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Giselle llegó a las 13.30 al jardín, debía asegurarse de que Ignacio estaba correctamente vestido y tenía todo lo necesario para la representación que iba a realizar. Intento poder disimular sus ojos rojos de tanto llorar por la noticia que acababa de enterarse, su hijo noto ni bien se acercó a saludarlo que algo había pasado, pero entendía que no era el momento de hablar, podría ponerla mal de juego. Prefirió dejar la charla para cuando llegarán a la casa.

Termino de ponerle los últimos detalles, él haría del sombrerero loco de la novela de Alicia en el País de las Maravillas, lo ayudó a practicar la canción del feliz, feliz no cumpleaños y luego de darle ánimos se fue adonde ya había visualizado a su tía.

María notó de inmediato los ojos de su sobrina, pero al igual que el pequeño, no quiso indagar hasta que llegarán a la casa. Lo que jamás se percató Giselle, era del hombre que estaba parado unas cuantas filas detrás de ellas.

El acto comenzó, y como toda madre orgullosa de su pequeño, grabo todo y sacó muchísimas fotos con el celular de su tía. Eran esos momentos los que más amaba Giselle, porque su hijo a pesar de ser más independiente e inteligente que otros niños de su edad, realmente disfrutaba de hacer representaciones y era muy bueno para memorizar todos los diálogos.

Cuando todo terminó, ella fue a sacarse fotos con su niño, y solamente ahí, mientras miraban a la cámara que llevaba Maria en sus manos, vislumbro a lo lejos a Elías sonriendo. *quizás tenga un hijo o hija en este jardín, si no porque vendría* pensó y luego de un momento pudo notar que su mirada estaba puesta en ella y en su hijo, por un momento se sonrojó.

Buenas tardes, señor Wood ¿qué lo trae por aquí?- luego de meditarlo bastante en su mente decidió acercarse a él para investigar por qué estaba allí.

Me enteré de la obra escolar de su hijo y quise pasar a verlo, espero que no le haya incomodado- dijo seriamente.

Señor Elías- grito Ignacio jalando a Maria de la mano.

Dime solamente Elías, pequeño, debo felicitarte, actuaste estupendo- le dijo poniendo su mano en la cabeza y revolviendo su cabello.

Gracias, mi mamá me ayudó mucho a poder aprender todos los diálogos- dijo alcanzando la mano de su madre con su pequeña, manito.

Es un placer volver a verlo, señor Wood- le dijo Maria mirándolo con una pizca de complicidad.

Muchas gracias, señora Blass. Me gustaría invitarlos a todos a merendar, como festejo de tan asombroso acto- dijo cordialmente mirándola a Giselle.

Se lo agradezco, señor Wood, pero debemos ir a nuestra casa, si gusta podríamos merendar mañana- dijo Giselle mirando a su tía y luego a su hijo.

Elías noto que su hijo cambió su mirada de alegría por una de tristeza, al principio pensó que era por la negativa de Giselle, pero luego de mirar hacia donde miraba descubrió que ella tenía los ojos hinchados, obviamente había estado llorando ¿pero por qué? ¿Qué ocurrió en el transcurso de la mañana?.

Dejo que se marcharán y fue por su fiel sirviente que lo esperaba fuera del jardín con el auto.

Max ¿ocurrió algo en Moon hoy? Giselle tenía la mirada triste- le dijo mientras alojaba su corbata.

La señorita Blass, se reunió a la mañana con su hermana, según nos dijo el hombre que la sigue, al parecer Florencia ya estaba fuera de la empresa esperándola, y por alguna razón se metieron juntas en la empresa, luego de un par de horas, el investigador vio salir a Florencia también llorando- dijo Max mientras emprendían el camino a la fábrica de T.E.

Bien, lo averiguaré- dijo mirando por la ventanilla del coche.

Mientras tanto Giselle había llegado con su familia a la casa, lo primero que hizo al entrar fue quitarse los zapatos. El taco alto era hermoso, pero le generaba mucho dolor a veces.

¿qué ocurrió mamá?- dijo Ignacio mientras se sacaba su disfraz.

Nada que pueda preocuparte cariño, es cosa de grandes- le contesto ella y se fue a colgar su bolso en el perchero.

Hija, por algo estuviste llorando ¿qué pasó?- le dijo insistente Maria.

Después hablamos, quiero ir a tomar un baño- subió las escaleras y al pasar la puerta de su cuarto la cerró y se sentó en el suelo detrás de ella, lloro durante un largo rato ¿cómo era todo posible? Su madre murió al darla a luz a ella, Guillermo le había mentido durante años y ahora entendía el porqué de las diferencias que hacía Ingracia con ella y Florencia. Al parecer su padre se volvió a casar, cuando a penas era una bebe de 1 año y dos años después tuvieron a Florencia. Según los papeles que ella le había dado, su madre había dejado una herencia importante en caso de que le ocurriera algo de esa manera no la dejaría desamparada. Y dicha herencia era ni más ni menos que la empresa Moon completa. Siempre había recibido la mentira de que su abuelo paterno había sido quien la habría creado, pero la verdad es que habían sido los padres de Violeta (madre biológica de Giselle) quienes, luego de un accidente automovilístico donde perdieron la vida, la iniciaron. Y como violeta ya estaba casada con Guillermo, dejo que él la manejara, pero al enterarse de su embarazo y de los riesgos que había, dejó un testamento donde su pequeña hija heredaba todo luego de cumplir los 21 años.

La sorpresa y el dolor, la bronca y la ira, sentimientos encontrados en una carpeta con tan solo 10 hojas, jamás pensó que Guillermo fuese capaz de esconderle algo así. Pero no podía enojarse con las dos personas que más amaba en el mundo, debí averiguar por qué su tía tampoco le había dicho nada de todo esto.

Se bañó, se calmó y bajo a merendar con el ánimo por el suelo, pero una sonrisa en su cara, ellos no debían preocuparse e intentaría de todas las maneras posibles que así fuese.

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