La primera noche cuidando a Escarlata fue difícil, aquella niña no paraba de llorar por todo y por nada a la vez, Aurora Estaba desconcertada, simplemente no sabía cuidar a una niña prácticamente recien nacida.
Le dio leche y esas cosas que estaban en casa para bebés y le puso pañales a duras penas.
Ya las siguientes semanas la niña se estaba acostumbrando a ella, pero simplemente nunca la trató cómo una madre, sólo una cuidadora de aquella bebé.
Aurora fue a bañar a Escarlata, ya habian pasado dos años desde ese día y era una linda niña de dos años con su cabello bastante raro, pero no más que el cabello de Aurora que era color morado.
Aurora puso a la niña pelirroja en la bañera y se dio vuelta para tomar las cosas de baño... Y cuando volvió a voltear se veía de unos 5 años aproximadamente.
– ¿Cómo hiciste eso Escarlata?
– No sé, es que pienso en una edad y me crezco o me achico– dijo Escarlata inocentemente.
— Vuelve a tu edad Essy — le dijo comprendiendo al instante.
Y Escarlata volvió a su edad de 2 años.
Así pasaron los años Y esta niña a veces la sacaba de quisio. Un dia mientras jugaban vio a su pequeña Escarlata que tenia 4 años pasar a verse de 15 en tan sólo un instante.
La ropa se le rompió y quedó semidesnuda.
— ¿Que haces Escarlata?
— Sólo queria ser mayor — al decirlo con la inocencia de una niña pero con la voz de una adolescente a Jazmín, en ese tiempo Aurora, le parecio encantador.
Pero Escarlata no podia saber eso.
— vuelve a la normalidad, tienes que crecer normal — le dijo a lo que Escarlata volvió a la normalidad tal cual cómo al principio... De un momento a otro.
Escarlata se notaba que le gustaba de alguna forma su cuidadora por lo que se le insinuaba a lo largo de los años poniendose a si misma mayor para que Jazmín la viera.
– Aurora — susurro Escarlata cuando estaba durmiendo con ella – me gustas... ¿Eso es malo?
– ¿Te gusta cómo te cuido?
– Me gustas para hacer esto – y Escarlata la beso suavemente en los labios con la clara sencilles que podia hacerlo una niña de 8 años.
– Escarlata no – dijo Aurora – Eres muy pequeña.
Y al instante Escarlata parecia de 17 años.
– Escarlata no hagas eso, sabes que no me gusta.
Y así volvió a su edad normal teniendo 8 años.
A lo largo de aquellos años Aurora notó que aquella pequeña aprendia diferente a los demás, se le mezclaban las letras y no lograba aprender los textos e incluso le costaba leerlos, así fue enseñándole a una niña que le costaba todo tipo de materia donde hubieran letras y números.
Aurora no la envió al colegio, puesto que ella simplemente no estaba en ninguna parte cómo si fuera una persona. Solo le enseñaba ella. Y así era mejor, puesto que con su problema la pasaria muy mal en todo lo que seria estudiar. Sobre todo en aquellas epocas.
Escarlata ya tenia 18 años y en la cena que le preparó Aurora se volvió a confesar cómo cuendo tenia 8 años.
– Aurora, no aguanto más... No solo me gustas, te amo y no sé que hacer con lo que siento, no quiero que nada te pase, me gustas de verdad, por favor, si me vas a rechazar... Por lo menos piensalo, no sé hasta mañana, porque lo que siento por ti es real y... Lo siento si repito mucho las cosas, pero no puedo pensar bien y me trabo.
Aurora sonrió ante las palabras de Escarlata y simplemente le beso la boca.
La beso de una forma delicada y sensual a lo que Escarlata se derritio en los brazos de Aurora.
Se besaron con calidez y amor... Finalmente estaban las dos enamoradas... Y cuando se separaron Aurora solo logro decir:
– Te amo Escarlata.
Después de que aquella niña ya adulta cumpliera los dieciocho empezó su entrenamiento, Aurora le enseñó a pelear cómo ella peleaba en la guerra
Al principio torpe pero después rápidamente era ágil y no tenia problemas en usar cualquier arma con filo.
– Te estás volviendo buena – sonrió Aurora tomando un poco de agua después del entrenamiento.
– Aprendo de la mejor – sonrió Escarlata acercándose y dándole un beso casto en la boca.
Ambas se complementaban y Aurora no habia vuelto a ver al nuevo diablo desde que Escarlata fue entregada.
Así pasaron alrededor de 10 años, escarlata con 28 llegando a los 29, una mujer madura y sensual a los ojos de Aurora.
Hasta que se tuvieron que cambiar de sitio. Habian sido descubiertas por el viejo y fue Raul, un angel del infierno quien fue a decirlo.
– Escarlata toma tus cosas.
– ¿Que pasa? – pregunto una sorprendida Escarlata mientras cocinaba.
– Ese hombre malo que te hable antes, viene por nosotras
– ¿que hacemos? – Escarlata apagó el fuego y camino hacia Aurora
– vamos a irnos de aquí, ahora – dijo Aurora mientras subía a la segunda planta.
Empezó a armar las maletas y Escarlata hizo lo mismo.
– Llevate la ropa desde que eras bebe, no sabemos que ocurrira en el futuro.
– Está bien. – susurro Escarlata.
Salieron de casa apresuradas y resguardadas por Raul
Fueron en auto hasta lo que seria su nuevo hogar y se quedaron ahí al principio con desconfianza pero finalmente tranquilas.
Después de 5 años y cuando Escarlata tenia 33 aparentando una mujer de 25 llegó de nuevo Raul.
– Tenemos que hacer algo con el viejo – dijo Raul a Aurora
– ¿Que quieres que haga?
– Los angeles que protegen a Escarlata van a pelear contra el viejo.
– Quiero quedarme con ella y protegerla así – dijo Aurora.
– tienes el arma que puede matarlo, tienes que ir con nosotros.
– ¿bajo que ordenes? – pregunto con impotencia Aurora.
– bajo las de Adonis hijo, el diablo – Aurora sonrió negando con la cabeza.
– El no me manda, yo soy de arriba – dijo Aurora casi gritando.
– eres, en este momento... La única que puede protegerla por un tiempo del viejo, o para siempre, tienes que intentar matarlo.
– ¿cuanto tiempo me iria?
– Tres años, máximo 4.
– Dejame decirle a Escarlata... ¿quien la cuidara?
– Yo – Dijo Raul con determinación
Aurora le dijo todo a Escarlata y esta comprendió, se despidieron tristes quedando Escarlata ahora al cuidado de Raul.
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