paseo por el pueblo y su cultura

Luego del desayuno salimos a recorrer el pueblo,

fuimos al museo donde tienen las momias de Guanajuato, paseamos por el mercado donde los artesanos exponen sus prendas en plata, los diferentes puestos de flores que se cultivaban en Mi niña Mónica, los lugares visitados eran grandiosos, mi hijo le gustó y le dijo a mi madre que cuando regresará de esa máscara que llevaba puesta iban a hacer unas prendas para sellar una etapa pasada y que no volverá, todo era muy hermoso, Eduardo me llamo, ya que tenía que regresar, no me quería dejar, pero tenía que viajar dentro de dos días, Enrique le dijo que nos íbamos todos que él había hablado en Houston con un profesor amigo del especialista en cirugía estética que trataría a su abuela y que ellos viajaría directo asia allá, que después que nos dejara instaladas él regresaría a Nueva York para hacerse cargo de todo, que Federico estaba haciendo buen trabajo, pero que no lo quería dejar mucho tiempo al frente, Eleonora llamaba todos los días a su hijo para apoyarlo moralmente, yo hablé con mi madre lo de la cláusula y me dijo que desconocía lo que mi padre había hecho a sus espaldas, pero que ella sabía a quién le preguntaría eso que ella ayudaría a solucionar esa maraña.

Hoy voy al aeropuerto a despedir a Eduardo, no sé porque me dió una tristeza al verlo subir al avión, antes de entrar lo llamo y le digo, espérame no me traiciones tú eres mi apoyo no me faltes, él me abrazo me seco las lágrimas y me dijo nunca te e traicionado y no lo are yo a ti te amó, le di un beso y le dije yo también.

Sin darme cuenta le confesé un sentimiento oculto dentro de mi corazón, mi hijo se sonrió y le dijo a su padrino vete tranquilo yo té la cuido, nos separamos con una bella promesa, después que Voy de regreso a la casa de mi madre es que me doy cuenta lo que había hecho, el tener que no tener a Eduardo a mi lado me di cuenta cuánto lo extraño, le conté a mi madre y me dijo que ella se había dado cuenta de que yo lo amaba y que el también me quería que ella se había dado cuenta. Mi buena Eleonora solo me dijo que ella lamentaba que Federico nunca me valorara como mujer y que yo merecía ser feliz con un buen hombre como su sobrino, que ella esperaba que su hijo encontrará una buena mujer en su vida, pero que tenían que solucionar lo de mi divorcio cuánto antes.

Enrique lo siento muy feliz, creo que siempre espero que Eduardo y yo nos diéramos cuenta que somos el uno para el otro, lo que pasa que no sabía diferenciar lo que sentía por Eduardo, cosa que nunca sentí por Federico, el nunca me quiso solo fui un objeto que le impusieron, pero nosotros nunca sentimos amor ya que todo fue una obligación de su padre pero eso se acabó. Yo voy a seguir mis sentimientos.