Adir parte 4

Así paso toda la mañana hasta el atardecer llegando siempre al mismo punto, donde había una explosión, no se detuvo con excepción para comer, al fin y al cabo a él le gustaba tanto comer como a Adir, tal vez un poco menos que Adir, ella comió fascinada su comida y simplemente se quedó sentada en la cercanía de Aziz viendo el bosque intentando entender que es todo lo que había en este planeta o mejor dicho estaba fascinada con lo que lograba la naturaleza y la humanidad, Aziz mientras entrenaba también veía a Adir de una manera que lo hizo pensar que tal vez Adir lo que buscaba era conocer el mundo, para él era normal ver un bosque, una casa, una comida caliente, un hogar, pero para Adir todo esto era desconocido por el modo de vida que tuvo, Aziz al pensar en todo esto no se podía concentrar totalmente en su entrenamiento y cuando estas ideas no lo dejaban pensar en nada más, decidió terminar por el día.

— Haa, ya no puedo más —decía jadeando —creo que ya es hora de volver.

— Muy bien —decía con total sumisión y aceptación.

Mientras Adir se levantaba Aziz entendí que para Adir las ideas de hacer cosas que no le ordenaron o no estaban sujetas a sus reglas ni siquiera cruzaban su mente.

— Ya sé cómo aún tenemos tiempo porque no recorremos un poco el lugar, conozco bien el lugar y hay lugares preciosos sabias.

— ¿Qué?, pero solo veníamos a entrenar, aparte esta lo esto y lo otro —decía Adir de manera nerviosa.

— Tranquila tienes mi beneplácito, tú no te preocupes.

Adir se le quedo mirando sin saber que hacer, Aziz al notar su cara tomo su mano y la llevo a pasear el bosque, Adir quedo estupefacta por las maravillas de los lugares, pudo tocar el agua del lago que tanto le enseñaron, pudo ver y acariciar a los animales los cuales siempre anhelaba, pudo escuchar el sonido de las aves sus cantos, que tanto se ignoraba, quedo impresionada de las bellezas que siempre se veían como datos, por fin empezó a entender un poco lo que era que cada vida tiene un gran significado desde la más pequeña hasta la más grande.

En el camino de vuelta Adir no dijo ninguna palabra pero en su rostro se notaba lo feliz y agradecida que estaba, tenía una expresión tan notoria, pero aun así ni ella misma se había dado cuenta de la expresión que tenía, mientras veía eso yo me preguntaba consecutivamente “porque, porque se les mantuvo en una ignorancia del mundo, porque ahora las enviaron, porque les dieron ordenes tan ambiguas, estará probando como se desarrolla la especie de Adir, pero entonces porque prohibirle tantas cosas, hay tantas cosas que no entiendo y al mismo tanto que estoy conociendo con Adir”

Ya una vez en la casa, terminaron de cenar Aziz retiro todo y prendió la computadora.

— Oye, ¿Adir? ¿Todavía tienes poder, ¿verdad? —preguntó Aziz.

— ¿Quién crees que soy? Tengo un poder mucho más grande que este —respondió Adir.

— En ese caso, ¿te gustaría asistir a la universidad? —propuso Aziz.

— ¿Eh? —expresó sorpresa Adir.

— Hey, ¿acaso no recuerdas cómo te sentiste hoy? En la universidad podrás adquirir un gran conocimiento del mundo, además de hacer grandes amigos. Será una experiencia única —explicó Aziz.

— No lo entiendo. ¿Cómo confías tan fácilmente en mí? —preguntó Adir.

— No puedes interferir, ¿verdad? Es decir, tampoco puedes dañar a los humanos —señaló Aziz.

— Pero ¿cómo estás tan seguro de eso? —cuestionó Adir.

— Bueno, la verdad es que siempre he sido bastante bueno para juzgar a las personas rápidamente. Aunque, en realidad, creo que no es eso. Creo que se debe a que me recuerdas mucho a mi hermana —reflexionó Aziz.

— Sabes, yo no soy una humana. No deberías juzgarme como una —señaló Adir.

— Que digas eso demuestra que nos parecemos más de lo que crees —comentó Aziz.

— Bueno, si tanto insistes, creo que podría intentarlo —aceptó Adir de manera dócil.

— Entonces, debemos ver a qué carrera meterte, en qué rama te facilitaría más.

— ¿Todas?, respondió Adir.

— ¿¡Todas!? ¿Acaso los demonios son superdotados o algo así? —se sorprendió Aziz.

— Los demonios tenemos la capacidad de aprender sumamente rápido el conocimiento. Bueno, eso, y nos enseñan lo básico de los humanos antes de partir aquí —explicó Adir.

— En ese caso, ¿qué es lo que más te interesa o te gusta? —preguntó Aziz.

— Eso es fácil, tú me interesas —admitió Adir.

— ¿Eh? Sabes, no estoy hablando del experimento —aclaró Aziz.

— Lo siento, jajajaja, pero no sería mejor si fuera a tu misma carrera, mejor dicho, quiero ir a la misma carrera que tú —expresó Adir.

— ¿Estás segura? —preguntó Aziz.

— Sí —afirmó Adir.

— Bueno, supongo que está bien. En ese caso, solo faltaría que uses tus poderes para alterar la información y aparecer registrada en la universidad —sugirió Aziz.

— ¿Eh? —se sorprendió Adir.

— Oye, vamos a ver. Cuando nos conocimos, hiciste aparecer dinero de la nada. No creo que esto sea mucho más complicado —señaló Aziz.

— Pero eso fue eso y esto es esto, son cosas distintas —dijo Adir.

— Bueno, si lo haces, te podría comprar un pastel —ofreció Aziz.

— ¿Un pastel? —se sorprendió Adir.

— Es un postre delicioso, mil veces más rico que el chocolate —explicó Aziz.

— ¿Eh? Eso debería ser trampa, pero algo 1000 veces más rico... Ah, ya bueno, pero solo por esta vez —aceptó Adir.

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