Viejos compañeros.

El nuevo dormitorio de Oliver no estaba en un lugar apartado como el anterior, esta vez Oliver es transportado a un gran edificio lleno de habitaciones y gente, hay movimiento en todas partes principalmente por gente corriendo de un lado a otro, el pequeño chico albino estaba tan asombrado observando y procesando su nuevo entorno que no se dio cuenta de que Anton y Elvira se fueron dejándolo solo con Edgar quien lo lleva a dar un recorrido por las instalaciones mientras le explica para qué es cada habitación - Debido a que no hay mucho personal en las carreras de inteligencia se decidió dejar a todos en este edificio, sé que ahora parece muy confuso pero te acostumbrarás y a pesar de que parezca fácil perderse se diseñó un sistema para evitar confusiones, nosotros que somos de comunicaciones nos quedamos en el piso 4, la planta baja está en el piso 1, mecánicos en el piso 2,  laboratorio en el piso 3, médicos en el piso 5, salas de profesores en el piso 6 y el piso 7 es para reuniones grandes o conferencias y la cafetería, también hay una planta baja pero los estudiantes como tu tienen prohibido ir allí, entendido? - Oliver asiente con su cabeza para luego ser llevado al piso 4 donde habitan los estudiantes de comunicaciones, ya en el dormitorio nota la poca cantidad de gente comparado con su grupo anterior y una de las cosas que más le llamó la atención es que tampoco había dormitorios separados para chicos y chicas, todo iba bien hasta que Edgar se fue y mientras organizaba sus pocas cosas en su nuevo lugar de descanso siente como alguien le aprieta con mucha fuerza el hombro mientras le dicen algo muy de cerca – Hola de nuevo soldadito. - La voz se le hace muy familiar y se voltea asustado logrando ver la aterradora presencia de Sam justo detrás de él, Oliver creía que se había librado de su antiguo compañero pero la mala suerte siempre lo acompaña por lo que sabía que su tranquilidad iba a ser destruida por una cosa u otra. Los ojos rojos de Oliver se clavaron en la figura de Sam poniéndose aún más pálido de lo que ya es, como sí hubiese visto a alguna especie de fantasma o monstruo – ¿Q-Que haces aquí? - pregunta Oliver aterrado por su nuevo viejo compañero.

- Mi padre, el jefe de todo este lugar, me pidió que ingrese porque había pocas personas aquí y yo ya tengo mucha experiencia trabajando con radios, así que estoy mejor preparado que todos estos novatos.

- ¿Tu padre?

- ¿Nunca lo supiste? Mi padre es Herschel, él fue a la radio para la entrevista solo porque yo se lo pedí y ahora solo le devuelvo el favor, él me prometió que yo nunca saldré a ese basurero de allí afuera y tendré un importante puesto en comunicaciones cuando terminen estas semanas.

Nuevamente Oliver sintió todo el miedo que tenía de antes de entrar al ejército como sí el peso de las palabras de la gente de afuera volvieran a repetirse en sus oídos una y otra vez y finalmente sabe porque todos en su viejo trabajo hacían todo lo que Sam decía y seguían sus órdenes sin rechistar ni dudar un segundo ¿Qué será de Oliver ahora que sabe que muy probablemente deba seguir ordenes de una persona como Sam apenas termine su entrenamiento? El tan solo pensar que su nueva vida fue totalmente destruida por los monstruos que atormentaban su pasado provocó que sintiera una gran impotencia perdiendo el equilibrio y cayendo para quedar de rodillas ante la situación tan desesperante, la reacción de Oliver provocó que Sam se ría muy fuerte llamando la atención de todos en el lugar quienes le siguen la corriente sin hacer ni una pregunta, para Oliver es como sí nunca se hubiera ido de esa vieja estación de radio pero había una sola cosa que lo hacía no querer renunciar y es que le prometió a Viveka y a Brigitte volverse a encontrar y trabajar como un equipo cuando se gradúen. Sam no perdió mucho tiempo y comenzó a usar el nombre de su padre para promover el acoso hacia Oliver como lo hacía antes en su viejo trabajo, Oliver intentaba ignorar todos los comentarios centrándose en su objetivo, esta vez su desafío no era una prueba física sino mental y debía entrenar su menta haciéndola fuerte para soportar tanto los problemas durante su entrenamiento como las complicadas situaciones que se le presenten en el yermo una vez que se gradúe.

Pasan las horas y son llamados a un taller para estudiar las partes de las radios para que los comunicadores sean capaces de poder repararlas en caso de alguna posible emergencia, todos estaban concentrados intentando armar las radios que les colocaron frente a ellos en una mesa pero Sam permanece de brazos cruzados viendo a todos trabajar, no tardó mucho tiempo para que el profesor Edgar se dé cuenta de que Sam no estaba haciendo nada por lo que se acerca al chico de forma intimidante y a pesar de que todos sienten miedo al ver a su profesor tan enojado Sam solo lo mira con una expresión de soberbia como sí Edgar no fuera nadie.

- ¿Por qué tu radio sigue rota?

- No necesito hacer nada ¿Por qué debería hacer esta tontería?

- Es importante que ustedes sepan reparar su equipo cuando estén allí afuera.

- Pero yo nunca voy a saldré y aquí hay muchos mecánicos disponibles para arreglar estas cosas.

- ¿Cómo estas tan seguro de que nunca saldrás?

- Mi padre dijo que me espera un puesto en comunicaciones aquí adentro, apenas me gradúe tendré un puesto más alto que tú.

- No me importa quien sea tu padre o lo que se supone que harás después de graduarte, pero esta es mi clase y si no eres capaz de reparar una mísera radio no permitiré que nunca te gradúes.

- Le diré a mi padre y te van a despedir, terminarás en la calle.

- Veamos qué opina él al respecto.

Edgar sujeta fuertemente el brazo de Sam y lo saca de la clase a la fuerza mientras el chico sigue protestando todo el camino, al principio los alumnos se mantuvieron en silencio unos segundos hasta asegurar que Edgar ya no estaba cerca par luego comenzar a murmurar y cotillear acerca de lo sucedido hace poco, incluso Oliver estaba curioso intentando escuchar lo que sus compañeros decían pero es desconcentrado al escuchar a una chica rubia sentada delante de él intentando llamar su atención haciendo ruidos como ¨pss pss¨ apenas vio a la chica ella se había puesto muy contenta y se acomodó para poder hablar mejor con Oliver. - Hola soy Adalia, escuché que trabajaste en una radio antes de entrar aquí ¿es verdad? - Ante esa pregunta Oliver solo asiente tímido con la cabeza como es costumbre en él y la chica se puso aún más contenta - ¡Increíble! ¿Sabes cómo reparar estas cosas? Edgar le dijo a ese chico que nunca aprobaría sí no puede reparar al menos una y a pesar de que fui a todas las clases aún no sé ni por dónde empezar. - Adalia señala su radio la cual es un montón de cables enredados y metal esparcido por toda la mesa, Oliver se sorprendió al ver que ella la había dejado peor de lo que estaba antes y pensó que esta podía ser la oportunidad de poder hacer una nueva amiga como Viveka y Brigitte que lo ayude a mantenerse cuerdo en el nuevo entorno caótico en el que se encontraba, Oliver levantó su cabeza para asegurarse de que Edgar aún no llegue y al ver que todos estaban distraídos aprovecha para levantarse de su lugar y ayudar a Adalia con su radio desenredando todos los cables y organizando las piezas, logra encaminar la reparación mientras ella observa asombrada hasta que escucha el ruido de la puerta del salón abriéndose, instintivamente Oliver regresa a su lugar lo más rápido que puede y Edgar manda a Sam de vuelta a su asiento y parece no haberse dado cuenta del movimiento de Oliver dejándolo más tranquilo y con una posible nueva amiga en el proceso. Al final de la clase Edgar evalúa el funcionamiento de todas las radios y gracias a la ayuda de Oliver Adalia logra aprobar quedando Sam como uno de los pocos que no lograron hacer funcionar sus respectivas radios.

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