Catorce

Dejó un mensaje para ti.- le dijo Gabriel.

Greg volvió a removerse en la cama al escuchar las palabras de su hermano, si Ninete había estado allí a dejar un mensaje era porque Mariana no había podido venir ella personalmente, era que algo había sucedido.

- ¿Un mensaje?- repitió.

- Sí, mencionó algo de un tal Renato, que vas a estar feliz cuando estés con él.

- Mi hijo ya nació. - lo escuchó decir el hombre de pie junto a la cama y  comenzó a ver como de los ojos ya apagados de su hermano empezaron a salir lágrimas- Ya esperé como te prometí, ahora si puedo morirme feliz, perdóname mi amor, perdóname.

Gabriel fue a preguntar de que hijo hablaba, pero de repente todos los aparatos a los que estaba conectado Greg comenzaron a sonar y un enfermero y una doctora entraron corriendo, únicamente para escuchar un pitido constante y ver en el monitor principal una línea que indicaba que el paciente había fallecido.

- ¿Qué pasa?- les gritó Gabriel con angustia- ¿Por qué no hacen nada?- tomó al enfermero de su ropa y lo zarandeó desesperado al ver que su único hermano moría y ellos no luchaban por devolverlo a la vida.

- Por favor señor cálmese, no podemos hacer nada, el paciente tiene una orden de no resucitación firmada, puede ir conmigo si lo desea y se la mostraremos, lo hizo desde que supo de su enfermedad.- la doctora intentó que recapacitara tomándole las manos antes de que lastimara al enfermero.

Gabriel soltó su agarre y se sintió miserable, su hermano, su único hermano había muerto pero él no le había dicho cuanto lo quería, pensó que aún le quedaba tiempo, que lo llevaría a casa con su madre y que allí podrían decirle que hacía años que lo extrañaban, que nunca habían dejado de amarlo y ahora ya no podía hacer nada de aquello.

El hombre fuerte y orgulloso cayó sobre el sillón que estaba en la habitación y puso sus manos en la cara.

- Déjennos solos- ordenó más que pedir y las otras dos personas lo complacieron.

Gabriel se levantó y fue hasta la cama de hospital y con mucho cuidado se sentó, pasó la yema de los dedos por los rastros de lágrimas que quedaban en el rostro demacrado y sin vida de su único hermano y lloró junto a su cadáver como si fuera un niño.

Tantos años perdidos sin un abrazo, tanto tiempo gobernado por la soberbia de una familia que por creerse superior al resto de los mortales no podía mirar a un lado y darse cuenta de que todos tenemos derecho a ser felices a nuestra manera.

- Por eso te dejamos solo- le susurró- Si cuando reclamaste la herencia en vez de desentenderme de aquella mujer con la que vivías hubiera venido a apoyarte esto no habría pasado,  o al menos no tan pronto.- las manos de Gabriel seguían recorriendo el rostro de su hermano- Pero te prometo que nada se va a quedar así,  esa mujer va a pagar todo lo que sufriste, ese dinero que te robó va a devolverlo con intereses, y cada una de tus lágrimas va a sentirlas como suyas.

El hombre se limpió el rostro y caminó por la habitación que se había vuelto tan fría como la nieve y llegó hasta la puerta.

- Ve y resuelve todo para llevarnos el cuerpo de mi hermano, no quiero estar ni un minuto más en este lugar.- la orden estaba dada, su hermano iba a descansar junto a su familia, junto a su padre, su madre esperaba porque él lo llevara a casa y eso haría.

No había pasado mucho tiempo desde la muerte de Greg cuando el abogado de la familia Cesare apareció en el hospital, él tenía un documento firmado como primer contacto a notificar cuando algo así sucediera, pero se encontró con que los trámites para el traslado del cuerpo ya habían comenzado.

- Señor Patel, mis condolencias. - el abogado quiso hablar con el hermano.- Soy el abogado de la familia Cesare, me han comunicado que el señor Greg ha fallecido.

- Sí, lamentablemente no se equivoca, pero no entiendo que tiene que ver el abogado de esa familia con mi hermano y el porqué de que le avisen a usted. - Gabriel sabía que en el mundo de los negocios en los que él se movía el apellido Cesare era como mencionar al mismo Dios por eso no le quedó más remedio que atender al hombre.

- Su hermano fue presidente de una de nuestras empresas.- le dijo el abogado como pretexto.

- Lo supe, pero también supe que lo despidieron, así que sigo sin entender.

- Pero su despido no fue por nada que tuviera que ver con su trabajo, fue por algo personal con el heredero de la familia.- el hombre intentaba explicarse sin llegar a cometer una indiscreción.

- Está bien, gracias por su aclaración, ahora dígame a que debo su presencia aquí.

- Bueno a pesar de las diferencias que existieron nada más que fue de conocimiento de la familia el estado del señor Patel este recibió ayuda de inmediato, yo mismo lo traje hasta este hospital y puse todo a disposición de su atención, no sabíamos de su presencia aquí, por eso nada más fallecer su hermano fui notificado.- el abogado intentaba ser lo más protocolar posible, él sabía bien quienes eran los Patel, eran gente orgullosa que pensaba que los demás solo existían en el mundo para servirles- Entonces le pido si pudiera usted informarme de cuales serán sus pasos para yo notificar a la familia Cesare.

- Mi hermano será trasladado hasta nuestra casa, allí se llevará a cabo un pequeño velatorio y después será enterrado junto a mi padre, para que mi madre pueda estar junto a él. - Gabriel no estaba acostumbrado a dar explicaciones y menos a un abogado, pero que una familia como la Cesare se tomara ciertas molestias llevaba atención- En nombre de la familia Patel agradezca a la familia Cesare y dígales que espero alguna vez encontrarnos para agradecer personalmente.

El abogado no necesitó más para saber que con eso el hombre daba por terminada la conversación y se dispuso a marcharse, aún debía subir otros dos pisos a ver a Mariana y estaba seguro de que la chica no sabía nada del fallecimiento de Greg.

- Su agradecimiento llegará hasta mis representados señor Patel, otra vez le doy mis condolencias en mi nombre y en el de la familia Cesare, y hágalo extensivo a su madre.

El abogado hizo un gesto con la cabeza y se retiró.

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