UN MOUSTRO

Zaila se detuvo, cerró los ojos, sintió la mano de Ryu desvestirla, arrancado con desesperación de su cuerpo las partes de su ropa que no podía desatar, ella solo podía llorar y rogar que por favor se detuviera y que no lo hiciera, que tuviese piedad, mientras torpemente trataba de cubrir su cuerpo con sus manos, pero el no la escucho, dejo caer su capa al piso y la empujó sobre ella, ver su desnudez ante el brillo de la luz magica lo tenía completamente hipnotizado, no escuchaba nada, no veía otra cosa que no fuera ella, era como si su mente y su cuerpo solo se hubiesen concentrado en querer sentir y nada más, estaba nubladó por completo, por un momento casi había dejado de ser él

Se quitó la ropa mientras ella lloraba y le rogaba que no lo hiciera, se abalanzo sobre ella y al ver que ponía resistencia la golpeó.

El grito de Zaila se escucho hasta fuera de la cueva, su llanto y sus ruegos llegaron a los oídos de los que estaban afuera.

Taer y Amer se sintieron mal al escuchar lo que pasaba dentro de la cueva, Amer se levantó para ir a ayudarla, pero Taer lo detuvo y con una señal le dijo que se sentará.

Los gritos de Zaila despertaron a Seygan.

Amer al verlo despierto saco toda su frustración con él lo tomo del pelo y le dijo al oido:"¿escuchas lo que causaste imbecil?"

Seygan:"¡Zaila!, ¿que esta pasando?"

Taer:"¿tu que crees idiota?" -Y diciendo eso lo golpeó en la costilla, quitandole la respiración por unos segundos-." ¿Que creíste que pasaría?, que escaparias con la princesa y serian felices para siempre"- y lo volvió a golpear- " eres un imbecil, tu causaste todo esto pusiste tus ojos donde no debias"

Seygan miró hacia la luz de la cueva y escucho el grito de Zaila, un grito diferente a los anteriores.

Seygan se dio cuenta de lo que estaba pasando y grito:"¡No!, ¡déjala desgraciado!,¡ déjala!"

Taer y Amer lo comenzaron a golpear para distraerse y tratar de no escuchar las gritos de ella.

Dentro de la cueva Ryu no era capaz de controlar sus actos, su mente se encontraba nublada y no podía razonar, se dejo llevar completamente por sus deseos uso a Zaila como si no se tratase de una persona, sino como un objeto para su satisfacción.

Las horas pasaron y el tormento por fin había terminado, Ryu dormía, Zaila estaba en un rincón las huellas de lo que había pasado estaba por todas partes, sobre todo sobre su nívea piel, los moretones y las mordidas eran marcas que no se borrarian pronto, su hermoso cabello plateado estaba totalmente alborotado con evidencia de que había sido jalado, las lágrimas habían dejado un rastro sobre su hermoso rostro, el rastro de sangre entre sus piernas era obvio, al verlo dormir y ver una daga en el suelo, con mucho cuidado la tomo e intento apuñalar a ese monstruo que tan solo hace poco había abusado de ella robandole su inocencia de forma tan brutal, a pesar de todo lo que horas antes le había prometido.

pero no podía, no tenía la fortaleza necesaria para apuñalar a alguien, ni siquiera a él, entonces pensó en cortar su propia garganta y acabar con todo en ese momento, pero recordó que Seygan aún estaba afuera y que si ella moría a él lo matarían, así que se cubrió con las pocas prendas que pudo encontrar y salió despacio de la cueva, soportando todo el dolor que podía, camino con cuidado de no hacer ruido el trecho desde la cueva hasta donde estaba Seygan, vio que los guardas de Ryu habían armado carpas y estaban durmiendo borrachos.

Al ver a Seygan golpeado y con moretones por todo su cuerpo quizo llorar pero guardo silencio tragándose todo su dolor.

Seygan al abrir los ojos, vio el espectáculo más cruel que jamas había visto, quiso hablarle, pero ella le hizo una señal para que guardara silenció.