19- Te amo

Dunkan vuelve a entrar a la mansión, Luisa al verlo piensa que puede seducirlo.

-No sé que hace usted aquí, pero no es bien recibida, su carruaje está listo y la llevará a la posada del pueblo.

-Pero Dunkan, sé que me amas podemos estar juntos, yo...

-Acaso estás loca yo jamás dejaría a mi esposa por ti, escucha bien solo lo diré una vez yo la quiero a ella, jamás te ame a ti, solo quería que el estúpido de Kiram no se casara contigo.

-No, tú me amas...

-Acaso te lo dije? Jamás lo haría, ni siquiera intente besarte, aunque me hubieras elegido jamás me iba a casar contigo, solo esperaría a qué Aina y Kiram se casaran

Larisa no sabía que hacer, los guardias entraban y la sacaban, Dunkan solo sube a bañarse y cambiar su ropa, está sucio de sangre y tierra, sale a toda prisa rumbo al hotel, ahí Aina cena con Lucien y lo acompaña a dormir a otro cuarto, ella va al suyo y siente una angustia en su pecho y si Dunkan no va por ellos, si la historia sigue su curso y él decide estar con Larisa.

-Maldita sea estoy muy celosa, me he enamorado de él, por qué tardas tanto.

Ella se baña y al salir solo se pone su pijama, cierra la ventana y suspira nuevamente, está por tomar su té, cuando la puerta de su cuarto se habré bruscamente.

-Que haces aquí? Llegó a mi casa y no está ni mi esposa, ni mi hijo.

-Atendiste a tu visita, la hospedaste en mi casa?

-Aina, esa mujer nunca me ha interesado, la corrí de nuestra casa.

-Estaba en mi sala cuando llegue, como la señora de la casa, ordenando te y bocadillos, me dijeron que tú ordenaste que la atendieran

-si, pero no sabía que era ella, yo llegue y fui al hospital, cuando llegue estaba ahí y mi esposa no.

-Verla ahí me puso furiosa, me daban ganas de sacarla a rastras de mi casa.

-Lo hubieras hecho.

-Tu tenías que hacerlo, si yo lo hacía ella pensaría que eran por celos.

Dunkan la abraza y la besa, besa su cuello, acaricia su espalda, toma su cabeza para intensificar el beso, Aina se deja llevar, ese hombre es mucha tentación para ella.

-Y no tienes celos?

-Si, si los tengo, estoy enojada

-Solo tu me interesas, quieres que te lo demuestre.

Dunkan vuelve a besarla, está vez ambos no rompen el beso.

-Si, quiero que me demuestres que solo yo puedo estar en tu cama.

-Me dejaras hacerte el amor, no creo poder detenerme, si empiezo no te dejare.

-No te detengas, tu puedes hacer lo que quieras.

Aina solo lo besa su deseo por él es más grande que su voluntad, que le dijera que corrió a Larisa la hace muy feliz, solo quita poco a poco su camisa, quiere verlo, quiere sentirlo, para Dunkan es lo mismo, acaricia su espalda y solo jala el cordón del camisón de Aina la carga y la lleva a la cama donde ver por primera vez su cuerpo hace que pierda totalmente los sentidos, recorre cada parte de su cuerpo para que ella no sienta dolor, acaricia sus pliegues y su hombría está más que lista, suavemente ambos se vuelven uno, él no deja de besarla y acariciarla.

Ambos se entregan uno al otro, Aina se pierde en sus brazos, en sus caricias y sus besos, Dunkan no puede creer que la tiene ahí, si es un sueño no quiere despertar.

-Aina, dime qué no estoy soñando.

-Te pregunto lo mismo, si es un sueño no quiero despertar, quiero seguir hasta no poder más, en verdad te amo, te deseo y no quiero que te vayas de mi lado, no dudes de mí, sé que nuestro matrimonio no empezó bien, pero ahora solo que siento por ti y no pienso perderte.

-No lo harás, sé cómo te sientes, yo también me enamore de ti, soy toda tuya, también jamás lo dudes.

Ambos como continúan, está noche no será para nada corta, cada uno disfruta cada minuto, se pierden en la pasión que ambos sienten.

Luciel por la mañana pregunta por sus padres, pero entre Gustavo y su niñera lo llevan de regreso a la mansión, Dunkan les dejo un recado.

-Lisi, mis padres están juntos.

-Si, nuestro plan dio resultado.

-Ellos no se van a separar, entonces puedo tener un hermano.

-Ahora si tiene más probabilidades joven amo

Los tres van a la mansión, ahí Luciel sigue con sus actividades, en el hotel Aina y Dunkan despiertan ya tarde.

-Por qué me ves así?

-Eres hermosa, no quiero que salgas de aquí.

-Vaya, esos dos años de abstinencia los voy a disfrutar jaja.

-Si lo dices así no te dejaré salir en toda la semana.

-No, tenemos que ir con Luciel, además quiero saber algo, quieres más hijos?

-No lo había pensado, Aina eres mi esposa, tienes el derecho de ser madre, por supuesto que seré feliz si te embarazas.

-Es bueno saberlo, quieres que me cuide por un tiempo o lo dejamos a la suerte.

-Si no te molesta, puedes cuidarte solo un tiempo.

Dunkan la abraza y la besa, besa su cuello y ella se estremece.

-Quiero disfrutar a mi esposa un tiempo.

-Está bien, lo haré.

Ambos regresan a la mansión ya hasta en la noche, cena con Luciel, ambos duermen en la misma habitación y Dunkan le pide que se pase a su cuarto, el está en el cuarto más grande.

Ahora comparten el mismo cuarto, Luciel está feliz, sus padres se quiere, son una familia como la de sus amigos.

-Dunkan que paso con larisa.

-Paso una noche en la posada y al día siguiente la escoltaron fuera del territorio, no quiero problemas, ni contigo, ni con mi tía.

-Como fue que se adelantó su divorcio?

-mi tía me informo en una carta que Kiram firmo los documentos sin objeción, ahora tiene una fila de damas tras él.

-Quien será la valiente, debe ser la hija de un duque, la familia Andrew tiene una hija.

-Greta? Jaja no, no creo esa niña es un caso, le gustaba jugar en el lodo y se disfrazaba de hombre para salir al pueblo.

-Ella es hermana de la mamá de Luciel verdad?

-Si, la mamá de Luciel fue candidata para ser mi esposa por ser hija de un duque, yo no quería, pero mi tía dijo que ya era hora, que no podría seguir en...

-Dilo de fiesta en fiesta, de mu je ríe go...

-Oye, tampoco fue tanto, pero si, formalmente me entregaría el Ducado, así que tenía que casarme, ella era amable, era bonita y ambos aceptamos, lo que si es que a los dos meses de la boda ya estaba embarazada, su embarazo fue normal, en el cumpleaños de mi tía fuimos ella tenía 7 meses y un día fui al pueblo y cuando regrese me dijeron que ella había caído de las escaleras, se adelantó el parto y nació Luciel pero ella perdió mucha sangre, los doctores no pudieron hacer nada, me quedé con mi bebé en brazos, ella, ella jamás despertó.

-Lo lamento, lo recuerdo fue muy triste.

-Sí, llegue a quererla, era mi esposa y fui muy feliz cuando me dijo que estaba embarazada, no te mentire me dolió mucho su muerte, jamás creí que pudiera enamorarme de alguien más.

-Lo entiendo, ella es la madre de Luciel, es importante, no me molesta, al contrario, gracias a ella nuestro hijo está aquí.

-**Cayó por las escaleras, pero como si la esposa de un duque no debe estar sola, mi dama parece mi sombra, si estuviera embarazada tendría prohibido dejarme sola, mejor no le digo nada**.

-Pero gracias por estar aquí, te amo, me acompañas al la ciudad tengo el contrato de los artesanos para que puedan vender las tiras de luces.

-Claro, vamos!

Dunkan toma de la mano y salen a la ciudad, recordar a su esposa lo puso un poco triste, ese día no supo cómo sentirse, tenía un bebé en sus manos y su esposa estaba agonizando.

Ahora está feliz con la familia que tiene, está vez no dejará que nadie la ponga en peligro, está vez no se quedará tranquilo.

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