CAMBIO

Época actual

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Igan:"¡mamá, mamá, despierta!, Ya nos hacemos tarde, hoy es la feria escolar!"

Una adormecida Zaila abría los ojos saliendo del hermoso recuerdo al que ese sueño la había llevado y miraba la sonrisa expectante y los ojos grises de su hijo.

zaila:"veo que ya te pusiste los lentes de contacto"

Igan afirmó orgullosamente:"¡uju! y lo hice yo sólito, así es!" Dijo moviendo la cabeza orgulloso de su logro

su madre sonrió a su niño

Habían pasado siete años desde que Zayla cruzó el portal de los tiempos y dejó su reyno escapando a nuestra realidad con la esperanza de nunca ser encontrada por Ryu, si de algo se había lamentado durante estos años fue de dejar a Seygan atrás ya que no pudo llevarlo con ella porque se habían separado durante la huida, solo resaba todas las noches para que el hubiese podido huir tambien, el portal solo se habría ante aquellos que tuviesen sangre divina, era una de las hazañas que solo algunos podían realizar, por eso Zaila no entendió porque el portal se abrío ante ella ya que luego intento abrirlo de nuevo para ira buscar a Seygan pero le era imposible pensó que quizás el espíritu supremo Darun se compadeció de ella y vio su desesperación por huir de Ryu y sus hombres que la perseguian como sabuesos a su presa, semanas después de llegar a nuestro mundo Zaila se enteró que en su vientre llevaba a Igan, fruto del abuso de Ryu, ella no culpaba a su hijo de lo que hizo su padre pero no podía evitar sentir dolor cuando recordaba como lo había concebido, decidió criar a Igan lejos del Reyno en que ella había crecido, lo más lejos de su padre pues temía que Ryu intentará llevarse a Igan lejos de ella al enterarse de que era su hijo y lo criase como a un draconiano, pues si Ryu quisiera arrebatarlo de su lado nadie podría impedirlo menos ella ya que a pesar de tener 25 años, no había despertado su poder ni a su espíritu guardian, asi que era un ada sin poderes le sería imposible enfrentarse a Ryu, y pensaba que aunque fuese un ada inservible en su mundo, pelearia con uñas y dientes por defender a su hijo aunque de nada sirviese eso, la mayoría de adas a esa edad ya habían llegado al punto máximo de su despertar hace mucho tiempo, al parecer ella no tenía magia y temía que su hijo fuese igual y sufriera los mismos abusos y maltrato que sufrió ella en su juventud o peor aún que Ryu matará al niño al saber que no tenía poder alguno.

Un ada de sangre real como era ella encontraba su primer despertar a los catorce era ahí donde los primeros indicios de quién sería su espíritu guardian y se convertirá en semi diosa, a los diesiseis llegaba su segundo despertar y su primer poder se hacía presente, era ahí cuando se convertía en diosa, a los diesiocho la mayoría llegaba a la madurez total y no tenían ningún otro cambio, pero unos pocos tenían un último despertar era el tercero, era ahí cuando se convertía en alta diosa o alto dios de ser el caso y su espíritu guardian aparecia, solo grandes talentos llegaban a ese nivel y eran muy respetados por todos, cada despertar era muy doloroso, pero aún así había casos aun más raros en los que un ada tenía un espíritu guardian muy especial y seguía despertando a los veinte años el cuarto despertar, eran adas muy fuertes y se convertían en divinos, esos casos eran muy raros y contados con los dedos de una mano a lo largo de la historia, se decía que esos espiritus se presentaban muy raras veces, más parecía un mito que una verdad, uno de ellos era el espíritu del dragón dorado, el segundo era el espíritu de la hidra un espíritu maligno, el tercero era el espíritu de el qilin, el cuarto el espíritu del fénix y la quinta era la poderosa y sabía esfinge.

Zaila saliendo de sus recuerdos y mirando a su hijo dijo:"cariño aún es temprano, Que te parece si primero desayunamos y luego nos alistamos para ir a la feria

Igan:"si mami" y diciendo eso el niño corrió escaleras abajo hacia la cocina

Ese día Zaila y su hijo visitaron todos los estantes de la feria escolar, y subieron a muchos juegos, Igan era un niño muy inquieto pero muy inteligente.

Al regresar a casa Zaila no pudo evitar sentirse mal.

sintió un leve mareo y luego una sensación de estupor, después de acostar a Igan se fue a su habitación, la sensación de mareo y el dolor eran cada ves más fuertes, de un momento a otro ella sintió que veía doble y le era difícil mantener el equilibrio lo que la obligo a soltar el vaso de agua que llevaba en la mano, el mismo que se hizo trisas en el piso, vio su piel brillar se dió cuenta de lo que estaba pasando, lo había visto en sus medios hermanos, su primer despertar se hacia presente, el dolor era cada vez más fuerte y por más que lo intento no pudo evitar soltar un desgarrador gritó que despertó al pequeño, Igan corrió al dormitorio de su madre para saber que le pasaba.