Se acercó a la mesa y luego de saludar a todos colocaron un plato para que tomara la cena con la familia. Durante la comida el pequeño Germain miraba y sonreía muy a gusto con Jacob, disfrutaban las muecas que hacía al pequeño, para ellos la razón era las gracias que hacía Jacob y provocaban esas risas, pero en realidad el niño veía al oficial como era, y en su inocencia podía ver la divinidad de los Ángeles.
Luego de despedir al oficial y conversar con sus padres y jugar con sus hermanos el muchacho subió a su habitación, se colocó el pijama y se recostó en su cama a conversar con Linda por teléfono para asegurarse que ella y su familia estaban bien.
Se despidió y se dispuso a dormir. A través de los grandes ventanales de su casa podía ver con facilidad muchos lugares de su sector, dejó las cortinas recogidas para tener claridad.
Pasada la medianoche sintió que el pomo de su puerta sonó y sintió algunos pasos que se detuvieron al pie de su cama. German había aprendido a ser cauteloso y con todo sigilo tomo el bate de baseball que tenía al lado de su cama, trató de agudizar su vista y pudo reconocer que era un cuerpo delgado de mediana estatura, características que identificaban a su hermana Germany.
__ ¿Te sucede algo hermana? Me has dado un gran susto.
__ Disculpa hermano, estaba dormida y de pronto sentí que una luz iluminó toda mi habitación, asustada miré de donde provenía esa luz y pude darme cuenta que salía de la cruz, la tenía puesta en mi mesita de noche.
El muchacho tendió su mano y prendió su lámpara e invitó a sentarse a su hermana con él.
__ Ven hermana, siéntate conmigo ¿Explícame cómo es que tu cruz estaba iluminando tu habitación?
__ Te lo juro German, estaba prendida así como si tuviese dentro un foco.
German sabía de sobra que la cruz tenía poderes, pero no podía decirlo a su hermana.
__ ¿Y por qué te la quitas para dormir? Sabes que debes llevarla en tu pecho siempre.
__ Lo siento hermano, no me acostumbro a dormir con ella puesta, y con lo que vi ahora me da miedo hasta para llevarla puesta.
__ Vamos, te llevo a tu habitación, revisaré la cruz para que veas que no sucederá nada malo.
Fueron hasta la habitación de Germany, la acostó y cubrió con su cobija, tomó la cruz en sus manos y sintió que estaba ligeramente caliente, no dijo nada para alarmarla. Fue hasta las ventanas y se aseguró que todas estuviesen cerradas, se acercó a ella y dio un beso en la frente, dejó la cruz y salió apagando la luz y cerrando la puerta. Aprovechó de revisar el cuarto del pequeño Germain y también bajó y se aseguró que toda la casa estuviese cerrada, fue al refrigerador y tomo un poco de agua y de pronto un destello de luz iluminó la sala, su corazón se aceleró y fue rápido para encontrarse con que una de las espadas liberaba un destello, la tomó en sus manos y sintió como una energía recorría todo su cuerpo.
Por largo rato estuvo con sus manos puestas en la empuñadura hasta que se apagó, la colgó en la pared y viendo que no ocurría ningún evento fuera de lo común fue hasta su habitación. Aunque todo estaba en calma algo le decía que pronto esa paz de tres años acabaría, y tendría que poner en práctica algo que creía en el olvido.
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