Fue tu peor error

Jimena tomó dos copas de vino tinto de encima de la mesa. Sus ojos negros no podían desviarse del hombre delante de ella.

Ágilmente, Jimena da dos pasos al frente. Sabía que Mario sería incapaz de rechazarla delante de su padre.

Ambos han hecho grandes negocios y no le convenía comenzar con el pie izquierdo.

______ Señor Wlop, por favor, acompáñeme a beber una copa. Ya que no puede hacerlo en un sitio mucho más privado.

________ Será un placer, señorita Wilson.

_______ Dime Jimena. No hace falta tanta formalidad. ______ Insistió la chica.

_______ Jimena. _____ Susurró Mario.

Mario tomó una de las copas que llevaba Jimena entre sus manos. La chica colocó delicadamente su mano en el brazo de Mario. Mario le gustaba mucho, y no se iba a detener solo porque estaba casado.

Su sonrisa seductora enamoraría a cualquier hombre. Sin embargo, no causaba ningún efecto en Mario.

Antes de Jimena, Mario había conocido a muchas mujeres igual que ella. Conocía perfectamente, sus armas, las cuales ya no hacen ningún efecto en él. Jimena era una más, sin importar de quién es hija.

Por ahora estaba encaprichado con una solo mujer. Una fiera indomable, una chiquilla con carácter rebelde. Una mujer que le ha robado hasta el sueño. Lo que ninguna mujer había podido hacer en muchos años.

_______ Es una verdadera lástima que un hombre como usted esté casado, jamás me lo hubiera imaginado.

______ Esa mujer tiene mucha suerte de poder disfrutar de la compañía de un hombre como usted, señor Wlop.

_______ No es para tanto. Soy un hombre como cualquier otro. ______ Respondió Mario.

Jimena pasó su mano por encima de la camisa de Mario, sus labios fueron acercándose a los de él.

Mario esquivó a la chica, bebiendo de un solo tragó el vino en la copa. Dejando vacía la copa encima de la mesa.

_______ Hablemos de usted, señorita Wilson. ¿Es la única hija del señor Wilson?

Jimena elevó un poco más la mirada, su sonrisa se borró un poco, y luego contestó.

______ No lo sé. Los hombres como papá y usted, siempre tienen hijos regados... De algo sí estoy segura, señor Wlop, es que mi madre fue el gran amor de mi padre, y por eso, tengo un lugar muy importante en su corazón.

Mario se quedó callado, su mirada se desvió a donde está César hablando con los demás hombres. No había duda de que hay una grande diferencia entre él y su hermano José.

______ ¿Qué tanto miras a papá? _____ Preguntó Jimena con seriedad.

Mario bajó la mirada, sus ojos negros no mostraban ninguna emoción. Vio a la chica a los ojos, y dijo.

______ Debo irme, fue un honor pasar tiempo con usted.

Mario soltó la mano de Jimena de su brazo. La chica ya no insistió, por último, enredó sus manos en el cuello de Mario, y acercó sus labios marrones a los de él.

Con un simple movimiento de su cabeza, Mario esquivó el beso. Jimena atónita soltó lentamente sus manos, y forzó una sonrisa molesta.

Sin decir nada más, se alejó de Mario y fue a lado de su padre. Mario sacó el celular mirando varias llamadas perdidas...

De inmediato, marcó a la mansión de su abuela. Presentía que algo malo le ha sucedido a Elizabeth.

_______ Dime qué ha pasado.

________ La señora Elizabeth no aparece por ninguna parte...

Mario apretó con rabia su celular. Su respiración se volvió agitada. Sus ojos eran los de un demonio furioso. ¿Por qué, tenía que hacer estas cosas? Tan difícil era para ella mantenerse quieta.

Sin decir nada más, colgó la llamada. Se acercó a los otros hombres, intercambiando algunas palabras. Luego salió del club, y subió a su camioneta.

Mario no tardó mucho tiempo en regresar a la mansión. Todos los hombres se encontraban formados en una fila.

Antes de llegar, llamó a todos. Tenían que encontrar a Elizabeth, a como de lugar. Bajaron la cabeza al ver a Mario descender de la camioneta.

________ ¡Tienen solo media hora para encontrarla! Por cada segundo que se pasen, morirá uno de ustedes. ¡¿Está entendido?!

_______ ¡Entendido, señor! _____ Respondieron fuertemente los hombres.

De inmediato, todos comenzaron a buscar a Elizabeth. Durante mucho tiempo la chica caminó, hasta llegar a un lago.

La mansión de Mercedes estaba rodeada de numerosos árboles gigantes. Algo que hacía que Elizabeth pudiera avanzar con normalidad.

Lo peor de todo es que solo llevaba puesta una camisa negra de Mario. Se la había puerto creyendo que sería más sencillo para ella avanzar. Sin embargo, las ramas golpean sus piernas sin ninguna piedad.

El fuerte sol, de esa tarde era bochornoso. Ocasionando que el dolor en su cabeza se hiciera más intenso.

Gotas de sudor empezaron a caer de la frente de la chica. Sus piernas cada vez iban perdiendo más la fuerza, era imposible continuar avanzando por ese lugar.

Tampoco sabía como regresar a la mansión de Mercedes, tristemente, se había perdido en el camino.

Se detuvo justo a la orilla del lago, se inclinó para beber agua. Era refrescante, no conforme con mojar su cara, la chica se quitó la camisa y entró al agua.

Nadó por algunos minutos, sin darse cuenta de que Mario y algunos hombres ya habían dado con ella.

Mario miró aquella escena y aunque era hermosa. Lo sintió arder de celos, había varios ojos mirando el cuerpo blanco de su esposa.

Sin hacer ruido, les ordenó a sus hombres que se fueran. Uno por uno se fueron retirando.

Se quedó observando por mucho tiempo a su esposa nadar cómodamente. Elizabeth se sentía libre, el dolor de cabeza paso, y solo pudo disfrutar de ese momento.

Después de un buen rato, Elizabeth salió del agua. Su cuerpo desnudo quedó a la vista de Mario. El hombre con un inmenso deseo se fue acercando a donde estaba ella.

Elizabeth, aun sin notar la presencia de su esposo, se comenzó a poner la camisa. Miró sus pies lastimados, por tanto, caminar. También herida en su cabeza, ardía bastante, el agua, entró en ella.

_______ Debí robarme otro tipo de zapatos. Quizás unos de él, los hubieras rellenado de hojas... También hubiera traído anestésicos.

________ Este dolor me está matando.

_______ Si te está matando, ¿Por qué eres tan estúpida en entrar al agua? No te das cuenta de que es una herida abierta, y eso te puede ocasionar graves problemas.

El corazón de la chica se detuvo en un segundo. Su cuerpo se quedó clavado ahí, no pudo mover ni un solo músculo de su cuerpo.

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Comments

Carolina Acosta

Carolina Acosta

mi querida Elizabeth lamento decirte que no eres tan inteligente como creí, eres más bien impulsiva y soberbia una mezcla nada favorable para tí, desde que regresaste haz hecho todo mal 🤦🏻‍♀️😔 espero que te vuelva la cordura y actúes a conforme tú carácter, fuerte

2024-02-28

85

Francisca Alcantara

Francisca Alcantara

/Facepalm//Facepalm//Facepalm//Facepalm/Hay Elisabeth no va a poder escapar de ese pasote

2024-05-11

0

Sonia Guzman

Sonia Guzman

elizabeth va ser hermana de Jimena la otra tóxica

2024-05-12

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