariamente.

Al terminar el baile, Nisha y Romer salieron al balcón a tomar aire, ya afuera.

-- Te quiero preguntar algo-- Le dice Romer a Nisha.

-- Adelante-- Dice Nisha.

-- Por qué estás conmigo? Pensé que te gustaba mi hermano-- Pregunta Romer, algo molesto.

-- jajaja, es gracioso que pienses así, la verdad nunca me interesé en León, a él lo veo como un conocido, más que otra cosa, pero ahora solo lo veo como el príncipe, pensé que de verdad se preocupaba por todos, pero resulta que solo se preocupa por él-- Contestó Nisha, apoyándose en el barandal del balcón, mirando al cielo nocturno.

Romer la abrazó por detrás y le susurró.

-- Gracias por elegirme para bailar contigo-- Susurró el pelinegro, apoyando su mentón en el hombro de Nisha, quien solo apoyó su cabeza en la de él y le pidió perdón por pisarle la entrepierna.

Romer le dijo que no se preocupe, que ya se recuperó; pero, en ese momento, se escucha un sollozo, este provenía de los arbustos, cerca del palacio, al revisar, se encontraron a una niñita pequeña, no parecía tener mas de 10 año, estaba lastimada en las piernas y sangraba mucho, estaba muy desarreglada y llena de tierra, además de que parecía que había corrido mucho por como respiraba agitada, al querer acercarse Nisha, Romer la detuvo, al esta preguntarle por qué la detiene si es solo una niña lastimada, a lo que el archiduque le dice que mire bien la cabeza de la niña, al fijarse ella, vió que la niña tenía unos cuernos, pero a Romer le parecía extraño la forma, ya que los de la niña eran como ramas, pero Nisha, conociendo múltiples leyendas de seres con cuernos, se dió cuenta de que podría ser un dragón asiático, pero no le dijo a Romer, simplemente saltó del balcón y fue a donde estaba la niña; al verla, la niña se asustó, pero Nisha le dijo que no le haría daño, que por favor no le tenga miedo, la niña, aún con miedo, se acercó a la peliazul, que usó magia curativa para sanar sus piernas, ante esto, la niña la abrazó y Nisha la alsó en brazos y la consoló, en eso llega el archiduque, que, al ver que ella tenia en brazos a la niña, le dijo que se alejara de ese demonio, pero ella no se separó de la niña y le dijo que no era un demonio, para luego dirigirse a la entrada del palacio, Romer no estaba seguro, pero acompañó a Nisha de vuelta a su casa.

Ellos estaban siendo vistos por la emperatriz, quien estaba feliz de que hubiera alguien que dome a Romer y lo controle de que no mate a cualquiera.

Cuando se estaban por ir, León aparece y se les acerca, notando la niña en brazos de Nisha, este pregunta quien es la pequeña, pero la peliazul y el pelinegro le dicen que la encontraron llorando entre los arbustos del jardín del palacio, pero se cae la tela que cubría los cuernos de la niña y al verlos el príncipe se asusta y llama a los guardias, pero antes de que estos lleguen, Nisha y Romer se van a la casa del pelinegro que está en las afueras de la ciudad.

Ya en la casa, Nisha baña a la niña y le pone ropa nueva, ella se sorprende de que Romer tenga ropa de niñas, pero este le dice que no tenga ideas equivocadas, su hermana le deja a él toda la ropa que no usa desde que tiene 6 años y le prohíbe tirarla, la última vez que tiró la ropa que le dejó ella, esta tiró todas las espadas de él al río, así que ni tiene más remedio que guardarlas.

La niña, por su parte, se sentía rara con su vestido nuevo

Se veía supertierna con el vestido, Nisha estaba que moría de la ternura, Romer no fue la excepción, cayó rendido por su ternura.

-- Señorita, está bien que yo use estas ropas?-- Preguntó la niña, muy tímida.

-- Por supuesto que si pequeña, puedes usar las que quieras-- Dijo Romer, esa niña le había robado el corazón con su ternura.

-- Dime pequeña, como te llamas?-- Le pregunta Nisha a la pequeña.

-- No tengo nombre, siempre me llaman monstruo, demonio o desgracia, por lo que no tengo un nombre-- Contestó la pequeña.

Nisha escupió sangre, no podía creer que la llamaran así a una niña tan tierna, era inconcebible.

-- Entonces que te parece que te elijamos un nombre?-- Pregunta Nisha.

-- E-eso esta bien?-- Pregunta la niña.

-- Claro que sí, obvio si tú quieres, no te formaremos si tú no quieres-- Contesta Romer.

-- Claro que quiero!-- Dice la pequeña, emocionada y nerviosa.

-- Bien, entonces, mmmm...-- Se quedó pensando Romer.

-- Que te parece "Sofía"? Significa "la que porta sabiduría"-- Dice Nisha.

-- De verdad está bien que yo tenga un nombre tan bonito?-- Pregunta apenada la niña.

-- Claro que sí, pareces una chica inteligente, por lo que es un nombre perfecto para ti-- Contesta Nisha.

-- Es verdad, es bueno, te sienta bien-- Agregó Romer.

-- Sofía, portadora de la sabiduría, esta bien, lo acepto-- Dice la niña, ahora Sofía, emocionada.

-- Bien, decidido, a partir de ahora, te llamarás Sofía-- Dijo Romer, acariciando su cabeza.

Rato después, Sofía ya estaba dormida y el pelinegro y la peliazul estaban en la sala tomando un té.

-- Que crees que sea ella?-- Le preguntó Romer a Nisha.

-- No lo sé, pero sé que no es un demonio-- Respondió Nisha.

-- Mañana llamaré al mago de la corte, él nos dirá si es un demonio-- Dijo el archiduque.

-- Está bien, pero te aseguro que no es un demonio-- Dijo Nisha.

-- Que te hace pensar eso?-- Preguntó curioso Romer.

-- Hace tiempo, mientras paseaba por la ciudad, escuché a un extranjero contar sobre los dragones orientales, estos no se parecen en nada a los que nosotros conocemos, los orientales son como serpientes con patas que no tienen alas y sus cuernos so como ramas, además se consideran criaturas sagradas en el oriente-- Contó Nisha.

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