Despedida de soltero

La joven salió del despacho y la mujer de cabello rojo la miro con cara de odio, ella le dio una mirada rápida y fue directo a su habitación, la cual estaba tal y como ella la había dejado, dos de las paredes de color blanco y las otras de color rosado, la cama gigantes, estilo colonial y un hermoso sofá curvado de color rosa también.

Al mirar a la cama vio la maleta que trajo consigo y sonrió el día de mañana, sería un día para recordar ella, se casaría con el primo del hombre que le destrozó el corazón, fue directo a su baño y comenzó a relajarse un poco.

Por otro lado, el CEO salió sorprendido de aquel lugar, la mujer sumisa que él esperó encontrar jamás existió, esta mujer no sería la típica esposa enamorada y sufrida, esta mujer solo quería casarse para poder ser libre del mandato de su padre.

Matteo no sabía qué había en esa chica, pero definitivamente llamó su atención igual, no se la pondría fácil si ella haría lo mismo que él, entonces él pasaría su noche de bodas con otra y la dejaría sola para que la joven se sintiera desplazada y abandonada.

Matteo se fue con sus amigos a uno de sus antros dónde tendría tanto sexo como pudiera para calmar su enojo, se puso a pensar en como compraría a la persona que revisaría a su esposa antes y después de la noche de bodas para constatar que fuera pura, él ya tenía la sangre que se echaría en las sábanas, pero debía pagar para que dijeran que si era virgen y también para que dijeran que habían tenido sexo, ya que él no quería tener su noche con ella, tal vez más adelante y tomado consumaría su matrimonio, ya que si bien era cierto que la joven no era fea tanta ropa la hacían ver algo sosa sin contar esos lentes ridículos.

 Ya se imaginaba el vestido de novia de la joven, manga larga de cuello tortuga y una falda amplia con un enorme velo que la cubriera completa y no estaba alejado de la realidad, el vestido escogido por la familia de la novia y la de él era recatado y muy conservador siguiendo los parámetros de vestimenta que ella usaba. Y él había visto a su madre y abuela escogiendo y marcando modelos en revistas del estilo de abuelita, él sabía que debería hacer esfuerzo para poder sentir deseo por esa mujer, aunque sí sintió algo extraño al tenerla cerca, pero ni el mismo sabía que era.

Cuatro guapos caballeros llegaron al antro de lujo llamado Star gold, el lugar derrochaba poder y lujo, las mesas de cristal con asientos de cuero, la barra en era un espectáculo estilo espejo y los asientos en cuero negro, había un DJ famoso y el lugar relumbraba con el movimiento de las luces de colores, los cuatro imponentes hombres pidieron su sala privada, Donato Mancini un hombre de metro ochenta, piel bronceada cabello liso y negro, cuerpo esculpido y una barba que le daba un aspecto de chico malo.

Donato Mancini.

Seguido de él iba Andrés Parisi un hombre alto de cabello negro y ojos también de color negro, su cuerpo muy trabajado y un bigote y barba no muy oscura, pero le daba un aspecto muy varonil.

Andres Parisi.

Luca Russo y Matteo Leone le seguían, eran la sensación de la noche.

Cuatro mujeres abordaron a los magnates y comenzaron a atenderlos de manera cariñosa y fogosa.

Los hombres estaban cada uno con una chica en sus piernas, si no era besándose era recibiendo un relajante oral como lo hacía el líder de la cosa nostra, los otros hombres seguían hablando como si no estuviese pasando nada, luego que las chicas habían atendido a sus clientes fueron despachadas más tarde serían requeridas de nuevo para ir a algún hotel y terminar la noche, tres hombres entraron al lugar y eran nada más y nada menos que Lauro Leone su primo quien lo traicionó con su prometida un hombre alto de buen cuerpo piel clara, ojos color verde y cabello rubio este fue el hombre que le rompió el corazón a la linda Angelina, a su lado lo acompañaban dos socios, Adriano Ricatti y Alejandro Mora.

Lauro Leone.

Los tres hombres se acercaron a la mesa de los cuatro magnates y el rubio comenzó a hablar con el CEO tratando de dañarle la noche.

# Buenas noches, amigos, buenas noches, mi querido primo# Dijo el rubio a modo se burla ganándose una mirada se odió de parte del ojiazul.

# Que haces aquí imbécil # preguntó de manera tajante Matteo y su primo sonrió irónicamente.

# Mi abuela me avisó que mañana te casas con mis sobras y quise venir a felicitarte o mejor dicho a preguntarte el porqué te gustan tanto las zorras, digo, tu antigua prometida era una experta en mamadas# dijo el hombre y el ojiazul quiso golpearlo solo que sus amigos lo detuviera y lograron calmarlo.

# Que sucede te duele la verdad, sabes por qué la dejé, porque se vendió ante mí cómo una santa y no fue más que una maldita y asquerosa perra, me engañó a mí que me amaba igual que yo a ella, imagínate que te tocará a ti que eres una obligación.# dijo y Matteo aunque no sabía por qué sintió rabia al escuchar como la llamaba ese idiota.

# Cállate o te parto la cara, la dejaste plantada porque no eras lo suficientemente hombre para complacerla# dijo riendo Matteo.

# Maldito bastardo, fui yo quien la dejo y sabes algo, nunca dejará de amarme, lo escuché de sus labios el día que la planté# dijo burlándose y Matteo apretó sus puños.

# Como sea a partir de mañana gritara en mis brazos # dijo con arrogancia.

# no me hagas reír, te están obligando, lo sé, sabes que, quédatela, es muy sosa y aburrida, mírala, parece una abuela, te aseguro que su lencería de mañana será muy sexy# soltó una carcajada y se burló.

# jódete, Lauro#gritó.

# No, jódete tú, mañana cuando la revisen te dejaré en mal con todos y así trates de alegar que estuvo contigo, antes lo desmentiré, muchos saben de nuestra casi boda.# dijo riendo y se alejó, con sus socios, el ojiazul golpeó la mesa agarro un trago y se lo tomó de un solo golpe, luego camino y tomo de la mano a la chica que tenía en las piernas y se fue directo a un hotel.

El CEO llegó a su suite y tiro a la chica en la cama le arranco la ropa y la embistió sin aviso previo haciéndola gritar de placer, la chica intentaba besarlo, pero jamás lo permitió, le dio la vuelta y la penetró desde atrás tantas veces que terminó agotado a las tres de la madrugada, pidió una ropa para la chica se la tiró encima y le pidió que se largara, estaba molesto por lo que su primo le había dicho en unas horas se casaría y no había contactado a las personas que revisarían a la chica para pagarle y no quedar en mal, el CEO se acostó de nuevo y decidió ocuparse más tarde del problema.

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