Siguiendo el hilo del misterio

Parte 12

Alice Wagner

Estaba dispuesta a llegar hasta el fondo de todo este misterio, mi padre era un hombre muy astuto; y no era fácil de engañar, ese amigo no identificado puede ser el asesino.

____ Disculpe, ¿Mi padre y ese amigo suyo andaban juntos por el pueblo, oficial?___ Pregunté.

____ Lo que llegamos a investigar, es que ellos eran muy unidos e inseparables, la verdad nuestras sospechas hacía el amigo eran escasas, ya que el hombre extranjero no causaba ningún problema, al contrario era muy educado, y siempre ayudaba a los demás___ Comentó el oficial.

____ ¿Y como es que nunca supieron su verdadero nombre?__ pregunté una vez más.

___Lo llamaban "el guppy" en el pueblo nadie sabía su verdadero nombre, después cuando lo quisimos encontrar para interrogarlo simplemente desapareció, seguramente habrá creído que lo iinculparíamosde de la muerte de su mejor amigo___ Explicó el oficial.

____ Muchas gracias, por la información___ Expresé y me retiré del lugar.

Pienso que alguno del pueblo debe de tener mas información. En ese momento recordé al señor weber e inmediatamente fui a buscarlo.

De camino al campestre me encontré al Porsche de Leo Hamilton estacionado a un costado de la carretera, obviamente me detuve para ver que pasaba.

Él me vio parar atrás de su auto y bajó.

___ Alice___ Exclamó.

___ Señor Hamilton, ¿qué hace aquí?___ Pregunté.

____ Te estoy buscando___ respondió caminando lento hasta a mí.

____ ¿Por qué?___ pregunté confundida.

____ Hace dos noches, que no vas a verme; ¿Estás enojada?___ Preguntó a muy poca distancia de mí cara.

____ No es eso, ando ocupada___ Expresé distanciandome de él.

Me subí al auto y me fui del lugar, observé por el retrovisor, se lo veía paralizado viéndome marchar.

Por un lado, me sentí mal por dejarlo así, no obstante; sospecho que puede ser ese amigo de mi padre; hoy mi padre tendría la misma edad que él.

Estoy consciente de que quizás pueda estar equivocada, sin embargo; con Leo Hamilton nunca se sabe. Decidí mantener mi distancia con él, tendré que ser fuerte para enfrentar este combate que se desató en mi interior, amo estar con él; me pesan las noches sin verlo, pero; seguir viéndolo tampoco puedo, odio saber que me podría estar acostando con el asesino de mi padre.

Llegué a la casa de los webers, el hombre estaba como siempre trabajando en su huerto junto con su esposa.

_____ Buenas tardes, señores weber___ Saludé.

Ellos me saludaron poco amable, no eran los mismos del otro día, presiento que su hija les prohibió hablarme respecto a los Hamilton, sin embargo; Insistí hasta que ellos me aceptarán un café en mi casa.

Ellos aceptaron y fueron conmigo; llegando a la casa los invité a pasar y se impresionaron porque el hogar de mi abuelo seguía intacto.

Prepararé café y nos sentamos a conversar, mamá y Giulia no se encontraban, habían dejado una nota en donde informaban que se habían ido de paseo por el pueblo con Alessandro.

____ Y díganme, ustedes conocieron a mi abuelo ¿cierto?

____ Sí, éramos muy buenos amigos; hasta el último día que los encontraron muertos sin ninguna razón, dijeron que era una fuga de gas; pero señorita nosotros siempre hemos creído que fue un asesinato___ Confesó el señor weber.

____ y ¿por qué, ustedes piensan que eso fue así?___ Pregunté entusiasmada por saber más.

____ Porque ellos estaban acostumbrados a cerrar las llaves del gas___ Expresó la señora weber.

___ Pero pudieron haberse olvidado esa noche____ Expresé.

____ Imposible, ellos eran muy cautelosos, como usted sabrá su abuelo era detective y uno muy bueno y su hijo también, los llevaba en la sangre la pasión por la investigación, creo que por un lado, eso fue muy malo para ellos__ Expresó el señor weber, haciéndome pensar que yo sigo sus pasos, sin embargo; los webers no podían saber que soy detective al igual que mi padre y mi abuelo.

____ ¿Ustedes llegaron a conocer al amigo de mi padre?___ pregunté finalmente.

Antes de que ellos respondieran, mi madre y Giulia llegaron a la casa, los presenté y ellos felices de conocerse.

Un poco más tarde, después de haber disfrutado de una cálida conversación con mi madre, regresé a los webers a su casa.

Posteriormente, de haberlos dejado; regresé a casa; me di un baño y fui a la cama, me acomodé para dormir, pero me tocaron la puerta.

Abrí y casi me dio un infarto al ver a Leo Hamilton jóven, justo en frente de mí.

____ ¿Cómo llegaste hasta aquí?___pregunté confundida.

Me tomó en sus brazos, cerrando la puerta tras sí.

___ ¿Por qué está alejándose de mi, señorita Wagner?___ susurró en mi oído despertando mi deseo.

Quise ser fuerte y rechazarlo; sin embargo, me fue imposible, él era, mi amor, mi adicción, y mi locura de pasión.

___ No puedo entender como entraste aquí, todas las entradas están seguras____ Expresé jadeante, mientras él me besaba el ombligo.

____ Puedo entrar al infierno por ti___ Confesó, Volviendo a mi boca.

____ Tienes que parar Leo___ Exclamé con vos suave y excitada.

____ No puedo, ya no puedo parar___ Explicó mientras me despojaba de todas mis ropas.

No puedo explicar, lo que siento por él; es como una droga que mi cuerpo pide todas las noches, es como el agua a mi sequedal, como el fuego a mi frío, se ha vuelto mi necesidad constante.

Nos amamos una vez más sin límites, entregamos todo mutuamente sin guardarnos nada.

Luego nos abrazamos y nos besamos mucho.

____ Me vuelvo loco si no te veo, ¿por qué te estás escondiendo de mí? ___ preguntó mirándome dulce y profundo.

____ No me estoy escondiendo, estoy dándo un espacio para no incomodarte___ Expresé.

____ ¿Bromeas? Te acabo de decir que no puedo vivir sin ti__ Expresó apretujándome en su pecho.

____ La última vez, me sacaste de tu casa como a una prostituta después de un servicio___ respondí, para desviar su atención.

___Perdón por eso, creía que se habían metido a robar___ Explicó sonriendo.

Finalmente, nos quedamos dormidos bien pegados, cuerpo a cuerpo, sin alguna duda estábamos perdidamente enamorados y envueltos en una pasión interminable, enemigos o no enemigos, aún había muchas preguntas sin respuestas.

Desperté, a la madrugada y él ya no estaba; en su lugar había dejado una hermosa rosa roja intensa como la sangre.

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