20- Traidora

Con el paso de las semanas Aina y Dunkan son una pareja, ambos duermen juntos y en la mansión se espera que pronto haya otro bebé, Luciel es el más emocionado, espera tener un hermano o hermana aunque su niñera le dijo que sería un bebé y no podría jugar con él hasta que él estuviera más grande.

-Lisi yo estaré más grande, ya que mi hermano o hermana pueda jugar, si me voy a la academia no podré verlo.

-No piense así joven amo, vendrá en vacaciones y podrá jugar con él.

-Sí, es verdad yo lo voy a cuidar y no dejaré que nada le pase.

-Así es, ahora vamos a sus clases.

-Si, gracias Lisi.

Aina por su parte ha recibido un paquete, necesita hablar con Dunkan, camino a verlo se encuentra con Luciel, lo saluda con un beso y se va a sus clases.

-Dunkan estás ocupado? No estaba tu asistente.

-Fue al pueblo a pagar lo que se necesita en las minas, que paso? ¿Me traes un regalo?

-No, es otra cosa, lo recibí de mí padre.

-Te mando un regalo.

-Dunkan, que tanto confías en Robert y por qué no ha regresado.

-Viajo a la capital, su sobrina no llego al lugar donde está la madre de ella, así que fue a buscarla, él está desde que mi padre murió mi mamá le tenía confianza, ¿por qué?

-Dunkan, estas son cartas que mi padre recibió, alguien las escribió por mi, y las mando.

-Que estás diciendo?

-Si, le mandé una carta a mi padre disculpándome por no contestar y explicando que no recibí ninguna carta, él contesto con este paquete y en su carta dice que yo siempre conteste, imagina mi sorpresa al recibir mis supuestas cartas, en cada una dice que lo odio, que maldigo mi vida y a lo que me condenó, que si lo vuelvo a ver me mataría y muchas cosas más, por eso el no dejo de mandar cartas, tenía la esperanza de que alguna vez contestara diferente, Dunkan, si yo no recupero la cordura hubiera muerto de tristeza.

Aina lloraba por qué en los recuerdos de Aina ella pensaba que su padre la había abandonado, eso aunado a la depresión que sufrió por ser separada de su cargo originó que ella los odiara a todos.

-Pero como es posible.

-Dunkan, Leyla no solo tenía mi sello, tenía control sobre toda la casa, mi correspondencia llega directamente a mi oficina, en este caso ella la recibía directamente sin necesidad de avisarte, a ti te llega aparte la tuya.

-Estas diciendo que fue ella, pero ella está aquí desde hace mucho, fue doncella de mi esposa.

Aina abría los ojos por la sorpresa, en la novela no se habla de la esposa de Dunkan y tampoco de Leyla, que pasa? Acaso ella?

-Que? Ella estaba con ella cuando cayó por las escaleras.

-Sí, dijo que se enredó con su vestido.

-Dunkan, esa mujer no te veía como un duque, dime tuviste alguna aventura con ella antes de casarte.

-No, ella llegó antes de mi matrimonio como doncella, me traía el té y se encargaba de mi cuarto.

-Jamás notaste que te coqueteaba, ella no es una simple plebeya tiene educación y si esta obsesionada contigo significa que lo de tu esposa no fue un accidente, mi doncella no se me despega, siempre está conmigo, de estar embarazada se contrata a alguien más con el fin de nunca dejarme sola la ropa que se pide es corta por la parte de enfrente, por qué tú esposa estaba sola, por qué dice que se enredo con su vestido si no estaba con ella, dónde estaba la otra doncella.

-Ella no tenía otra doncella en ese momento, solo ella, mi esposa traía a su doncella pero unos días antes se quemó la mano y no pudo viajar.

Dunkan solo se altera por qué no puede creer lo que Aina dice, fue tan estúpido y no se dió cuenta, dejo un alacrán en su casa y sobre todo, no pudo proteger a la madre de Luciel, en el fondo si sospecho pero de la persona equivocada.

-Dunkan cálmate, no quise que te sintieras así, pero debo decirte, debemos pensar bien si es solo ella o hay alguien más, ambos sabemos que el Rey jamás ha estado conforme con su posición, si tú eres una amenaza él puede atacarte, por otro lado, en este caso con tu familia.

-Si se atreve soy capaz de matarlo, sospeche de él, pero creí de las palabras de Leyla, iré a la capital, de todos modos tengo que ir.

-Ire contigo, mi padre quiere verme.

-Y Luciel.

-Lo llevaremos estará más seguro a nuestro lado que solo, si pasa algo mi padre puede protegerlo, en este momento nadie le hará nada, porque sabrán que estamos investigando.

-Esta bien pero te pondré guardias y ninguno de los dos puede estar solos.

-Ha eso sí, nos quedaremos en la mansión de mi papá, porque al palacio no pienso entrar.

-Que! Yo también tengo una mansión en la capital.

-Si, pero la de mi padre es mas segura, ahí nadie puede entrar.

-Bueno en eso tienes razón, entonces vamos.

Aina y Dunkan se ponen de acuerdo para realizar el , mientras tanto en el palacio, una joven es nuevamente regañada.

-Greta dónde estabas, mírate estás llena de lodo.

-Fuimos a montar y me caí, que pasa?

-El príncipe quiere comer contigo.

-Hay no, díganle que me morí, madre no quiero, hablaré con mi padre.

-Dios que haré contigo ve a cambiarte.

Kiram viene de su despacho, hay unos documentos de las minas que no entiende, creo que se equivocaron y se las llevaron a el, al entrar al despacho de su madre no está y solo le deja los papeles, al sali ve al asistente de su padre ir al despacho de el, asi que lo sigue también necesita hablar con su padre.

Al llegar iba a tocar, cuando su padre solo golpea su escritorio.

-Como que está bien, lo planeamos todo el invierno, ese tiene más vidas que un gato.

-El derrumbe salió bien, pero el duque no estaba ahí, terminó su trabajo y se preparaba para salir.

-Que, pero si siempre esta ahí 6 meses.

-Si pero el informante dice que Aina ahora ya lleva sus deberes, por eso ella no pudo seguir en el ducado.

-Esa estúpida, le dije que aprovechara la oportunidad pero es igual de estúpida que mi ex nuera.

-Señor, el duque no quiere la corona, no cree que debe dejarlo, si el sospecha entonces no se quedará tranquilo, sobre todo si Lady Aina ya no está encerrada, ella es muy inteligente, a ella no la podrá engañar.

-La estúpida de Layla debió matarla, como mato a la otra Duquesa, le di la idea para que se deshiciera de esos dos estorbos, pensé que era más inteligente, pero no.

Kiram no podía creer lo que escuchaba, su padre intento matar a Dunkan, luego la esposa de él, si el duque Andrew se entera, no se quedará tranquilo.

-Señor, ahora es mejor no intentarlo de nuevo.

-Porque no se muere, mientras el viva Kiram no será del todo aceptado, debemos actuar, llama a mis hombres.

-Si señor.

-Manda a llamar al conde Raúl, el tiene una hija de la edad de Kiram, debemos unirnos para tener más poder, el duque Andrew en el fondo apoya a Dunkan, por eso caso a su hija con el, ahora su otra hija va tras Kiram, no puedo permitir ese matrimonio

Kiram sale corriendo de ahí, siente un pesar en su corazón, a pesar de todo nunca ha querido que Dunkan muera, solo eran celos de un niño, celos que su propio padre sembró en el, camina sin saber a dónde va hasta llegar al jardín.

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