CAPÍTULO 14

Fausto los observó y aunque le rompió el alma. Negó con la cabeza.

—Lo siento, pero no es conveniente. Será mejor que comas algo ligero.

Máximo Jr. se acercó a su madre y le acarició el rostro, le dio un beso en la mejilla.

—Entonces cuando estemos en la clínica te compraré algo ligero, debes alimentarte bien.

Ellos aún estaban en la ambulancia. Celina iba acostada en la camilla y los doctores y los enfermeros iban a los lados de ella, mientras su pequeño iba sentado en un lado.

Celina no pudo evitar sonreír y atraer a su hijo hacia ella y estrecharlo en sus brazos. Mientras algunas lágrimas salían de sus ojos.

—Está bien, mi pequeño gigante, pero bebé no te alejes, recuerda que estamos en un lugar desconocido.

—Si mami, pero no te preocupes mami. Mi coronel estará conmigo. Le voy a decir que me acompañe. A veces, me pregunto ¿quién es el verdadero empleado?, y ¿quién es el jefe? Ja, ja, ja.—le terminó de decir el pequeño entre risas, pero segundos después esa sonrisa desapareció.

Porque Máximo Jr. recordó la llamada entre el coronel y su madre. El pequeño sintió un rastro de angustia en su pecho. Él no entendía ¿por qué siempre ha vivido con esa sensación de abandono?

Siempre ha sentido miedo de perder a su madre y ahora siente el mismo miedo de perder a su padre postizo, porque era evidente de que en algún momento, su Coronel debe marcharse, debe regresar a su vida cotidiana y él no es parte de esa vida.

Estos pensamientos hicieron sentir muy tristes al pequeño. Pero entendía que solo debía agradecer por lo que este ángel militar está haciendo por su madre y hasta por el mismo.

Entonces un suspiro salió de sus labios y atrajo la mirada de su madre hacia él, volvió a atraerlo hacia ella hasta recostarlo en su pecho y comenzó a acariciar su cabello, para después susurrarle:

—Te gusta estar con ese señor. ¿Verdad?

El pequeño asintió y escondió la cabeza en el pecho de su madre, antes de responder.

—Es mi mejor amigo y lo voy a extrañar mucho cuando se vaya. Pero lo mejor es que tú vas a curarte y volveremos a ser nosotros dos contra el mundo.

—Claro que sí, mi pequeño gigante. Juntos, nos comeremos el mundo. Aunque no creo que ese señor se aleje de ti.

El pequeño levantó la mirada hacia su madre y mostró un destello de emoción en sus ojos.

—Si tienes razón, mami te inscribí en una competencia. Debes hacer el mejor pasticho y ganarle a mi abuela.

Celina se ahogó y comenzó a toser

—¿A tu abuela? —le preguntó Celina, sintiendo su corazón latir desenfrenadamente.

—Sí, mami. El coronel me dijo que podía ser mi padre, hasta que tú te recuperes. Después voy a ser su soldado. Pero dice que su madre cocina el mejor pasticho y le dije que eso es mentira. Nadie puede ganarte, ¿verdad, mami? —le preguntó su hijo, mirándola con esos hermosos llenos de orgullo.

Celina no pudo evitar soltar unas lágrimas de alegría.

Ella a veces sentía que no merecía todo ese amor y esa devoción de su pequeño hacia ella, que solo le ha dado angustias y le ha robado su infancia.

Él tiene solo dos años y aunque por su condición de niño genio es como cinco años más avanzado. Él no deja de ser un niño. Y ella, desde que se enfermó, se dedicó a prepararlo para sobrevivir solo y por eso, lo ha llenado de conocimientos.

Su plan era que, cuando ella muriera, su pequeño viviera con el doctor Fausto, que es un gran amigo  que ha sido muy bueno con ellos. Pero Celina quería que adicional a eso, el pequeño tuviera herramientas para que no dependiera tanto de su padrino.

Pero a veces, Celina siente que le ha frustrado su infancia. Sin embargo, ahora una nueva luz de esperanza se asoma a su vida y su Dios decide darle otra oportunidad. Ella luchará por darle todo a su hijo, incluyendo el amor de su padre.

Celina miró los hermosos ojos de su hijo y le acarició la mejilla antes de retomar su conversación.

—Entonces deberás comer mucho pasticho, porque voy a practicar mucho y poder ganarle.

—¡¡Sí!! Yo encantado, de ayudarte. —le dijo el pequeño, mientras se relamía los labios.

Ellos comenzaron a reír, atrayendo la atención de los médicos y los enfermeros que, hasta ahora, venían hablando entre ellos.

Algunos minutos más tardes, la ambulancia se estacionó y primero se bajaron los médicos, después los enfermeros, posteriormente Fausto ayudo al pequeño a bajarse y por último bajaron la camilla.

Pero Celina, al salir de la ambulancia, busco a su pequeño con la vista y lo vio parado al lado de su padre.

"Dos gotas de agua" —pensó ella, pero cuando pasó por el lado le susurró a Máximo.

—"Gracias" Cuida a nuestro hijo.

Máximo asintió, aunque estaba algo sorprendido de la apariencia de la mujer. Ella parecía haber recuperado algo de vida. Ya su semblante no era el de un fantasma. Seguís estando igual, pero su expresión era relajada y alegre.

Él no podía dejar de mirarla. Máximo sentía gran admiración por ella, le recordaba tanto a su madre, cuando se quedó sola con ellos.

Él siempre ha querido encontrar a una mujer así para él. Máximo quiere darle a sus hijos el mejor regalo que le dio su padre a ellos. Su madre, su hermosa guerrera, fuerte y luchadora.

Celina aún tenía su mirada fija en él y Máximo le correspondió a sus palabras con un asentimiento de cabeza y abrazó al pequeño junto a él.

La mujer desapareció por los largos pasillos y entonces fue que Máximo fijo la mirada en su pequeño.

—¡Hey! Grandulón. No te enamores de mi mami. —le dijo su pequeño soldado, mientras lo señalaba con el dedo.

—¿Qué dijiste? —le preguntó Máximo al niño.

—Que conozco esa cara de idiota, es la misma que pone mi padrino cuando la ve.

Máximo usó esa información para confirmar lo que era evidente. Ese doctorcito estaba enamorado de su paciente. Entonces una minúscula incomodidad se alojó en el pecho de Máximo.

Pero él debía disimular y entonces, levantó al pequeño en brazos, para hacerle cosquillas.

—Tu madre es hermosa, pero yo no la conozco, ¿Cómo voy a enamorarme de ella? Además, con ese perro guardián, ¿quién va a querer acercarse? Ja, ja, ja.

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Comments

Maria Meza Ybarra

Maria Meza Ybarra

que para año nuevo Maximo lleve al pequeño a casa l pequeño 🙏🙏.
si no va que toda la familia vaya a Rusia y puedan compartir todo en familia. 🥰🥰🥰🥰.
una abuela babosa
un abuelo orgulloso
y tíos consentidores. ..
el pequeño de no tener a nadie aparte de su madre y padrino pasará a tener un batallón por familia ❤️❤️❤️❤️❤️

2024-03-10

60

Violeta Arone

Violeta Arone

de verdad se va a sanar? /Cry//Cry//Cry//Cry/

2024-04-19

6

silvia

silvia

No papa ya veras q te iras con tu papi haber a tus abuelos y tíos claro con mami tambien😊

2024-05-06

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