Castigo

El ambiente está algo incómodo, ante todos esos capos estaba penumbra, el hijo de puta que siempre se ha negado a asociarse con alguno de ellos y no era un hombre como pensaban, era una mujer con cara de ángel y cuerpo de diosa.

# Tú eres... Penumbra# dijeron varias voces.

# Lo soy, ahora sal de tu shock y hagamos negocios, te mandaré la cantidad de mercancía que se te tenía que entregar, pero solo porque no quiero lidiar con tener que volarte la cabeza si vuelves a amenazar a mi esposo.# dijo con mucha rabia en su voz, pero con tanta calma que daba miedo.

#En este negocio cosas como esta pasan, tendrás tu mercancía antes del plazo, así que deja tus arranques, por cosas como esta me he negado a trabajar con ustedes, ya que son muy impulsivos y eso pone en riesgo mi organización, me pondré de acuerdo con mi esposo y tendrás tu mercancía, ahora espero que tengan buenas noches# Habló la rubia y tocó el pecho de su esposo diciendo.

# Cariño... te esperaré en el auto, estoy un poco cansada# luego guardó sus pistolas y salió del lugar con las armas de los rusos en las manos.

# Chicos... deben revisar mejor la próxima vez# dijo mirando a los sujetos y les entregó las armas, luego fue directo al auto de su esposo, un chófer le abrió la puerta y ella entró en el vehículo, minutos después un muy serio hombre entró en el auto y miró a la mujer fijamente.

# Hola...# dijo ella con su cara más inocente y el hombre se acercó a la joven y le dijo.

# ¿Qué paso con lo de cero mentiras?# pregunto con su mirada fija en ella.

# Técnicamente, no te mentí, solo lo omití ka verdad# dijo con inocencia y el hombre suspiró cansado para luego decir.

# En este momento me provocan tantas cosas... tengo ganas de llenarte de besos por Lo que hiciste, pero también tengo ganas de ponerte boca abajo y darte de nalgadas y al mismo tiempo tengo unas ganas locas de hacerte mía ahora mismo, que prefieres que haga # dijo con sus ojos entornados mirando a su joven esposo, ya el auto estaba en movimiento cuando la chica le dijo dulcemente.

# Porque limitarte con solo una cuando sabes que me merezco las tres# la chica mordió su labio.

# Para el auto y sal ahora# ordenó a su chofer el hombre, el cual obedeció de inmediato.

El hombre comenzó a besar a su esposa y mientras lo hacía sacó las dos pistolas en sus piernas, la siguió besando y saco un puñal de un liguero que cargaba la chica, luego de eso le sacó el vestido y poniéndola en sus rodillas le dio de palmadas, la joven de inmediato sonrió con satisfacción.

# Te portaste mal mi beba# dijo mientras continuaba, al terminar el castigo, ella se abalanzó a horcajadas encima de su esposo y comenzó a desabrochar su cinturón y su pantalón, y sin previo aviso introdujo el miembro del ojiazul en su interior, besos llenos de lujuria iban y venían, desabrochó su camisa y acariciaba su enorme pecho, lo tomaba por el cuello y sin dejar de cabalgarlo lo besaba y el hombre recorría con sus manos el cuerpo de su beba.

La joven aumentó sus movimientos, los hacía más rápido y con más fuerza, los gemidos de la pequeña Angelina eran un detonador para las emociones y sensaciones de Matteo Leone, esta mujer era una verdadera diosa y era suya

El capo acomodando a su rubia de ojos verdes de manera que él pudiera quedar arriba de ella y comenzó con embestidas fuertes mientras la tomaba del cuello, aquello era pura dinamita, esa mujer era un espectáculo.

# carajo mi beba eres mi perdición # gruñía el capo encima de la mujer mientras la rubia disfrutaba de la ferocidad de ese hombre con su mirada oscura, el hombre maldecía el poco espacio del auto siguió enterrándose en esa joven que lo tenía sorprendido e intrigado, se hundía todo lo que podía en ella y le soltaba una que otra palmada en sus glúteos estaba fuera de sí, pero eso lo causaba ella, trató de detenerse cuando se dio cuenta de que la podía estar dañando, pero Angelina lo tomo del cuello y lo volvió a besar.

# ¿Eso es todo mi Teo, me porto mal y tan pequeño es mi castigo?# preguntó la mujer perdida en placer y se acomodó más en aquel asiento colocando sus piernas en los hombros del sexy hombre de ojos azules.

Los ojos de aquel demonio, de azul intenso pasaron a tornarse más oscuros, el deseo lo había consumido siguió con embates más feroces contra el cuerpo de su mujer mientras comenzó a palmearla aún más fuerte, las marcas rojas en su piel de lienzo eran muy visibles y lejos de causarle dolor la tenían en limbo de placer y satisfacción.

Aquel italiano la tomó del cuello con más fuerza mientras le decía palabras obscenas que le encantaban a la joven, el auto se movía como si un animal salvaje estuviese encerrado y quisiera salir ocasionando un verdadero desastre.

Los hombres afuera se imaginaban miles de escenarios tanto buenos como malos, pensaban que el capo se había cegado de rabia y estaba golpeando a su mujer y en cierto modo si lo estaba haciendo, el hombre golpeaba la pelvis de la joven sin compasión con la de él.

Los amigos del hombre salieron de sus autos preocupados por aquella situación, no querían que él lastimase a la joven rubia, intentaron acercarse, pero el chófer y unos guarda espaldas no dejaron que lo hicieran, sea lo que sea no debían interponerse, gritos resonaban en aquel auto, alaridos de placer.

La cara de los tres mafiosos era de verdadera preocupación, Luca moría por ver qué sucedía, pero no se lo permitían, ellos conocían a ese demonio cuando se enojaba, el frío de la noche y el silencio del lugar daba un aspecto siniestro afuera del coche de los recién casados.

# Maldición mi beba# gritó Matteo antes de correrse dentro de su hembra.

# Matteo# gritó su no tan frágil esposa acompañándolo en su clímax, la mujer bajo sus rodillas y él la acercó a su cuerpo y girándose la dejó sentada en su regazo.

# demonios mujer quien eres# le pregunto el hombre agotado y agitado por la sesión de ejercicio que acababan de tener.

# Soy tu mujer Matteo Leone, eso soy# sonrío besándola y mientras la ayudaba a vestir vio la marcas en el cuerpo de la blanca piel de su beba.

# Creo que me pase un poco# murmuró con culpa mientras ella negaba.

# No esperaba menos de ti, además pudiste haber sido peor# dijo la joven con una dulce sonrisa dejando sorprendido al capo, jamás había conocido a una mujer tan perversa y a la vez tan angelical, ella era un peligro, ya que podía ser capaz de crear un infierno y parecer la víctima de la escena.

Una vez la pareja estuvo vestida, llamó a su chofer y siguieron su camino a la mansión, la mujer estaba acurrucas en los brazos de su esposo y parecía un ser vulnerable al que habían maltratado mucho, el hombre aunque no podía hacer algo sentía mucha lástima de la joven por si cabeza pasaban escenarios horrorosos y en todos el capo había maltratado a la dulce señorita, lo que nadie sabía era que esa mujer era más peligrosa que el propio Matteo Leone.

Una vez pararon frente a la mansión, el hombre cargo a su mujer, el vestido se recogió entre los brazos del capo y se dejó ver los moretones en la pierna de la joven, y en el cuello también había una rojez que delataba un ahorcamiento.

Los amigos del capo trataron de hacerlo parar esa joven se había ganado su admiración y no querían que él la lastimara, aparte de eso ellos no podían dejar que le pasará nada a esa chica, había tres razones muy buenas para eso.

El capo siguió sin prestarles atención y dejó a la joven en su cama para luego preparar la tina y hacerla relajar, volvió a la habitación y ella ya estaba desnuda esperando por él, se odió por las marcas que observaba, aunque parecía que ella no sufrió nada con ellas y más bien las disfrutó.

# La pequeña mujer fue llevada hasta la tina y consentida toda la noche, él necesitaba respuestas, pero ahora solo quería mimarla y hacer que se relajara.

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