Capítulo Nº13

Katarina camino por un par de horas por la calles de la ciudad, su andar era lento y despreocupado, miraba todo a su alrededor y por momentos la invadía un sentimiento de melancolía, no sabía a donde ir, ni a quien acudir, tenía que comenzar esta nueva vida de cero y no tenía un plan en su mente. Cuando llegó a la plaza donde tantas veces paseaba con Bruno, se sentó en un banco a contemplar el lugar, todo estaba igual, salvo por ella que tenía otro cuerpo y una nueva oportunidad de remediar las cosas. Estaba pensando como continuar e ideando un plan, cuando sin previo aviso el viento trajo hasta sus pies el periódico de ese día, era exactamente el mismo día de su muerte pero un año después. Al abrir las páginas se encontró con un gran anuncio donde ofrecían trabajo como asistente para una modelo famosa que debía presentarse en Milán la próxima semana. Era una señal y no la iba a desaprovechar.

⎯  Gracias.⎯ dice mirando al cielo y por instinto envía un beso al aire.

Kreto estaba por la ventana observando todo y como un tonto atrapa el beso imaginario y lo guarda en su bolsillo.

⎯  Señor, la cena está servida.

⎯  Enseguida voy, solo quiero ver que Katarina haga lo correcto.

⎯ Muy bien señor.⎯  Delia sale del despacho y no puede evitar estar emocionada, su amo al parecer está interesado en esa mortal.

Luego de observar por unos minutos a su bella Katrina a través del cristal, Kretro cierra la cortina de la ventana y sale de su despacho, camina al comedor con paso lento y sin ganas, luego se sienta y observa todo con gran detenimiento, el florero con margarita en el centro de la mesa y junto a el hay un candelabro de plata con sus respectivas velas flameando al compás del aire que se cuela por la ventana. Los cubiertos se encuentran acomodados con gran esmero a lado de la vajilla de porcelana, las copas de cristal resplandecen de lo pulcras que se encuentran y la servilleta está perfectamente doblada frente a él. Todo está colocado en su lugar, se ve todo inmaculado como le gusta pero por primera vez se da cuenta que de nada sirven esos detalles si no tiene con quien compartir la cena. En la inmensa habitación todo está en silencio, el lugar se siente frío, oscuro y desolado y por primera vez contempla la posibilidad de compartir sus días con alguien, pero todo depende de ella y él no puede intervenir en sus emociones.

Kreto está desanimado, se levanta, toma su plato y cubiertos y se dirige a la cocina, está noche necesita estar acompañado y qué mejor que cenar con su ama de llaves. Delia se sorprende al ver que ingresa, entonces se pone de pie y le quita los cubiertos de las manos.

⎯ Ven, siéntate aquí.⎯ Delia le indica un lugar en la mesa. Esa no es la primera vez que su amo aparece buscando un poco de compañía.⎯ ¿Quieres vino?

⎯ Si, por favor.

⎯ Mi niño, hoy beberemos hasta tarde como en los viejos tiempos.

⎯ Nada de eso. Mañana tengo que trabajar.⎯ Kreto acepta la copa.⎯ Si quieres tú puedes tomarte el día, pero yo debo cumplir con mi deber.

⎯ De acuerdo mañana, no me veras en todo el día.

Así entre risas y anécdotas ambos pasan un agradable momento y él al fin pudo despejar su mente y borrar por un momento de sus pensamientos al rostro de Katarina. Esa mujer que tanto lo atormenta y perturba su tranquilidad. Aunque al llegar a sus aposentos, su imagen vuelve a aparecer para perturbar su descanso.

⎯ ¿Qué has hecho conmigo mi bella Katarina, que no puedo borrarte de mi mente?

Luego de dar vueltas por varias horas en la cama, Kreto duerme plácidamente y sueña con su hermosa humana.

Mientras tanto Katarina, no tiene dinero, no puede pedir ayuda y comienza a arrepentirse de estar en el mundo real, hasta que lee otro anuncio, en una pensión necesitan ayudante de limpieza de medio tiempo a cambio de hospedaje. Sin dudar se levanta de su asiento y decidida a conseguir el empleo camina a toda prisa por varias cuadras y al fin llega al dichoso lugar. Por suerte no había mucha gente interesada en el trabajo.

⎯ Señorita pase, por favor.⎯ una mujer la llama desde una puerta.⎯ Dígame ¿qué sabe hacer?

⎯ Señora se lavar, planchar, cocinar, limpiar y le puedo asegurar que soy muy responsable.

⎯ Muy bien, eso es lo que necesitamos. Alguien que quiera trabajar.

⎯ Necesito el trabajo y un lugar para dormir.

⎯ De acuerdo, estás contratada. ¿ Cuándo puedes comenzar?

⎯ ¡ Ya mismo!

⎯ Muy bien. Te diré dónde está tu uniforme y que hacer.

La mujer siente que puede confiar en la joven que tiene enfrente, entonces la contrata enseguida. Katy luego de limpiar el baño y la cocina, se pudo ir a descansar a una humilde pero acogedora habitación. Esa noche, se da un buen baño de agua tibia y se recuesta en la cama a descansar, a la mañana siguiente iría a la entrevista de trabajo con la supermodelo  y espera conseguir el trabajo. Por lo que pudo leer en la nota Bruno es el fotógrafo personal de Naomi y va a todas partes con ella, así que será fácil provocar algún encuentro casual y conquistarlo. Katy sueña con Bruno. Ella está en un parque, camina mientras con sus manos acaricia las flores cuando de repente levanta la vista y ve a Bruno que  corre a su encuentro, la toma entre sus brazos y gira con ella hasta que ambos se marean y no dejan de sonreír. Él la baja con sumo cuidado sin dejar de ver sus labios y la besa dulcemente, ella le corresponde a su beso y al separarse lo abraza con mucho amor.

⎯ Te extrañe.⎯ murmura sin soltar su agarre.

⎯ Yo también.

⎯ Vamos casa.⎯ le pide ella pero él se separa y se aleja dejando a Katy sola en medio de la nada.

Katy se despierta agitada, su corazón palpita a mil y un sentimiento de soledad la invade, entonces se incorpora en la cama y revisa todo a su alrededor y se tranquiliza al ver que solo fue un mal sueño, que nada es real y se vuelve a dormir.

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