EN LA ALFOMBRA

A las 12 de la noche el socio de José decidió marcharse, ya estaba un poco ebrio y tenía que conducir, se despidió de José y de Luciana, ella lo acompaño hasta la puerta; cuando ella fue a la sala José corrió a pegarle, ella no entendió el porqué pero por instinto retrocedió, José no logró llegar a ella porque cayó en el intento, quedo tirado en la alfombra de lo borracho que estaba, Luciana se lleno de rabia y le dio un par de bofetadas, el se movió e intentó abrir los ojos pero no pudo, Luciana se sentía aliviada porque ella si pudo golpearlo aunque al día siguiente le tuviera miedo, pero ella se dio cuenta que esa era la forma de ella tener un poco de respiro y desahogo con él.

Ella lo dejo tirado en la alfombra, no tenía porque tener consideración con el, se fue a su cuarto y durmió como hacía tiempo no lo hacía.

Al día siguiente José despertó a las 6 de la mañana con dolor en el cuelloy espalda, se dio cuenta donde había dormido, fue a la cocina y allí estaba Luciana haciendo desayuno, el le reclamo por haberlo dejado dormir en la alfombra y la excusa de ella fue que no logro levantarlo, el la miró con asco y se fue a bañar para luego ir a trabajar.

Llegó el domingo y Luciana tenía la misma rutina con su amiga, se divertían y olvidaba todos sus malos momentos, pero al llegar a su casa se sentía sola, triste y a veces pensaba que era mejor morir porque sentía que no tenía salida.

Jose se estaba acostumbrando a llevar socios a su casa todos los domingos para que Luciana los atendiera, él solo quería amargarle la vida y siempre lo lograba. Un domingo llegó José con una mujer a su casa, Luciana se sorprendió al ver a la mujer, José presentó a Luciana como la empleada de la casa; la mujer la miró con aires de superioridad y le dijo que le sirviera la cena porque tenían mucha hambre, Luciana miró a José y él le sonrió con burla.

JOSÉ: ya escuchaste sirvienta jajajaja

Lo que él no se había dado cuenta es que (Una acción puede cambiar el rumbo de su vida en un segundo, unas simples palabras son capaces de marcar y trazar un nuevo destino.)

A Luciana no le quedó de otra que hacer todo lo que la mujer llamada KEILA ordenara, eso hizo que Luciana recapacitara un poco, y pensó ¿por qué ella no podía tener a alguien? Eso la hizo pensar malvadamente, si él quiere hacerla sufrir llevando a sus socios a casa y a su mujer, ella podía salir los domingos y tener encuentros con hombres, quizás su destino pueda cambiar en alguno de los encuentros y... ¿por qué no llevarlos a casa también? Ella sonrió y pensó en no amargarse más por lo que él hiciera, mientras no la toque de ningún modo ella iba a disfrutar de la vida mientras pueda.

Jose se dio cuenta que Luciana estaba muy tranquila atendiéndolo, sabía que eso no le había afectado y pensó en un castigo más duro para ella, disfrutaba verla sumisa ante él, Keila regó comida por el piso con maldad y mirando a Luciana, pero ella estaba tranquila esperando que terminará de hacer reguero como niña pequeña para después limpiar, mientras miraba a keila hacer reguero y José mirándola orgulloso; ella pensó que cuando el karma les llegue, los va a golpear duro y no quiere estar cerca, no quiere presenciar nada; por qué a diferencia de ellos ella si tiene sentimientos.

Después que terminaron Keila le dijo que limpiaba todo, quería todo limpio y bien organizado, José la llevó a su cuarto y Luciana se quedó limpiando todo, a los pocos minutos escucho los gemidos de Keila, escuchaba como ella pedía más; Luciana comenzó a mojarse por lo que estaba escuchando, tenía tiempo sin saber lo que era el sex* pensó en las palabras de su amiga y deseó que llegara rápido el próximo domingo.

El lunes temprano la pareja salió de la casa, Luciana vio cuando salieron, le dio gusto por qué no tuvo que soportar a esa mujer. Los días fueron pasando, el sábado Luciana estaba feliz porque se encontraría el domingo con su amiga y ponerse al día sobre sus vidas, le envió un mensaje de texto para que fuera organizando la idea de cómo se haría todo.

✉ consigue un amiguito para que me quite la tela araña.

Su amiga al ver el mensaje sonrió, se dio cuenta que Luciana quería volver a ser la mujer segura que era antes de irse a vivir con José. Lo que no sabía Luciana era que su plan no podía ponerlo en marcha, José ya tenía otro plan para ella; él llegó por la noche y le dijo que prepara un buen almuerzo y pasabocas para el domingo que iban a llegar unos amigos a jugar dominó, ella lo miró con rabia, él se dio cuenta y sonrió porque ya había empezado a amargarle la existencia, pero lo que él no sabía era que su rabia era porque le había dañado la cita con su amiga, tanto desear el domingo para saciar sus necesidades y no poder..

Ella no sentía ningún remordimiento de conciencia, no le iba a ser infiel porque ellos no tenían nada, ella solo era su empleada doméstica, por lo tanto ella podía estar con él que ella quisiera; no le importaba nada más, ella solo quería sentirse viva, deseada porque ella sabía que era una mujer hermosa.

Ella le pidió dinero y salió a comprar para la comida de los invitados, pero antes le sirvió la cena.

Luciana caminaba al supermercado, quería que el tiempo se detuviera para no tener que regresar tan rápido a casa, pero la realidad era esa, tenia que llegar tarde o temprano, lo mejor era temprano no quería poner de mal humor a José.

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