ENCUENTRO

Mientras tanto en el aeropuerto de Marsella Miguel se baja del avión privado y llega donde su asistente Carlos quien es el único que sabe que ese día volvía porque quería darle una sorpresa a su abuela y mamá

Carlos:- señor Miguel bienvenido, ¿a dónde vamos?

Miguel:- hola Carlos, vamos a la mansión, me quiero bañar antes de darle la sorpresa a mis reinas

Carlos:- con gusto señor

Se suben al auto y Carlos le da al conductor el destino

Cuando Miguel llega a la mansión Cielo estaba en la cocina y no se encontraron

Miguel subió a bañarse, pero al salir de la ducha corroboro que alguien estuvo en su habitación, ya que no vio polvo a su alrededor, se le hizo extraño, pero decidió que le preguntaría a la mamá cuando la viera más tarde

Con ese pensamiento bajo de la habitación, pero se sorprende al oír ruidos en la cocina y sigilosamente se acerca para encontrar a una chica preparando algo de comida y se veía feliz aunque de espaldas a él

La extrañeza de Miguel se convirtió en ira al ver una intrusa en su hogar, ya que Cielo al pensarse sola en la mansión decidió llevar unos pantalones cortos y una blusa de tirantes para estar cómoda y no sudar mucho al estar de un lado a otro limpiando

Al ver que la chica se estaba acomodando en la barra de la cocina sin darse cuenta de su presencia, como Miguel se siente ignorado da un paso dentro de la cocina y empieza a recriminar su presencia

Miguel:- ¿quién eres?, qué haces aquí?, por qué te comes mi comida?

Cielo casi se cae del susto, se iba a sentar, pero del grito se giró para encontrarse con un hombre guapo que parece esculpido por los mismos dioses ella quedó en shock por unos segundos hasta que Miguel la tomo bruscamente de los hombros para volverla a la realidad, cuando sus cuerpos se tocaron juntos sintieron una corriente recorrer todo su cuerpo, Miguel soltó rápidamente a Cielo y le volvió a gritar

- ¿quién te crees para estar en mi casa?

Cielo reaccionó diciéndole:- buenas tardes, señor Miguel, mi nombre es Cielo Gallegos, estoy aquí para limpiar la mansión por orden de la señora Paula, no me creo soy una empleada de ROA&CIA y me asignaron cuidar este lugar

Ante su respuesta Miguel quedó aún más extrañado porque su madre no le había contado nada aún, de contratar una sirvienta para su casa, pero antes que él dijera algo Cielo continuo: y además está no es tu comida, en esta casa no había nada para cocinar y tuve que comprar víveres que por cierto aquí son caros y pude comprar solo un poco, no tienes por qué tratarme mal

Miguel se sorprendió por la manera en que Cielo le hablo pues por su postura y forma de ser no permite que nadie lo insulte y está muchachita simple no puede ser la excepción

Al percatarse de la comida en la mesa, pensando como hacer para que está mujercita no fuera tan insolente con él. Cogió el plato para quitarle su comida porque es su casa y allí manda él

Al coger el plato ella se enfureció, pero antes que pudiera decir algo él ya se había ido con su comida, solo pudo hacer más comida para ella, decidió no molestarse con la forma de ser de su jefe

Cuando Miguel provo la comida le encantó, pero se reprendió a sí mismo por ello no debería estar aceptando que otra persona esté rodeando su hogar sin su consentimiento

Ya arreglaría cuentas al ver a su madre pero por ahora iba a dejar tirado ese manjar que aunque delicioso no debía permitirse que lo manipularan tan descaradamente

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