Un secreto

Emma bajó las escaleras y se dirigió al jardín. Su mente era un total desastre. En solo una noche, su vida perfecta se vio estropeada por la presencia de Elizabeth.

..."¡Maldigo la hora en que convencí a José de traer de regreso a esa bastarda!"...

Al salir, Emma buscó a su hija. Necesitaba hablar con ella. Escondida detrás de unos árboles se encontraba Diana. Todavía sus manos se encontraban manchadas de sangre, en ningún momento ha dejado de llorar.

Diana sabía que si algo grave le pasaba a Elizabeth, su padre jamás se lo perdonaría.

_______ Diana... Diana... Cariño...

Emma llamó a su hija por algunos segundos. Hasta que Diana temblorosa apareció detrás de ella.

_______ Mamá. Te juro que yo no quería lastimar a Elizabeth. Fue un impulso del momento.

Emma giró su cuerpo de inmediato. Detrás de ella estaba su adorada hija. La chica traía el cabello desubicado, su ropa aún llena de sangre, y sus ojos estaban extremadamente hinchados.

Sin pensarlo; Emma se acercó a su hija; abrió sus brazos y envolvió a Diana. La chica lloró amargamente sobre el hombro de su madre.

_______ Tranquila... Elizabeth está bien. Lamentablemente, no se va a morir. Si lo hiciera sería una suerte para nosotras.

Emma susurró al oído de Diana. La chica se separó de su madre y dijo.

______ Mamá, ¿Por qué, la tuvieron que traer? Yo no quiero a Elizabeth en nuestra familia, ella ya no pertenece a nosotros.

________ Mira como te habló, se atrevió a insinuar que eras una mujerzuela por haberte acostado con su padre, sabiendo que era casado.

______ ¿Es cierto que soy hija de José Wilson?

Emma jamás iba a responderle esta pregunta a Diana. Así que cambió de conversación y dijo.

______ Los pecados de los padres no tienen nada que ver con los hijos. Lo que tu padre y yo hicimos, fue pasado. Jimena la madre de Elizabeth está muerta, y muerta se quedará. Ahora solo hay que encargarnos de deshacernos de Elizabeth, y volveremos hacer la familia que hace unos días éramos.

Emma limpió las lágrimas que todavía caían de los ojos de su hija. Le dio un beso en la frente.

_______ Vamos a dentro, debes cambiarte. No te preocupes por Elizabeth. Seré yo quien se encargue de todo.

La mujer tomó la mano de su hija, y caminaron al interior de la mansión. Diana fue a su habitación, para bañarse y limpiarse la sangre de su hermana, mientras que Emma salió.

La mujer manejó hasta un sitio remoto, lejos de la ciudad. Un lugar al que jamás pensó regresar. Estacionó el auto a unas cuantas cuadras de ahí. Aunque ya estaba en los terrenos de César Wilson.

Miró con miedo hacia la lujosa mansión. Sus manos temblaron de miedo y nervios. Aun así, apretó con fuerza el volante del auto. Cerró los ojos, y recordó lo que sucedió aquella noche.

______ ¡Fue un accidente! ______ Dijo Emma, mientras la mano del hombre ejercía fuerza en su cuello.

________ Crees que te voy a creer. ¡Tú mataste a Jimena!

César le soltó una fuerte bofetada a Emma, el hombre parecía un demonio feroz. El cual, deseaba devorar el alma de la mujer delante de él.

Los labios de Emma empezaron a sangrar. Con dificultad, empujó a César. Y trato de escapar, pero sus fuerzas no eran nada a lado de un hombre como su cuñado.

César alcanzó a Emma y la tomó del brazo, le dio otras cuantas bofetadas, hasta que Emma perdió el conocimiento. Al despertar, estaba en la mansión de José, no recordaba nada de lo que había sucedido, ni como era que fue salvada por José.

Su esposo jamás había vuelto a tocar ese tema, y mucho menos permitía que alguien, en su presencia, mencionara el nombre de su hermano.

Mientras, Emma trataba de controlar su miedo. En la mansión, José marcó el número de Mario.

En ese momento, Mario se encontraba en la oficina de su buen amigo Armando.

______ Aquí tienes tu acta de matrimonio. ¡Felicidades! Eres un hombre casado, Elizabeth Wilson.

______ Deberías presentarme a mi cuñada. Debe ser una belleza de mujer.

Mario veía con mucha atención el acta de matrimonio en sus manos. Una sonrisa apareció entre sus labios. Ahora sí, la fiera, sería dominada por él. Quisiera o no, Elizabeth ahora era su esposa.

_______ Te quedarás con las ganas de conocer a mi esposa. Mañana por la noche viajaremos a Italia. ______ Contestó Mario, contante.

______ Italia, tierra de mujeres muy hermosas.

______ Qué le viste a Elizabeth, para qué te volviera loco por ella. Debe ser una diosa en la cama, o tener otra cualidad que ninguna otra mujer tiene.

Mario se levantó de la silla. Era difícil explicarle alguien lo que le sucedió desde el primer momento que vio a Elizabeth en el restaurante. No, podía decir que le gusta la manera en que Elizabeth le lleva la contraria, ya que Armando se burlará de él.

______ Me gusta y eso es suficiente para que lo obtenga... Estoy acostumbrado a obtener todo lo que deseo, y sin importarme nada.

______ La quiero para madre de mi primer hijo...

Armando abrió los ojos, sorprendido por la respuesta de Mario. Jamás había escuchado a Mario hablar sobre ser padre, era algo que recordaría toda su vida.

______ Pobre chica, ser madre de un hijo tuyo, será todo un desafío para ella.

Antes de que Armando terminara de hablar; el celular de Mario sonó. El hombre levantó su mano, para que su amigo hiciera una pausa.

_______ Señor Wilson, qué es lo que quiere.

________ Señor Wlop, lo llamó para informarle que mi hija Elizabeth tuvo un accidente. Cayó de las escaleras, y se golpeó la cabeza. Ya fue atendida y todo está bien, únicamente.

_______ ¡Qué has dicho, idiota!

_______ ¡Si algo le sucede, te contaré la cabeza y se la echaré a los perros!

_______ No juegues conmigo. Aún no me has conocido.

Al otro lado de la línea, José tragó saliva. Nunca se imaginó que esa sería la reacción de Mario.

______ Señor Wlop, le prometo que Elizabeth está bien. Es el destino quien nos ayuda.

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