la propuesta de rances

  Camila camino hacia la playa y se metió al agua claro no muy profundo, porque no sabe nadar, pero si lo suficiente para que el agua la cubriera hasta sus senos.

  Rances la miro jugar un rato en el agua hasta que se decidió a ir él también con ella, se quitó la ropa y se quedó en bóxer para entrar al agua, apenas se acercó a la orilla Camila comenzó a lanzarle agua mientras reían Rances se aventó al agua y nado por debajo para que Camila no lo viera.

  Cuando llegó hasta ella la jalo por los pies haciéndola caer dentro del agua, Camila lo vio y él le sonrió, pero ella rápidamente salió del agua buscando aire y después de ella salio Rances el cual la miro con una gran sonrisa en sus labios.

  Camila lo miro seria y después se pusieron a reír juntos hasta que Rances la tomo de la mano y le dijo.

  Ven conmigo (jalándola para adentrarse más al mar)

  (retrocede nerviosa y le dice) estás loco tú sabes que yo no sé nadar, si me adentro un poco más me puedo ahogar.

   Tranquila confía en mí yo no dejaré que te pase nada y si quieres también puedo enseñarte a nadar.

  Sería una muy buena idea que me enseñes pero no metiéndome tan Hondo.

  tranquila solo quiero mostrarte algo que encontré el otro día, pero solo puedes entrar por el agua la entrada no queda muy onda ven conmigo sí.

  Camila aún muy dudosa acepto y se agarró de él y siento guiada por él llegaron al frente de una de las montañas de la isla Rances le dijo que contuviera la respiración para sumergirse al agua y así ella lo hizo y como pudo nado tomada de la mano del hasta entrar por un agujero, y luego nadaron hasta la superficie.

  Cuando salieron Camila quedó muy impresionada era una hermosa cueva. La cual se iluminaba desde el agua con el contraste de la poca luz que entraba desde la cima de la cueva las paredes de la cueva tenían piedritas de colores que parecían diamantes las cuales duplicaban la poca luz que entraba en distintas direcciones pero resaltando el color de las piedras.

  Rances se posó de tras de Camila abrazándola por la cintura se acercó a su oído y le pregunto.

  ¿qué te parece mi sorpresa te gustó?

  ¡me encantó es hermoso! Especialmente la forma en la que se refleja la luz de esas piedritas que parecen diamantes en el agua.

  No parecen. ¡Son diamantes! Esta isla está llena de sorpresas y cuando salga de aquí me aseguraré de comprarla. No por lo que tiene, sino porque el estar contigo aquí y todo lo que hemos hecho juntos son recuerdos que quiero atesorar y esos recuerdos lo son esta isla. (la voltea frente a él para mirarla a los ojos y le dice) Camila Montiel sé que te prometí ir lento, pero me gustaría saber si quieres ser mi esposa.

   Al escuchar las palabras de Rances Camila se sorprendió y miro a Rances y le pregunto apartándose un poco del el acto que desilusionó un poco a Rances.

  a ver a ver, el señor Rances Pausini ¿está dispuesto a rechazar su feliz soltería para ser mi esposo?

   Rances le dic que si sonriendo, muy seguro de lo que decia.

  Siendo ese el caso entonces si quiero ser tu esposa(lo abraza y lo besa con muchas ganas)

  Luego de besarse con muchas ganas Rances le dijo a Camila que había que salir de la cueva, ya que la marea estaba por subir y les sería muy difícil salir de ahí. Así que Camila lo siguió para salir. Ya estando afuera Rances nado junto con ella hasta la orilla de la playa para salir del agua ambos salieron juntos tomados de la mano hablando y riendo.

  Camila se separó de él para ir a la carpa improvisada por ropa, ya que ella y Rances debían ir al río a lavar su cuerpo para quitarse el agua salada, para luego regresar a cocinar y comer.

  Dos horas después ya Rances y Camila estaban sentados en la orilla de la playa viendo el atardecer como acostumbraban, ya eso se había vuelto una rutina que les gustaba disfrutar mientras comían. Luego de que terminaron de comer los dos se quedaron un buen rato hablando. Camila se reía de la pequeña barba que le estaba saliendo a Rances así que el le dijo.

  Bueno yo no vine tan preparado como tú con una maleta mágica, así que como verás me toca aguantarme.

  Oh, pero yo si traje una, aunque ya está casi vacía; pero todavía tiene lo suficiente para ayudarte con eso (le sonríe).

   Si por eso lo digo, mi futura esposa es única, yo diría que la mejor en todo; aunque todavía no sé si en todo (la mira coqueto).

   Bueno eso hay que descubrirlo (Camila sonríe y lo toma de la mano y le dices) ¡vamos! ya es hora de dormir está oscureciendo y al parecer está noche será oscura porque aún no se asoma la luna.

  Rances la sigue para ambos irse a dormir se acuestan en la cama, y como todas las noches Rances la abraza para dormir, ya está acostumbrado a dormir así con ella; pero está vez Camila se voltea para quedar frente a él y besarlo suavemente. Rances correspondió a su besó con la misma ternura la cual comenzó a subir de volumen poco a poco pasando de un beso tierno a uno posesivo y lleno de lujuria.

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