Frente a cupido

Llegando a la Clínica, Federico baja elegantemente del auto y lo rodea para abrir la puerta de Alma, la cual no sale por voluntad propia porque sigue asombrada con el edificio que tiene frente a ella y es que, al escucharlo mencionar que era suya, supuso que sería algo chico y no la construcción que existía ahora mismo.

"Dios, creo que esto no podré pagarlo" piensa la pelinegra.

—¿Quieres que te cargue?— dice El doctor al verla aún en su asiento.

—No, por supuesto que no— responde con el ceño fruncido.

"No dejaré que este loco me toque" piensa nuevamente, bajándose del vehículo y caminando a lo que cree que es la entrada de la Clínica.

Su idea era dejarlo atrás, pero lo único que provoca es que Federico se deleite con la vista que le está proporcionando.

El castaño, aún parado al lado de su auto y con la puerta del copiloto abierta; olvida por completo lo que es el presente, ya que se pierde en el glorioso movimiento de caderas que parece sensual y furioso. O mejor dicho, así está la dueña.

Se le escapa una pequeña risita traviesa y acaricia las yemas de sus propios dedos, esos que acariciaron la cara de la mujer y revisaron como es la herida en la frente.

¿Le dolerá mucho tiempo? No. ¿Podría marearse? Sí, pero nada que no se vaya con un pequeño reposo. ¿La herida es grande? Para nada. Simplemente, su mente creó una mentira para tener unos minutos más con esa bella pelinegra.

Cierra la puerta del auto y activa la alarma con un pequeño botón, mientras camina hasta su lugar de trabajo.

Entra por "Urgencias" pero él la encuentra enseguida, agarra su mano y la arrastra cuidadosamente hasta el ascensor. Sus puertas se cierran y puede ver el reflejo de Alma, mirándolo un poco confundida...

—Iremos a mí consultorio— avisa él con su voz bastante ronca y eso se debe a que el aire escasea por estar demasiado cerca de ella.

—¿Podré irme hoy?— cuestiona con cierto tono molesto y por su cara puede notarse.

—No lo sé, puede que sí...— ella sonríe antes las palabras del hermoso idiota que la chocó— o puede que no— concluye Federico mientras ve como la sonrisita se le borra. —No creo que sea malo un poco de cuidados— expresa mirándola.

—Lo sé, ese es tu trabajo— responde ella— Pero no me gusta —hace una mueca disconforme.

—A mí sí, es lo que aprendí en el curso de mi vida— cuenta él— Soy el menor de todos mis hermanos, así que todos los ojos estaban puestos en mí— dice orgulloso al pensar en su familia.

Sabe que las palabras de Alma no dan entrada a que le cuente su vida, sino su trabajo, pero él quiere conseguir información recíproca, así que puede utilizarlo a su favor, contando lo que todo el mundo sabe por los chismes sobre la familia Belmonte.

—¿Sabes lo que es sufrir siendo el menor?— presiona un poco más al escuchar solamente las correas del ascensor viajando en el absoluto silencio que ha dejado su paciente.

—Soy hija única, así que no, no sé que es eso.— responde tosca. Las puertas se abren y ambos salen, juntos, al mismo tiempo.—Ya no eres tan caballero — se burla para atacarlo.

—Disculpe, señorita— le hace una reverencia como un mayordomo a su reina en la época antigua. Y luego continúa con su camino, mientras ella sonríe por lo idiota que puede ser ese hombre.

"Idiota, hermoso y le miras el trasero" le regaña su conciencia haciéndola sonrojar.

Lo sigue, a distancia y en silencio. Entra al consultorio y nota que él se ha colocado su bata blanca de doctor mientras teclea algo en su celular, llevándolo a la oreja.

"Claro, debe avisarle a su querida novia que seguirá trabajando" saca una errada conclusión la pobre paciente que empieza a sentirse mal, sentándose en una silla, frente al escritorio del "coqueto infiel".

📱Hola, Silvia— saluda Federico en una llamada al restaurante de su hermana—¿Podrías mandarme la comida a la clínica?— hace una pausa esperando a que Silvia afirme y Alma sin saberlo, puede notar la sonrisita que crece en él —Para dos —agrega haciéndola saltar en su asiento.

La chica desearía ser invisible en este preciso momento, ya que, según sus conclusiones, el guapo doctor no puede estar soltero y para males, llama a su esposa pidiéndole comida para dos personas.

Aunque, también podría ser que le haya dicho eso para que venga a comer con él y no debe de preocuparse por nada.

Digamos que nadie querrá golpearla; o sí, ella misma lo hará, cuando sepa la verdad.

—¿Me puedo ir?— cuestiona incómoda.

—¿Te he revisado?— responde Federico alzando una ceja—¿Te he curado la frente? ¿Te has hecho exámenes? — agrega para que entienda todo lo que hará y debe colaborar.

Prácticamente, podrían ser cosas sin sentido, pero prefiere pasar por loco obsesivo que por negligente y es que, ella podría tener un accidente si maneja antes de hacer el debido reposo.

—¿Cuándo empieza? —indaga nerviosa, ya que no quiere que él la toque por la sensación que le produce.

—Primero desinfectaré tu herida— avisa señalando la frente y busca las cosas en un mueble—Luego te haré un pequeño control para anotarlo en el historial y revisaré que no tengas heridas en tu cuerpo.

—¿Quieres qué?— pregunta sorprendida.

—Te revisaré de cuerpo completo— dice con naturalidad. Para él debería ser "nada" porque ya lo ha hecho muchas veces a lo largo de los años, pero la realidad es que está nervioso por temor a que su cuerpo reaccione y ella pueda notarlo. —Te quitarás la ropa y te pondrás una bata para que pueda verte— finaliza sin utilizar bien sus palabras y hasta en un tono pervertido.

Se acerca a curar la frente y con movimientos delicados, apoya el algodón, mientras sus labios se aprietan al ver como su paciente cierra los ojos por el dolor.

Algo cubre toda esa acción, es como una tensión, una atracción que segundo a segundo crece un poco más y sucede...

Ella lo mira con sus grandes y oscuros ojos conectando la mirada, notando una tormenta de emociones fáciles de leer por segundos y compleja al intentar saber que es lo que la causa. Aleja el algodón y baja su brazo, esperando algo más, pero... él, se pierde.

Alma no puede dejar de ver esos ojitos verdes que transmiten tranquilidad y fuerza, en partes iguales... Algo increíble para su propia calma, pero todo eso se termina al escucharse un celular sonar.

El doctor corta el contacto visual con esa mujer que lo ha hipnotizado y agarra su teléfono, mientras Alma se recrimina el haberlo observado como la pieza de arte más linda del mundo y aunque sí lo es ante sus ojos, debe disimularlo. Sin embargo, se convence a sí misma que más de este día o los posibles cuidados, no tendrá, porque no puede asegurarle un futuro.

📱¿Isabella?— cuestiona confundido sin entender por qué lo llama, pero ella le cuestiona que cene en su trabajo—Estaré bien, sino puedes venir a verlo por ti misma.— la invita sonriendo, aunque su hermana no pueda verlo.

En cambio, Alma mira hacia otro lado al darse cuenta que este hombre es un mujeriego de primera.

"Primero su esposa, Silvia, y ahora esa amiguita, Isabella; o tal vez es que quiere un trío con ambas" piensa la pelinegra.

—Señorita Ortega, ¿está bien?— Federico mira a esa linda mujer y la nota ida, sus pupilas están dilatadas y parece en shock, por lo que decide tocarla, pero Alma se levanta de inmediato al sentirlo.

Su toque quema y su estómago se revuelve al pensar que ese hermoso espécimen tiene gustos algo diferentes a los suyos, más que nada porque le encanta la exclusividad y parece ser que a él no.

—Estoy bien—responde sin mirarlo a la cara. —Haz lo que tengas que hacer —pide con urgencia—Quiero irme.

—Tomará tiempo— responde disgustado por su apuro. Él quiere compartir más tiempo con su bonita paciente, pero tal vez, tenga alguien esperándola.

Le pasa la bata y le señala la puerta del baño privado para que pueda cambiarse hasta que la ve desaparecer.

Federico se desarma, apoya los codos en el escritorio y descansa su frente allí mientras se autoreclama la importancia que le brinda a Alma, cuando no había sido así con nadie más, pero sabe que ella no desea lo mismo. Lo pudo notar en sus ojos. Según su lectura, no está interesada en él.

"Ya basta" dice una y otra vez en su mente.

Ella, al salir, aprieta esa pequeña tela para que no se pueda ver más de lo necesario y se queda de pie, esperando que el doctor diga algo, aunque solo puede ver que cubrió su cara con las manos y delinea sus venas en esa maza musculosa que conforma el brazo, lo que la hace arrepentirse de caminar al llegar en el auto, ya que tuvo que aprovechar a que la levantará y comprobar su fuerza.

—Estoy lista—Alma llama su atención para no seguir disfrutando a ese hombre, supuestamente, prohibido.

Fede, como buen miembro de la familia Belmonte que lleva ese ADN en su sangre, recorre lentamente su mirada, desde los pies descalzos hasta su carita tierna, parando de vez en cuando es los puntos claves y sin saberlo, la hace estremecer por su intensidad.

Él no puede disimular y ella puede notarlo.

La tensión es alta porque ambos quieren algo, pero no darán ese primer paso; no hoy, ni ahora.

Un par de golpes en la puerta interrumpen nuevamente su conexión.

Federico solo permite el acceso con simples palabras porque si se levanta de su lugar, podría olvidar el por qué están allí y la besaría. Ganas es lo que más sobran, pero no quiere asustarla, ni sentirse rechazado.

—Buenas noches, querido, te traje la cena— Dice Bella muy alegre, pensando que su hermanito estaría sólo.

—Isabella...— se sorprende Federico—No creí que vinieras.

—Necesitaba verte— responde la castaña viendo de pie a la paciente, quien la observa seriamente. —Buenas noches— la saluda con frialdad. Mira a su hermano y alza la ceja esperando una presentación o explicación, cosa que él comprende.

—Isabella, ella es Alma, mi paciente— señala a la mencionada mientras se levanta de su lugar para abrazar a la recién llegada—Alma, ella es Isabella, mi hermana— concluye la presentación dejando claro el panorama. Lo cual Bella agradece con un asentimiento y Alma suspira liberándose de una carga invisible, quedando en evidencia ante la chica que siempre ha actuado como cupido.

—No sabía que tenías el fetiche de jugar al doctor- paciente con tu mujer— bromea la mayor en esa habitación, haciendo sonrojar a Alma y lograr que su hermano la quiera matar.

—Yo no sabía que te gustaba abandonar a tu esposo para venir a ver a otro hombre. — ataca Federico.

—No eres cualquier hombre—señala Bella con el ceño fruncido—Eres mi hermano menor y estás obsesionado con tu trabajo— levanta la bolsa de comida—No has ido a cenar y Nahiara está fastidiada de aguantarme— voltea los ojos y mira a la pelinegra— Nahi es mi hija— aclara porque no es tonta, sabe que existe algo entre ellos, aunque sin saber que los presentes tampoco se dan cuenta.

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Comments

Lita

Lita

Que Fátima se le aparezca en un sueño y le diga cómo tiene que seducir a Alma. Consejos de la abuela desde el mas allá

2024-04-26

4

Erica Godoy Silva

Erica Godoy Silva

😂😂😂 la sangre de la abuela Fátima le grita en las venas 😂

2024-04-12

2

bruja de la imaginación 👿😇

bruja de la imaginación 👿😇

yo y mis posibles escenarios ,🤣yo también me armo unas películas

2024-04-05

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Capítulos
1 Un prestigioso Doctor
2 Un plan fallido
3 Un pequeño accidente
4 Frente a cupido
5 Debemos hablar
6 Pensamientos pervertidos.
7 La tristeza de Alma
8 Unos padres nada perfectos
9 Alma y su novela en Línea
10 Edad y situación sentimental
11 Sentimientos al descubierto
12 El pasado regresa
13 Amadeo tiene un hijo
14 Theo, próximamente, Belmonte
15 Mujeres curiosas y planes.
16 Las amigas mayores no se detienen
17 Una separación conflictiva
18 Un llamado de auxilio
19 Un pequeño héroe
20 La invitación
21 Previa a la reunión
22 Previa a la reunión II
23 Regalo de suegra
24 Marisol y Amanda, con sus planes
25 Los Belmonte conocen a Theo
26 ¿Olga será parte de la familia?
27 Visita en la noche
28 Nace una amistad
29 Visitas caídas del cielo
30 Arriesgando por un futuro
31 Sorpresa en Olga y Amanda
32 La familia Belmonte te respalda
33 Un verdadero beso
34 Empezando el plan
35 Cena
36 Hablando, se entienden.
37 Positivo
38 Puedo ver hombres bonitos
39 Vacaciones concedidas
40 Devolviendo la travesura
41 Turquía
42 Mujeres unidas, inteligentes y vengativas.
43 Enfermedad contagiosa
44 El hacker quiere problemas
45 Jugando con fuego
46 Jugando con fuego II
47 Castigos
48 Castigos II
49 Olga no cumplió con el plan
50 Una gran batalla a su mejor guerrera
51 Una gran batalla a su mejor guerrera II
52 La madre de Alma
53 Un problema casi solucionado
54 Remodelación del departamento
55 Estrenando el departamento
56 Sospechas
57 Positivo
58 La sorpresa de Amadeo
59 Alma y la fertilización
60 Las quinceañeras
61 La fiesta con sorpresas
62 Madre consejera
63 La amiga de Theo
64 Tristezas y alegrías
65 Nacimiento, despedida y organización de una boda
66 La madre de Theo
67 Despedida de soltera
68 Los hombres ven la despedida
69 Secretos revelados y Herencia
70 Soluciones para el Orfanato
71 Tomás y Ada
72 Nuevos amores en la familia Belmonte
73 Especial Mara y su enemigo.
74 Un hermano amoroso.
75 Una sorpresa
76 Marido y Mujer
77 Antonio y Adán
78 Luna de miel
79 Adán frente a la familia Belmonte
80 Un posible futuro
81 Positivo
82 Ecografía
83 Nacimiento inoportuno
84 Cada uno tiene el final que merece
85 Epílogo.
86 ¡Gracias!
Capítulos

Updated 86 Episodes

1
Un prestigioso Doctor
2
Un plan fallido
3
Un pequeño accidente
4
Frente a cupido
5
Debemos hablar
6
Pensamientos pervertidos.
7
La tristeza de Alma
8
Unos padres nada perfectos
9
Alma y su novela en Línea
10
Edad y situación sentimental
11
Sentimientos al descubierto
12
El pasado regresa
13
Amadeo tiene un hijo
14
Theo, próximamente, Belmonte
15
Mujeres curiosas y planes.
16
Las amigas mayores no se detienen
17
Una separación conflictiva
18
Un llamado de auxilio
19
Un pequeño héroe
20
La invitación
21
Previa a la reunión
22
Previa a la reunión II
23
Regalo de suegra
24
Marisol y Amanda, con sus planes
25
Los Belmonte conocen a Theo
26
¿Olga será parte de la familia?
27
Visita en la noche
28
Nace una amistad
29
Visitas caídas del cielo
30
Arriesgando por un futuro
31
Sorpresa en Olga y Amanda
32
La familia Belmonte te respalda
33
Un verdadero beso
34
Empezando el plan
35
Cena
36
Hablando, se entienden.
37
Positivo
38
Puedo ver hombres bonitos
39
Vacaciones concedidas
40
Devolviendo la travesura
41
Turquía
42
Mujeres unidas, inteligentes y vengativas.
43
Enfermedad contagiosa
44
El hacker quiere problemas
45
Jugando con fuego
46
Jugando con fuego II
47
Castigos
48
Castigos II
49
Olga no cumplió con el plan
50
Una gran batalla a su mejor guerrera
51
Una gran batalla a su mejor guerrera II
52
La madre de Alma
53
Un problema casi solucionado
54
Remodelación del departamento
55
Estrenando el departamento
56
Sospechas
57
Positivo
58
La sorpresa de Amadeo
59
Alma y la fertilización
60
Las quinceañeras
61
La fiesta con sorpresas
62
Madre consejera
63
La amiga de Theo
64
Tristezas y alegrías
65
Nacimiento, despedida y organización de una boda
66
La madre de Theo
67
Despedida de soltera
68
Los hombres ven la despedida
69
Secretos revelados y Herencia
70
Soluciones para el Orfanato
71
Tomás y Ada
72
Nuevos amores en la familia Belmonte
73
Especial Mara y su enemigo.
74
Un hermano amoroso.
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Una sorpresa
76
Marido y Mujer
77
Antonio y Adán
78
Luna de miel
79
Adán frente a la familia Belmonte
80
Un posible futuro
81
Positivo
82
Ecografía
83
Nacimiento inoportuno
84
Cada uno tiene el final que merece
85
Epílogo.
86
¡Gracias!

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