XIII. Sin esperanza.

Sentado en el pasillo del hospital a la espera de ser atendido por el doctor, ya que hace unos cuantos días atrás se comunicó con su abogado y le llego a comentar lo sucedido con su asistente y su futura ex esposa su abogado del otro lado de la línea telefónica le aconsejo que si se haga la prueba de antígenos para estar más seguros a la hora de la confrontación al igual que la camisa de su asistente que la guarde como prueba principal en caso de que el divorcio pase por auditoria. Menos mal que llego justo a tiempo antes de que su asistente le entregué su camisa a la encargada de la lavandería le dijo que no que se la preste hasta que se finalice el proceso de divorcio Christopher se encogió de hombros y le respondió por mí échele gasoil y prenderla fuego por lo que me importa total ya está arruinada. Sin embargo, una vez que obtuviera los resultados que lo llame inmediatamente porque será un tema crucial de suma importancia.

El análisis de sangre se lo realizó hace dos semanas y hace dos lo llamaron del laboratorio para informarle que sus análisis ya están listo y que un médico especialista lo atenderá para darle la noticia. Se encuentra en estado de nerviosismo sacude su pierna derecha de arriba abajo con impaciencia tiene la cabeza tirada hacia atrás los ojos cerrados rezando para que ya sea hora de que lo llamen siente como su respiración se acelera al igual que su ritmo cardiaco está ansioso a la espera del llamado del médico.

Tiene por entendido que cuando lo llame el doctor en privado a puertas cerradas de un consultorio sus probabilidades aumentan a un noventa y nueve coma nueve por ciento de que sean terribles noticias se está exasperando y todavía lo tiene esperando desde hace más de tres horas y medias sentado en las sillas del pasillo. Y las manecillas del reloj que cuelga del otro lado de la pared no ayuda para nada.

Tres jodidas malditas horas esperando para qué le entregué los malditos estudios "estas tres horas se volvió una eternidad" pensó por sus adentros él entiende perfectamente que hay personas que son pacientes prioritarios, pero ya van más de tres horas sentado esperando se restregó el rostro con ambas manos con frustración y estas malditas ansias no ayudan a nadie solo lo empeora. Internamente, se alegra de haber pedido el día libre porque si llegaba tarde bueno aunque ahora ya no es un simple empleado de oficina sonrió sarcásticamente le habrían descontado el día y su mujer lo hubiese regañado miro hacia el techo sus ojos se transformaron en tristeza preguntándose en donde pudo fallar como marido y amigo se contuvo de tener que llorar en un lugar público en donde abunda la gente. Su semblante cambió por uno de felicidad al recordar que tiene su propia oficina nuevo salario, pero a que costo su mujer le fue infiel y quien sabe con cuantas personas ahora ella sería más felíz sin él a su lado.

Respiro profundo haciendo de lado el recuerdo aunque fue realmente doloroso lo sigue siendo en la manera en que lo descubrió cada que vez que se le viene a la mente aquella imagen de su mujer en aquella pose ella montando a su mejor amigo sus palabras sus gemidos sus respiración en conjunto se llevó una mano a la boca al sentir una fuerte arcada.

- Señor Thompson ¿se encuentra bien?- pregunto una de las enfermeras con gesto de preocupación.

Él solo se limitó hacer un afirmación con la cabeza que no fue nada la enfermera se le quedó viendo con una cara de no te creo, pero como veo que no me quieres decir, no interferiré luego le aviso que el doctor acaba de llegar y que ya lo está esperando en su despacho.

Se levantó de su sitio tomo un poco de aire inflando sus pulmones de oxígeno sintiendo el olor de una mezcla entre el alcohol metílico y el desinfectante de ambiente se sintió sofocante, pero aliviador al mismo tiempo lo contuvo por unos breves segundos para luego exhalar el aire impuro de forma lenta y concisa.

Esa simple acción hizo que su mente se despegue del todo haciendo que se olvide por un momento los movimientos de caderas sobre el cuerpo de su mejor amigo en un movimiento de vaivén volvió a sacudir la cabeza para quitarse aquella, pero están difícil y complicado de olvidar lo que vio en esa ocasión que lo reproduce en su memoria como un disco rayado. De manera rápida tuvo que reponerse y caminar hasta la zona del consultorio donde lo va a atender el médico especialista. Un urólogo se va a encargar de hacerle un examen rápido y luego le dirá como salió su testeo en la sangre. Le explico la enfermera con paciencia y amabilidad en el pequeño trayecto hasta llegar a la pequeña oficina donde le va a revisar el médico.

La enfermera dio leves golpes en la puerta anunciando la llegada de cierto paciente para un chequeo general en la parte donde hay un pequeño escritorio de metal pintado con pintura sintética Anti óxido de color blanco detrás de este se encuentra un hombre mayor con una bata blanca lleva lentes puestos le dijo a Teo que se ponga cómodo que en un rato estará con él que se vaya poniendo una bata para cubrirse el cuerpo y que se recueste sobre la camilla. Mientras que al mismo tiempo que Teo se recuesta el doctor le dio una charla motivacional y de ética sobre como se tiene que empezar a cuidar a partir de ahora que debe de tener más cuidado con que tipo de personas se relaciona Teo un poco avergonzado le explico su situación el hombre lo miro y luego se disculpó, pero que aun así debe de cuidarse y si quiere el hospital ofrece un buen material en ayuda psicológica Teo acepto gustoso la sugerencia del médico y que lo tendrá en cuenta.

Después de unos cuantos minutos de una breve y rápida. Revisión y hasta que Teodoro volvió a vestirse nuevamente con su ropa que lleva puesta a excepción del saco gris que se lo coloco sobre el antebrazo y luego se puso cómodo sobre la silla en donde el médico especialista está leyendo sus análisis con una expresión difícil de descifrar. El hombre mayor se tomo su debido tiempo antes de decirle y acrecentar la ansiedad dentro de Teodoro ya haciéndose una idea de que a lo mejor ya contrajo alguna enfermedad venerea.

El doctor miró directamente a los ojos de Teodoro aun con los papeles en mano, Teodoro trago en seco ya temiendo y aceptando lo que está por llegar "vivir toda una vida a base de medicamentos para llegar aunque sea a la vejez" pensó con miedo e incertidumbre. La mirada sería del doctor no ayuda mucho a la situación de Teodoro, sino que lo hace sentirse aún más incómodo y nervioso cada vez que el doctor frunce el celo una sensación de abrumez atormenta en la mente de Teodoro.

- Bueno Señor Thompson.- dejando los papeles sobre el escritorio.- todo se encuentra en su debido orden.- Teo lo miro como si no le cree del todo.- todo está perfectamente a excepción a su pequeña perdida de peso, pero no es nada preocupante, aunque no debería de descuidar su salud de esa manera hay que comer bien y de vez en cuando dese un gustito.- declaró el doctor con buen gesto de abuelo cariñoso.

Teodoro por un breve instante pudo sentir como su alma vuelve de nuevo a su cuerpo sintiéndose aliviado recuperando el aire. A un más relajado al recibir tan buenas noticias y saber que se encuentra del todo limpio. El doctor se levantó de su sitio le ofreció la mano.