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A el señor Mario lo había visto hacerle cariño a Alex cuando creía que nadie lo veía, también me había puesto mis tareas cuando le tocaba el descanso a Sara, Clara o cualquiera de los otros y yo lo agradecía enormemente, como había dicho Sara no era una mala persona solo un poco gruñón. Los días pasaron rápido pasado un mes de mi llamada a Gracia. Sara me adulaba de que aprendía rápido, Rose decía que se pondría celosa de que desde que llegue ya nadie le hacía caso y los elogios siempre me los llevaba yo

- Pero qué dices? sin ti no habríamos conocido a Diana

- Entonces agradecemelo con uno de esos postes tan deliciosos que preparas, eh qué dices? sí?

- Por favor Rose ya me antojó, además Diana no los ha probado

- Está bien, ya tienes un mes con nosotros así que debemos festejar y qué mejor que con una buena comida

-Sara usted cocina delicioso

-Y eso que no has probado nada todavía

- Enserio ?

- Enserio

El postre que hizo Sara, nunca había probado algo tan rico era un pie helado de limón, era delicioso no había palabra que le hiciera justicia a su sabor

-Tienes que enseñarme a hacer esto, aunque dudo que me quede tan rico

- Me alegra que te guste

- Sabe delicioso de verdad he encontrado un vicio, creo que ahora no podré vivir sin comer esto

Todos rieron al unísono, la convivencia con todo será de maravilla, a excepción de Lizeth, que siempre hacía caras y se quejaba porque como yo había llegado con Alex le quitaron su habitación y me la dieron a mí y a ella la mandaron a una más pequeña, todas las noches en las que Alex lloraba salia a gritarme que ella tenía que dormir que si no podía hacer que mi bebé se callara me fuera, desde hacía unas semanas Sara me ayudaba en las noches y nos turnábamos para que una noche Yo durmiera bien mientras ella se encargaba de Alex al principio no estuve muy de acuerdo pero ella insistió tanto que no me quedó más remedio que aceptar, y al ver eso los demás también se fueron sumando y Alex pasaba la noche con una persona distinta o al menos era así por una semana en lo que yo reponía mis horas de sueño y después me seguí ocupando de él yo. Mi bebé estaba creciendo muy bien todos en la casa lo querían y lo trataban muy bien, cuando cumplió sus cinco meses me regalaron una cuna, entre todos habían cooperado para comprarla, el regalo me conmovió mucho pues nunca imaginé que llegaría a este lugar y que encontraría personas tan buenas

- Gracias Maggie sé que desde arriba debes de estar muy contenta de saber que hay tantas personas que quieren a nuestro niño, lamento no poder ir a verte pero también sé que lo entiendes te quiero

Cuando desperté de mucho ruido todos corrían por aquí por allá no sabía que se debía todo el alboroto

- Que pasa?

- Es el cumpleaños de Mario, y siempre festejamos entre nosotros algo pequeño pero festejamos que es lo importante tienes que darme tu fecha de cumpleaños y también la de Alex para marcarla

- Claro mientras en qué ayudo?

Me empezaron a decir que ayudara a Clara con los globos Clara estaba con los globos y Lizeth con los gorritos de fiesta, parecía que festejabamos a un niño y eso me hizo sonreír

- Ya supieron lo del señor?

- Qué pasó con él?

- Mira

Dijo eso y fue a buscar algo después volvió con una revista y en la portada salía un hombre con una mujer, la cara de él no estaba bien enfocada pero la de ella, me quede boquiabierta era una mujer realmente bella y se les veía cenando en un restaurante

- Otra?

- Sí otra, desde que se quedó viudo se volvió un libertino

- Está en su derecho de rehacer su vida

- El no está buscando una mujer para nada serio solo las usa hasta que se cansa y después se busca otra que le caliente la cama

- Lizzy cómo puedes hablar así del señor

- Qué? es la verdad

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