Kevin Ballesteros

En ciudad H, se encontraba un hombre de 1.90 m, ojos verde claro, cabello castaño oscuro y piel clara, sentado en su gran cama acabando de despertar de un sueño que lo mantenía preocupado desde hace mucho tiempo, este sueño se repetía cada noche.

En sus sueños primero podía ver a una mujer necesitando su ayuda, luego también comenzó a ver a alguien pequeño junto a la mujer, no sabía si era un niño o una niña, pero el podía sentir el peligro al que se enfrentaban esas dos personas, no podía verles el rostro, pero podía percibir que la mujer estaba triste y acongojada. cada día deseaba más y más descubrir quienes eran esas personas.

Kevin Ballesteros a sus 28 años era un hombre muy rico y poderoso, tenía mucho dinero, era dueño de muchas multinacionales en todo el país, todo lo que quería lo obtenía, pero había un problema, Kevin no era feliz, a pesar de tener muchas riquezas podía sentir en su corazón un gran vacío que nada llenaba, sus padres estaban empeñados en que se casará para ver si con una esposa lograba encontrar la felicidad que tanto ahnelaba, pero el no estaba interesado en ninguna mujer, sus socios constantemente le trataban de meter a sus hijas por los ojos, pero a él no le gustaba ninguna, sus padres constantemente hacían fiestas en su honor para ver si en alguna de ellas encontraba la mujer indicada, pero nunca habían logrado nada.

Los amigos de Kevin, Paolo y Andrés, constantemente también le presentaban chicas, pero a él ninguna le llamaba la atención, en su corazón solo se había instalado la necesidad de conocer a la mujer de sus sueños, a la cuál en el sueño de la noche anterior le pudo ver sus ojos, eran unas ojos azul claro, eran preciosos y expresivos, pero también había tristeza y desespero en ellos.

"me estoy enamorando de la mujer de mis sueños" _ analizaba Kevin, quería que la noche llegará pronto para volver a soñar con la mujer de ojos azules y aquel pequeño o pequeña.

____ amigo esta noche habrá una fiesta en la playa, vamos verás que hoy es el día, estoy seguro que hoy si encontrarás a la indicada. _ lo invitaba Paolo con voz alegre.

____ ay, si Kevin vamos, ya es hora de que alguna mujer te quite la castidad, estar en los brazos de una bella y sexy mujer es maravilloso. _ alardeaba Andrés.

____ que cuenten conmigo para ir a ninguna fiesta, no me interesan, déjenme en paz ¿si?

Kevin era el tipo de hombre que pensaba que debía entregarse por primera vez a una mujer por amor y no solo por placer, él deseaba entregar su corazón y su cuerpo a una sola mujer, una de la cual el estuviera verdaderamente enamorado, él deseaba ser y hacer feliz, con una y a una sola mujer.

____ la fiesta será en el yate de la familia Ocampo. _ insistía Andrés. ____ habrá mujeres bellísimas.

____ pues vayan ustedes, ya les dije que no me interesa, estoy cansado de andar de fiesta fingiendo sentirme bien, cuando lo único que deseo es estar en mi habitación durmiendo. _ expresó Kevin tajante...

____ no, tú lo que deseas es seguir soñandoña con aquella mujer, que ni siquiera sabes quién es. _ se burló Paolo, peto la burla desapareció tan pronto cuando Kevin le dió una mirada fulminante.

____ larguense de mi casa, no los quiero oír más. _ esperó Kevin Ballesteros.

____ oye somos tus amigos, solo queremos ayudarte, no te ofusques, no queremos que llegues con ese juramento de celibato a los 30. _ añadió Andrés.

____ no quiero su ayuda, ni la de nadie, ¡ya dejen de meterse en mi vida todos ustedes!. _ Kevin se levantó de su asiento y se fue hasta su habitación dejando solos a sus molestos amigos.

Kevin era frío y muchas veces arrogante, nunca se le veía reír, siempre andaba serio y amargado.

...

En ciudad S en una pequeña casa de campo, un hermoso niño de cinco años estaba arrodillado frente a cama orando, cada mañana al despertar Samuel se arrodillaba frente a su cama a darle gracias a Dios.

____ papito Dios, te doy gracias por este nuevo día, por tu amor y tu misericordia, gracias por la vida y por la salud, gracias también por los alimentos que nos das y gracias por mi mamita y por mi papito que aunque no me quiera fue quien me dió la vida, amén. ah, señor te doy gracias también por mi abuelito Jacinto que nos cuida desde el cielo. amén y amén.

Desde que Samuel aprendió a hablar, emily oraba junto con el cada mañana al despertar y cada noche antes de dormir. ahora con sus cinco años cumplidos él oraba solo. y su madre se encontraba muy orgullosa de su tesoro más preciado.

____ ¡mamita!, ¡mamita! _ llamaba el niño emocionado.

____ que mi amor, ¿buenos días Cómo amaneciste? _ emily lo carga en sus brazos.

____ hoy por fin me enseñas a hacer una cometa.

____ si mi cielo, pero primero vamos a desayunar y luego hacemos la cometa ¿te parece?.

____ ¡si!

Samuel era un niño muy obediente e inteligente, amaba a su mamá y le tenía miedo a Guillermo, cuando el venía a la casa, que lo hacía cada fin de semana, él niño casi no salía de su habitación, pues a Guillermo no le gustaba verlo.

Después de desayunar Emily le enseñó a su hijo a hacer una cometa con bolsas plásticas, pies no contaban con otros materiales, la conectó quedó fantástica, le colocaron bolas de varios colores y cuando estuvo lista salieron a elevarla por los aires.

____ quedó preciosa mi cometa mi mamita. _ Samuel estaba feliz, sus momentos más felices eran cuando estaban en casa solo el y Emily.

____ verdad que sí, ahora corre y elevala muy alto. _ Emily sonreía al ver a su hijo feliz, si el era feliz, ella también lo era.

Samuel tenía el pelo negro y los ojos negros como su papá, era un niño inteligente a pesar de no ir a la escuela ya leía varias palabras y contaba.

Samuel.

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