Capitulo 7: Problema

NOTA IMPORTANTE: chicas mías. Recuerden, está novela puede ser fuerte para algunas, por eso le di la advertencia de que sería un +18, si no le gusta esa categoría, pueden dejar de leer, no hay problema. Esta novela solo es de entretenimiento y fantasía. Lo vuelvo a recordar para no tener problemas después. Espero que disfruten el capítulo 🤗

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Separándome del beso. El emperador sostenía mi cuello queriendo más mis labios. Yo lo detuve brevemente, me dejaba sin aire tras un largo rato de besarnos.

— espere...

— No quiero. Ahora no estoy de humor para soportarte.

— jamás lo estás.

Tomando mi cabello, lo jala brevemente hacia atrás.

— deja de hacer eso. Elenor.

— ¿Que cosas?— sabía lo que hablaba, él no quería que le lleve la contraria, pero debía de hacérselo, así le demostraban que no era como las demás sirvienta que le tenían miedo.

Me amenazó con lo siguiente.

— puedo buscarme a alguien mejor que tú, alguien que sí obedezca mis órdenes-...— gimió, tras haberle tomado sin avisar su bestia suavemente.

— su majestad. No habrá nadie como yo. Créame que le dijo que no habrá nadie como yo...

Siguiendo con los suaves movimientos, él se recuesta contra la pared del muro y me miraba fijamente, jamás le aparté la mirada, dejándose llevar por ese sentimiento placentero. Pero, tenía que comprobar sus palabras. Solté su miembro y me aleje de él, dejándolo confundido por mi reacción repentina.

— está bien. Si usted ya no desea estar conmigo, es preferible dejarlo hasta aquí.

Al salir del agua, escuchó que vine detrás de mí. Pensé que me sacaría como acostumbra hacer cuando se enoja. Pero no, me arrinconó contra la pared dándole la espalda. Su susurro cerca de mí oído me deja con un escalofrío.

— no... No te irás tan fácil. No puedes dejarme así. No que una vez que me has tocado de esa manera. Tus suaves manos sobre él me ha dado una nueva sensación... Que me gusta.

Lo sabía, está cambiando lentamente, eso significa que este podría ser el camino para quitarle su maldición. Me volteé con un rostro serio y tome nuevamente su miembro

« Tal vez sea ruidosa, molesta y testaruda. Pero no pienso irme de aquí hasta encontrar su salvación. Si me remplaza, no podrá quitarse la maldición. Sé que él no es así. Debe haber un hombre maravilloso dentro de esa maldición que no permite que salga. Sé que no eres así... La maldición te obliga ser como eres...»

— Elenor...— susurraba ese nombre con gemidos incluidos.

Los suaves y lentos movimientos que le ofrecía cada vez era más rápido. Sus voz llena de placer me comprobaba que lo estaba disfrutando. Hasta que llegó un momento en el que fluyo tanto su éxtasis que llegó a su orgasmo en mi mano.

Su respiración era rápida, pero controlada, me tomó en sus brazos y me beso despacio, obligándome a arrodillarme junto a él, y unidos en el suelo besaba mi cuello y descendía por mis senos, poco a poco caía completamente al suelo. El bajaba por mi abdomen y gimos fuerte al ver su cabeza debajo de mi intimidad. Tanto era el placer que entre los jadeos que emitía, algo que siempre cuidada en pronunciar sale de mis labios.

— ale... Alessandro...— rápidamente tape mi boca con ambas manos.

— ¿Que fue lo que dijistes?...— se levantó de donde estaba.

¿Por qué era tan grave mencionar su nombre?... El emperador Alessandro no le gustaba para nada que le pronunciara su nombre deliberadamente o sin su permiso. Era una cuestión de privilegio en esta época, o mejor dicho una falta de respeto si alguien como una sirvienta como yo lo decía.

— No tienes derecho a pronunciar mi nombre... Ya he tolerado mucho de tí. Veo que he sido muy dócil contigo, tanto que has tomado confianza conmigo, algo que no permito.

Extrañamente se levantó, no me hizo nada, no me dirigió la palabra, absolutamente nada.

— espera...— susurré algo asustada. No entendí su reacción recién. De rodillas tocaba mi frente tan arrepentida de haber pronunciado su nombre— ... ¿Que hice?...

________ al día siguiente.

No había visto al emperador desde esa vez que pronuncié su nombre. Preguntaba por él a través del mayordomo. Pero él solo me respondía con su absurdo silencio.

Durante todo el día estaba así. No me buscó ni llamó. Me hacía entender lo grave de la situación.

Tal vez sea una oportunidad para irme de aquí y dejarlo todo. Pero no quería abandonarlo, no después de que me mostro un pequeño indicio de cambio en su actitud.

Dejé que pasara un día más. Quería estar segura de que bajó la guardia. Al frente de habitación me encontraba. Antes de tocar la puerta una voz muy diferente escuchó que proviene de adentro. Era masculina y con el acento ruso-aleman pero diferente del emperador.

Veo por la cerradura de la puerta a dos personas, el hombre que estaba hablando y... Una mujer. Su atuendo era de una sirvienta como él mío.

— ella es Vanessa. Será tu nueva doncella. La carta que me enviaste se trataba de eso ¿No?... Quiero que sepa que ella si será obediente y se comportará mejor que la que tenías antes.

Esa doncella habla.

— estoy lista para seguir sus órdenes. Su majestad.

— despide a esa sirvienta rebelde... Alessandro. O mejor dicho, me la llevaré de vuelta a la capital.

— ¿Que harás con ella?...— preguntó el emperador.

— tal vez ejecutarla. Dijo tu nombre deliberadamente ¿No?... Es una ofensa grave a la corona.

En ese instante, mi corazón se detuvo por un par de segundo para luego latir el doble de rápido.

«¡¿Ejecutarme?!... ¡Otra vez moriré por mi descuido!... Si me quedo aquí, ese hombre me llevará con él. Y estoy segura que el emperador no hará nada para impedirlo. Al final, si cumplió su palabra de reemplazarme. Fuí demasiado ingenua. Demasiado tonta al querer cambiar a un personaje escrito para ser villano... Pero...— me tomó del pecho fuertemente—... ¿Por qué me duele?..

Sabía que era así, por qué...»

— ¡¿Quién está ahí?!...— la voz de ese hombre me hizo sacar de mis pensamientos para moverme rápidamente de ahí.

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muchas gracias por leer. No olviden apoyar la historia si le ha gustado. Con solo su me gusta es más que suficiente

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