CAPÍTULO 8: ¿VACACIÓN ARRUINADA?

El sol brillaba a través de las ventanas de la cocina, iluminando el rostro de Ethan mientras comía su almuerzo casero juntos con sus padres,el olor a pollo asado llenaba la casa. El agente estaba sentado en la mesa, junto a su madre a su derecha y a su izquierda su padre, que le hablaba de sus planes para el fin de semana.Ethan estaba de vacaciones, y estaba disfrutando de la paz y la tranquilidad de su casa. Había estado trabajando duro en su investigación y la recopilación de datos y pistas durante las últimas semanas, y estaba ansioso por tomarse un descanso.

Ethan estaba comiendo cuando, de repente,su teléfono sonó. Lo miró con recelo,sabiendo que probablemente era su jefe y Sí , era su jefe Superior.

—Ethan, tengo noticias de tu caso, dijo el Jefe. —Harper estafó a otro hombre para que lo agregues a tu investigación.Ethan se quedó boquiabierto. —¿Qué?—preguntó. Sus padres lo miraron preguntándose qué pasaba y quién llamaba a su hijo en la hora de almuerzo. —¿Cómo lo ha hecho?.

—No lo sé, dijo su jefe. —Pero lo averiguaremos. Ethan asintió pero se dió cuenta que hablaba por teléfono y su jefe no lo podía ver.

—Por ahora, quiero que te quedes en casa y trabajes en la investigación. No es necesario que vengas a la oficina, a menos que lo consideres necesario.

—Quiero que hables con el nuevo testigo—Dijo su jefe. —Su nombre es Daniel, el apellido no lo tenemos pero lo averiguaras, Vive en la calle 12, número 23. Llámame cuando hayas hablado con él. Lo siento, Agente Reynolds que no esté disfrutando sus merecidas vacaciones—El jefe le dió la información y una disculpa.

Ethan colgó el teléfono y miró a sus padres. —Tengo que trabajar y probablemente tenga que salir—

—¿Ya? - preguntó su madre. —Pero acabas de empezar a almorzar.

Ethan sostiene la mano de su madre, la mira a los ojos—No te preocupes mamá, primero terminaré esté delicioso pollo que has hecho—.

Su madre asintió. —De acuerdo. —Ten cuidado cuando salgas hijo.

—Calmate esposa, nuestro hijo sabe cuidarse—Dice El señor Reynolds. Los tres continuaron comiendo su almuerzo. Ethan se levantó de la mesa cuando terminó de comer y lavó su plato, se disculpó con sus padres,ellos entendieron que tenía trabajo.

Se dirigió a su habitación,cerró la puerta y se sentó en su escritorio. Sacó su computadora ,Ethan se sintió aliviado de poder continuar con su investigación en casa. Tecleó la información que su jefe le había dado en su base de datos. Sin embargo, no era suficiente. Ethan quería saber cómo había sido estafado el hombre, para poder encontrar alguna evidencia que incriminara a Harper.

Ethan volvió a leer los informes de las víctimas de la estafa de Harper. Necesitaba obtener pruebas sólidas, ya que solo con palabras no lo tomarían en serio. Había algo dentro de él que le decía que no siguiera, pero no sabía qué era. Estaba empezando a sentir algo por la estafadora? ¿O simplemente le gustaba?.Harper era una mujer hermosa, elegante y atrevida. El agente no podía negarlo.

Ethan sacudió la cabeza para concentrarse. "Enfócate en el trabajo", se dijo a sí mismo. Volvió a mirar los informes. Contenían los nombres de diez hombres estafados por Harper, pero no se sabía más sobre ellos. Los compañeros anteriores que llevaban el caso renunciaron de sus puestos y se mudaron de ciudad. No se encontraron sus informes de la investigación, por lo que no se sabe si Harper Montclair los amenazó de muerte a ellos y a sus familias o si simplemente no querían seguir con el caso. No encontraron muchas pistas o información que les permitiera identificar a Harper Montclair o sus cómplices.

El agente se sumió en sus pensamientos, buscando una forma de ganarse la confianza de Harper. Le había contado que era un empresario exitoso, pero no parecía haber llamado la atención de la chica. Ella sabía muy bien cómo fingir, ya que conocía el arte de la seducción y los engaños.

De repente, Ethan se le vino una idea. Se le dibujó una sonrisa traviesa en los labios. ¿Qué tal si asustaba un poco a Harper? Tenía dos teléfonos: uno de trabajo y el otro personal. Usaría el personal, compraría un SIM para cambiar su número y llamaría a Harper. Tenía su número y le haría una amenaza o advertencia.

Ethan se levantó de la silla de su escritorio con un movimiento brusco, como si estuviera decidido a llevar a cabo su plan. Agarró su cartera y se dirigió hacia la sala.

—Ya vengo, iré a comprar algo —informó a sus padres y salió de la casa sin esperar la respuesta de ambos. Ethan condujo hasta una tienda de móvil y compró un SIM. Luego, se dirigió a la casa de sus padres. Estacionó el auto, se bajó y cerró la puerta con fuerza. Entró en la sala, donde su padre estaba sentado en el sofá viendo la televisión y su madre estaba sentada en la silla reclinable, hablando por teléfono. —Que rápido hijo, que fuiste a comprar— le preguntó la señora Charlotte. Ethan respondió que había ido a comprar unas cosas que necesitaba en el trabajo. Luego, se dirigió al jardín para hablar con su "jefe".

Ethan colocó un nuevo SIM en su teléfono personal. Se puso un trapo en la boca y marcó el número de Harper.

—Buenas tardes —contestó Harper con un tono seguro.—Hola... hola.

Ethan se tomó un momento antes de hablar, fingiendo su voz. Sus palabras resonaron en el aire:

—Sé quién eres, Harper Montclair. Sé sobre tus... actividades.

El mundo se detuvo por un momento. Harper se quedó sin aliento, sintiendo que los hilos de su engaño comenzaban a desenredarse. La verdad estaba a punto de alcanzarla, y no había salida.

Harper frunció los labios, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, sintiendo cómo aumentaba la presión. —¿Quién es?—, contestó con voz firme, pero con un ligero temblor en la garganta. No estoy para bromas y no sé de qué me habla, imbécil...—, continuó, pero la llamada ya había finalizado. Harper se quedó boquiabierta, con la mano sobre la boca, incapaz de creer lo que había escuchado.

Ethan miró su celular después de haber finalizado la llamada. Una sonrisa se extendió por su rostro, pero luego se desvaneció. Su pecho se apretó como un puño.

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