Capitulo XVII El regreso de Alina

Los años habían pasado y Sofía al fin se recibiría de abogada, la niña ingenua a la que todos maltrataban y humillaban quedó en el pasado, ella había aprendido de su esposo que para ser buena persona no tenía que dejarse menospreciar de nadie.

En cuanto a Alina y sus padres, las cosas no le habían salido como lo esperaban, Mirian y su esposo Mario Gómez tuvieron que irse detrás de su hija, pues aunque Adrik no les hizo pagar con sus empresas lo que le habían hecho a Sofía tampoco los siguió apoyando en ningún ámbito y las empresas Gómez quedaron en la ruina.

En fin cada quien cosecha lo que siembra y aunque los papás de Sofía estaban engañados por Alina, eso no les daba derecho de tratarla mal.

— Estás hermosa!. — expreso Adrik a su esposa.

— Y usted señor Ivanov está muy guapo. — eligió Sofía a Adrik.

Sofía llevaba puesto un elegante vestido de ceremonia, pues hoy era su acto de grado y además ella llevaría el discurso de la promoción.

— Y si nos quedamos media hora más?. — dijo Adrik con voz ronca.

— Suena muy tentador, pero sabe lo responsable que soy y no dejaría plantados a mis profesores. — respondió Sofía con una sonrisa.

— Entonces vamos antes de perder el control.

Sofía solo sonrió ante las locuras de su esposo, ambos salieron de su casa tomados de las manos, el auto en el que irían al salón de eventos era uno último modelo en color negro.

— Escogiste el auto más llamativo de tu colección?. — pregunto Sofía alzando una ceja.

— No amor!, este es el más discreto así como a ti te gusta.

Sofía sabía que era mentira, pues a Adrik le gustaba llamar la atención y en este evento donde su mujer sería premiada como la mejor de su promoción no podía pasar desapercibida.

— Este auto no lo había visto antes. — dijo Sofía subiendo al carro.

— Es que es nuevo. — respondió su esposo.

— Que raro!. — dijo Sofía.

— Dime que te parece raro?. — pregunto Adrik haciéndose el que no entendía.

— Este modelo no es de tu gusto, pero bueno mejor vamos antes de que lleguemos tarde.

Ambos subieron al auto, Adrik de repente le entrego una caja de terciopelo a su esposa.

— Este es tu regalo de graduación. —

— No tenías que molestarte. — respondió ella.

— Solo ábrelo.

La sorpresa de Sofía fue enorme, pues había un brazalete de diamantes espectacular y aunque a ella estas cosas no le llamaban la atención a que mujer, no le gustaba que le dieran algo así.

— Te gusto?. — pregunto Adrik.

— Si, amor!, está bellísimo.

— No más que tú, ahora disfruta del viaje en tu segundo regalo.

Las palabras de Adrik dejaron confundida a Sofía, ella no podía creer que su esposo le regalará un auto como este, y no es que no le hubiera regalado nada durante este tiempo, sino que él sabía lo sencilla que era ella y que su antiguo auto le gustaba mucho.

— Estás diciendo que esté auto es mío?. — Pregunto Sofía.

— Así es, la mejor abogada del país no puede andar en cualquier auto. — respondió Adrik casualmente.

— Sabes que aún no soy ni siquiera la peor abogada, apenas hoy recibo mi título y además esto es demasiado.

— Para ti nada es demasiado, pero si no te gusta podemos buscar otro.

— No es necesario, gracias por tu gesto.

Llegaron después de una hora al salón del evento, este se realizaría en la misma universidad, en su salón de actos de grado el cual no era nada humilde.

Al llegar las miradas de todos los presentes se posaron en ellos, se veían realmente maravillosos, hacían la pareja perfecta y aunque muchos de los que estaban presentes decían que su matrimonio no duraría a estas alturas, se han quedado con la boca cerrada.

Al entrar al salón la pareja saludo a algunos conocidos y luego se fueron cada quien a sus asientos y luego de pasados cinco minutos la ceremonia empezó, Sofía subió al podio a dar su discurso.

En fin la ceremonia de graduación tardó aproximadamente cuarenta y cinco minutos en terminar, Sofía se graduó con honores y le esperaba un futuro brillante, puedo de la ceremonia fueron al salón de fiestas donde compartirían con los compañeros de clases de Sofía.

— Amiga que emoción!, lo logramos!. — dijo Cecilia la única amiga que Sofía tuvo durante su carrera.

— Así es Ceci!, ahora somos las mejores abogadas del país.

Cecilia había conseguido ser la segunda mejor de la promoción, esta chica era muy amable y carismática, además contaba con un gran atractivo, su piel bronceada, sus ojos color miel, era de la misma estatura que Sofía y su cabello era castaño oscuro, además contaba con facciones delicadas y un buen cuerpo.

— Estuve pensando, deberíamos montar nuestro propio buffet de abogados. — dijo Cecilia muy entusiasmada.

— Me parece buena idea. — dijo Adrik interrumpiendo la conversación.

— En serio nos apoyaría señor Ivanov. — dijo Cecilia.

— Por supuesto, todo lo que mi amada esposa desee, yo se lo cumpliré.

— Adrik, amor, saber que a mí me gusta hacer las cosas por mis propios medios. — dijo Sofía.

— Amiga piénsalo, mira, mis papás me ayudarán, pero solo con una parte del dinero y yo quedé en pagárselos apenas empiece a trabajar, que tal si recibes la ayuda de tu esposo como un préstamo.

— Ella sabe que lo mío es suyo y que si ella quiere puedes disponer de mi fortuna completa. — respondió Adrik.

— Gracias amor, pero sabes mi postura, de igual manera lo voy a pensar y en caso de aceptarlo sería por medio de un préstamo, yo también quiero ser productiva.

Los tres continuaron hablando de cosas triviales dejando el tema para después, hasta el momento todo estaba bien, pero como las cosas nunca son como una las espera, en plena fiesta de graduación llegó una persona que no estaba invitada, una persona que pensaron jamás volver a ver y está mujer que tanto daño le había hecho a Sofía en el pasado volvió al país, está no era otra que Alina Gómez, la hermana mayor de Sofía.

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