Samantha Williams

Después de haber sido corrida casi a la rastra de la universidad, porque no siquiera era una alumna del lugar, ella y su madre se fueron furiosas y pasando la vergüenza de sus vidas.

No lo puedo creer Sam, esa no es la Hanna que conocimos, está más confiada y tiene mucho respaldo. Mira que para que el rector de la universidad nos corriera en persona eso es mucho.- dijo Linda indignada, en todos sus años de vida muy pocas veces fue humillada de esa forma- todos estos años aguantando al insoportable de Richard no pueden ser en vano, me niego a dejar mí vida de lujos hija.

Tengo una idea mamá, si no puedo doblegar a Hanna voy a ir por su marido, total es hombre y un hombre no puede resistirse al encantó de una mujer. Y yo, yo soy más hermosa que esa maldita- dijo Sam. Y emprendió su viaje a las empresas Maxwell sin escuchar el pedido de su madre.

Está niña estúpida va a empeorar todo- pensó Linda

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En las empresas Maxwell....

Derek despedía a su amigo Xavier con la esperanza de que todo puede dar un giro a favor de Hanna, estaba en la oficina checando unos pendientes cuando su secretaria se hizo presente.

Toc toc.

Adelante- se escuchó desde adentro.

Señor, disculpe que lo interrumpa,pero hay una señorita que desea hablar con usted con urgencia- Derek creyendo que era Hanna permitió su paso. Pero grande fue la sorpresa cuando Sam entró.

¿Que quieres aquí?- dijo con el seño fruncido.

Cuñado, vengo a limar asperezas, creo que no empezamos con el pie derecho y quiero redimirlo- dijo con coquetería.

No estoy para tus juegos sucios Sam, dime de una vez a qué has venido, estoy ocupado- pero grande fue la sorpresa cuando se sacó el abrigo y estaba solo en ropa interior.- pero que mierda Samantha.

Se que la mojigata de mí hermana no te puede satisfacer como yo querido- dijo Sam.

Nadie se imaginaba el giro de los acontecimientos, Derek se levantó, Sam pensó que había caído, pero grande fue la sorpresa cuando la agarró del brazo y la empujó fuera de su oficina llamando a seguridad para que la saca así como estaba, y prohibió su entrada nuevamente. Desesperado llamo a Matías, quien le contó los insistentes en la universidad y se sorprendió al saber que Hanna se había defendido con uñas y dientes.

Agarró su saco, bajo hasta el estacionamiento y salió directo a la universidad a esperar a su amada.

Mientras tanto Sam pasaba la vergüenza de su vida.

Aaaaaahhggrrrrrr- gruñía - no puede ser, esa perra realmente había hechizado a ese hombre, pero no le voy a dar por vencida, algo más tengo que hacer. Te voy a destruir Hanna, todo lo que tienes yo debería tenerlo.

Subió a su auto con las rodillas y manos raspadas, el golpe contra el pavimento había sido fuerte, furiosa condujo hasta la mansión, necesitaba una ducha urgente y un nuevo plan.

Te voy a ver caer Hanna- grito Sam golpeando el volante - no voy a volver a la miseria.

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