Capitulo 16

Yoloth se había despertado por el canto de los pájaros, se despertó, analizo el lugar y se dio cuenta de que estaba en casa, por lo que bajo corriendo a la sala de la mansión donde estaban sus padres y un médico, o más bien el médico real que al verlo lo primero que noto fue el color de sus ojos.

—¿No estaba en la escuela?—

Dijo acercándose a sus padres que inmediatamente se taparon la nariz

—¿Apesto?—

Dijo para olerse y de inmediato supo por qué se tapaban la nariz, estaba repleto en fermonas ajenas

Este regreso a su cuarto y el médico lo siguió para revisar su estado.

...----------------...

Después de unos momentos el médico volvió a bajar y dio como diagnóstico que el chico se encontraba bien solo estaba bañado en las fermonas del Enigma, solo era cuestión de que se bañara y estaría fuera de ellas y si no, entonces se bañara en una esencia con olor a sus fermonas para que su cuerpo pudiera recuperarse.

El chico fue bañado por betas tres veces en la esencia pues no se iba el olor, pero finalmente en la tercera ya solo olía a vainilla.

Cuando terminaron dejaron al chico solo quien recordó que exactamente había pasado.

...----------------...

Después de que su elemento reaccionara al chico inevitablemente el mayor le abrazo con fuerza, Yoloth también lo abrazo por instinto, ninguno se soltaba, pero el Enigma solo lo cargo y se sentó y se recargó en la pared, allí estuvieron por un día y medió sin que ninguno de los dos se soltará, hasta que terminaron por perder la consciencia y ambos fueron trasladados, el Omega a su casa y el Enigma nadie tenía idea.

Este solo analizo la situación y se puso a llorar no por su situación y las consecuencias que traería sino porque no sabía nada y comenzó a reclamar.

—¿Favoritos?, ¡mis huevos!, ¿Qué no los omegas son los favoritos de los dioses?, o sea ya tenía todo planeado y ahora resulta que tengo destinado—

Después de llorar por un aproximado de una hora, hasta que se quedó dormido, despertó al anochecer porque comenzaba a tener hambre, salió de su cuarto, todo estaba obscuro, realmente los pasillos eran alumbrados por la luz de la luna menguante, caminaba descalzo, quería ir a la cocina y comer fruta o alguna delicia nocturna.

—¿Qué no sabes?—

Una voz en la oscuridad hablo

—¿Qué?—

—El amo se va a casar en unos días, solo estaban esperando a que despertara—

Yoloth escucho aquello e inmediatamente se tapó con ambas manos la boca mientras no salía de dónde se había escondido.

—No sabía—

—Cuando fui a dejar el té, escuché como la mamá hablaba con la reina, vino a reclamarle—

—¿Qué tú?—

—Le dijo que como es que el chico tenía de destinado a un enigma, que eso no era parte del trato cuando fue hasta sus tierras—

—¿Sus tierras?—

—Si, se supone que ellos son extranjeros, Yoloth tenía 5 años cuando llegaron al reino, pero en cuanto llegaron los reyes les dieron el negocio de té que ellos manejaban, así que con eso se hicieron ricos—

—No sabía—

—La reina había ido hasta el otro lado del mapa solo para ir por él, uno de los últimos elementos rojos, bueno el chiste es que la reina le dijo que iban a mandar a matar al chico, que si creía que no se daría cuenta de que lo había mandado a traer, y que más le valía...—