Capitulo 17- SINCERÁNDOSE CON MARCELO.

Camila había llegado a su hogar y pedido quedarse sola, se encerró en su habitación, se dejó caer sobre la cama dejándose llevar por el llanto por primera vez.

Ante lo demás se mostraba fuerte, como que la situación por la que atravesó la superaba, sin problemas. A ella no le gustaba dar problemas, no le gustaba causarlos, no le gustaba incomodar a nadie, siempre era la que ofrecía las soluciones, la ayuda, el apoyo. Pero para su persona eso era diferente, tantas cosas por la que había pasado, las que había sufrido, le costaba entenderlo.

"¿Abre matado a un angel en otra vida para que me pase todo esto?", se preguntaba.

Se había entregado a Marcelo, dejo que fluyan los sentimientos con él, aún no entendía su alejamiento y se preguntaba si "¿estaba enterado lo que le sucedió?", "¿no quería saber de ella?, pero a la vez se decía a sí misma no voy a dejar que me afecte, no voy a vivir dependiendo de nadie más, voy a velar por mí misma, no puedo dejar que nadie domine mi vida. Hacía como autoterapia dándose valor. Sin embargo, en su pecho estaba anidando ese sentimiento, estaba creciendo bajo las sombras de la razón, solo podía verlo a él en sus sueños, sus besos, sus caricias.

"Marcelo, porque, porque, no puedo odiarte, no puedo alejarte de mis pensamientos", se cacheteaba mentalmente.

"Debo irme lejos, alejarme de todo, no puedo seguir asi", se decia a si misma.

Hasta que una discusión abajo llamo su atención. Se lavó la cara y se dirigió a ver que se trataba.

-¿QUÉ HACES AQUI?... ¿DÓNDE ESTUVISTE TODO ESE TIEMPO QUE ESTUVO AL BORDE DE LA MUERTE?. Le reclamaba Gustavo a Marcelo que se aparecio en la entrada.

-MI HIJA NO NECESITA DE ESTOS DESMADRES POR PARTE DE USTEDES... NECESITA PAZ... ASI QUE SERA MEJOR QUE TRASLADEN SUS DIFERENCIAS A OTRA PARTE. Les aclaro el señor Goicochea.

-FUI A VERLA AL SANATORIO... PERO ME DIJERON QUE YA NO ESTABA... SE QUE NO ESTUVO BIEN JUZGARTE... QUE ME DEJE LLEVAR POR LOS CELOS... NECESITO VERLA... NO PUEDO SEGUIR ASI... NADA TIENE SENTIDO... SOLO QUIERO PODER HABLAR CON ELLA... Y COMO DIJISTE QUE ELLA ELIJA. Le aseguro Marcelo y se notaba el estado deplorable de no haber dormido.

-Dejen que pase. La voz en un hilo de Camila llamo su atención que los paro en el aire.

-Hijita debes descansar sabes bien la indicaciones que te dijo el médico. Le recordo el padre tratando de alejarla de ahí.

-Quiero escuchar lo que tenga que decirme Marcelo. Les aseguro ella por lo que pasó entre medio de los dos tomando de la mano a Marcelo y llevándolo con ella a la sala. - No nos interrumpan. Les aclaro al alejarse.

-Camila en primer lugar quiero decirte que no sabía de tu afición del corazón. Inició diciendo Marcelo.

-No sabía que era requisito darte mi historial médico antes de que te acueste conmigo. Le dijo ella en un tono irónico.

-Me molestó saber que Gustavo te vio en paños menores. Prosiguió Marcelo.

-Si es por eso tendrías que estar enojado con todo el cuerpo médico de doctores y enfermeros que me atendieron en el quirófano más de 6 horas que me vieron directamente sin nada puesto y mandándome mano por todos lados. Le dijo ella sarcástica.

-Te debo parecer un completo idiota en este momento ¿cierto?. Le consultó a Marcelo.

-A mí me molestó que le contarás sobre nuestra intimidad a tu hermano... Eso fue lo que me molestó. Le dijo Camila, Marcelo abrio grande los ojos al escuchar lo que ella le decia.

"¿Se lo dijo Gustavo?", se pregunto mentalmente.

-¿Cuándo te dijo eso? ¿Qué fue en lo que desencadenó para que te lo diga?. Le pregunto Marcelo.

-Ese dia que llego tu padre... Cuando se fue... Tenia curiosidad en saber como mantuve una relación por dos años... Y seguia siendo... Ya sabes. Le dijo Camila.

"Hijo de la gran siete... Se supone que lo que hablamos no se lo diga a nadie", penso Marcelo.

-Siento Haberlo dicho...A él siempre le vi como mi confidente, mi consejero, nunca pensé que hablaría al respecto, que lo diría. Expresó Marcelo indignado.

-Además tu hermano siempre se mantuvo firme... Porque pensaba en vos... Todo lo que hizo fue pensando en no destruir tú confianza hacia él... Siendo tu hermano... Hablaba entre dientes que vos me elegiste primero. Noté de que manera se contenia... Me daba cuenta de su forma diferente en que me miraba...Pero se mantuvo firme en relación a sus emociones... Respetandote... Y no quiero ser la causa de que esten disgustados entre ustedes... Ademas por mi parte fui sincera cuando te dije que solo a vos te notaba... Se ve que no fue suficiente. Le dijo Camila incorporandose y marcandole la salida.

-Camila lo siento... Lo siento mucho, sé que me comporte como un verdadero pendejo y lo lamento... Entiende pasé por un engaño... Me costaba creer que fuera genuino... Me cuesta creer en el accionar de las personas. Le dijo Marcelo con el semblante decaido y mirada de cachorro herido.

-Yo también pasé por una traición y no solo eso toda la relación todo el tiempo fui engañada y me sentía estúpida al no haberme dado cuenta... Pero no por eso te taché como igual, no por eso te comparé tal cual, al contrario te deje ingresar a mi vida, nunca tuve una relación así de fluida desde el inicio como la tuve contigo. Le aseguro molesta Camila y se toma el pecho al sentir que se le aceleraba las palpitaciones.

-Camila ¿Está bien?. Se aproximó preocupado Marcelo al verla de golpe palida y ella solo asintió diciendo.

-Necesito descansar... Puedes retirarte. Y se dirigio a la cocina a tomar un poco de agua para calmarse escudriñando en su cajon buscando su remedio.

-No me voy a retirar...Sin antes saber que me perdonas. Le dijo Marcelo, ella giro mirandolo fijo y suspiro pausadamente.

-Si quiero iniciar una vida nueva... Debo iniciar dejando el pasado atras... Por lo que te perdono... Fue grato haberte conocido. Le dijo Camila retirandose de la sala.

Marcelo quedo congelado en su sitio.

-¿Quieres decir que eliges a Gustavo?. Le consulto Marcelo antes de que ella se aleje por lo que Camila exhalo fastidiada y se giro a encararlo.

-ERES IDIOTA O TE HACES... TE ACABO DE DECIR... QUE SOLO TE ELEGI A TI... QUE A ÉL LO VEO COMO A TU HERMANO... Y AHORA PODRIA DECIR COMO A UN AMIGO... PERO NADA MAS... NO TENGO ANIMOS DE AGUANTAR IDIOTESES... SI ERES TAN INSEGURO... DEBES IR A TERAPIA A FORTALECER TU PERSONALIDAD... SOY DOCTORA... NO PSICOLOGA. Le aseguro Camila con la mirada encendida y Marcelo le arrebato un beso abrazandola con ganas, ella estuvo a punto de flaquear, pero se repuso alejandose de él.- NO SOY UN OBJETO QUE PUEDES TOMAR CUANDO SE TE PLAZCA. Le aseguro alejandose enojada.

-Esa es señal para que te retires. Escuchó la voz del señor Goicochea a su espalda que lo miraba seriamente.

-Amo a Camila... No me voy a dar por vencido... Tengalo por seguro. Le dijo firme Marcelo a el señor Goicochea.

-Eso no me deberías decir a mí.. Díselo a ella para mí no afecta en nada. Le respondio el señor Goicochea.

-Cuando estoy ante ella no me salen las palabras, ano sé cómo expresarle una frase... Tiene una respuesta para refutarme y me saca del hilo de lo que he practicado la verdad... Capaz tenga razón y no soy tan seguro. Expresa Marcelo con algo de pena.

-¿Te has rendido ante un caso difícil?... ¿cuándo algo te resultó complicado de solucionar en tu trabajo has bajado los brazos?. Le consultó el señor Goicochea mirando serio a Marcelo y este negó con la cabeza.¿Qué esperas?...Tal vez que con mi hija te sientas intimidado por su manera de ser tan firme en sus expresione, es solo su capa exterior, te aseguro que se estará muriendo de ganas de que la busques. Te dio la oportunidad de escucharte en otros casos ella siempre corta a raíz y no hace caso a nadie. Le dijo el señor Goicochea al ver como su hija miraba a Marcelo.

Marcelo subió esas escaleras como si fuera que las piernas le pesaban a cada paso y su respiración se aceleraba dirigiéndose hacia el cuarto de Camila, al estar enfrente de la puerta golpeó apenas y movió la perilla para ingresar la vio recostada, boca abajo en la cama, abrazada a la almohada.

-Camila solo quiero que me escuches un momento lo que te tengo que decir.( inicio Marcelo) Yo me sentía destruido, vacío, cuando me traicionó Olivia, pero te puedo asegurar que una persona que se me cruzó en el camino que ayudé... Evito que Cometa una locura, yo fui el que te auxilió esa vuelta que tuviste el accidente que te golpeaste la cabeza me enseñaste... Cómo ponerte el precinto, tanta tensión que tenia en ese momento disminuyo, yo en ese momento me dirigía a toda velocidad para confrontar a mi novia y a su amante en nuestra habitación, una vecina me alerto, ayudarte hizo que ese coraje se bajara pensará mejor las cosas, eso me ayudó mucho... Lo que quiero decir Camila es que desde que apareciste en mi vida... Hiciste que el sol salga para mí...Y estos días, no pude dormir, solo tú estabas en mi mente, me sentí morir sin verte por eso dejé de lado mi orgullo mi ego solo para poder decirte que me importabas a pesar de todo. Concluyó Marcelo exhalando pesadamente.

Camila se giró incorporándose mirándole directamente a los ojos y le comentó:

-Ese día pesqué a mi novio con su amante por eso conduje furiosa, enseguida por el llanto, que casi me mato, pero tú me auxiliaste, tú me salvaste de que me pasara algo grave. Y lo que quieres decir que tú creías que yo estuve con Gustavo por eso decías que me ibas a perdonar a pesar de todo pregunto Camila.

-Lo que sucede es que Gustavo tiene un pasado... Es decir tiene una manera de ser cuando quiere alguna mujer lo consigue. Le aclaro Marcelo y al rato se arrepiente por lo que dijo, eso significaba que no confiaba en ella.

-Gracias por aclararlo. Le dijo Camila ... - Ahora déjame descansar le dijo para que se retire.

Marcelo apretó los puños y frunció los labios, hizo el amague de querer acariciarla pero se incorporó saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de sí.

- ¿Qué tal te fue? Lo arrebató en las escaleras del señor Goicochea mirando serio.

-No sé por qué cuando estoy ante ella me pongo tan nervioso que salgo diciendo cualquier cosa y no lo que realmente quiero decir. Expreso algo molesto Marcelo.

-Te invito a tomar un vino y alguna picada, ahí afuera. Le dijo Goicoechea como para acoplar su ánimo.

Camila en su habitación ingresó al baño se baño con agua tibia envolviendo su cuerpo de espumas y se relajó un momento observó la cicatriz que tenía en el medio del pecho como de a poco se iban poniendo la cáscara dura, cuidadosamente seco la zona, después salió, unto una crema especial, eligió su ropa para salir y recorrer los establos, visitar a su amigo Rayo, el cimarrón qué tanto quería. Al bajar de su habitación escuchó voces hacia la cocina y risas cuando se dirigió hacia ahi observo a su padre junto a los hermanos Prieto que charlaban y compartían un vino ya subido de tono entre ellos negó con la cabeza y decidió alejarse de ese lugar.

-Hola Rayo querido amigo...¿me extrañaste?. Dijo a su caballo acariciando su hocico, tomo un cepillo para pasarle por su crin.

-Es un bello animal. Escucho la voz de Marcelo atrás de ella. Se aproximó y acarició al caballo.

-Ten cuidado que no es muy dado con los extraños. Le advirtió Camila.

-A mí me acepta... Mira cómo se deja acariciar, se ve que le agrado. Le respondio Marcelo.

"Me la vas a pagar Rayo ¿Por qué me traicionas así?", le susurro Camila a su caballo.

-¿Cabalgas? Le consultó a Marcelo.

-No... Todavía no es recomendable. Se excusó Camila recordando su operación.

-¿Sí? ¿Cómo te sientes al respecto? Le preguntó Marcelo.

-Bastante bien, con los medicamentos y tomando a horario, lo llevo bien. Respondió Camila.

-Camila has pensado darnos una oportunidad. Le preguntó en un momento Marcelo, se produjo un silencio que le resultó una eternidad.

-Qué te parece lo siguiente acordemos darnos la oportunidad... Cuando yo regresé de mi especialización... Si aún quieres tener una relación conmigo lo intentamos, pero si conseguiste con quién estar que coincida contigo en todo... No te preocupes porque no existe una obligación conmigo y nadie se enoja. Le respondio Camila.

-¿y si mejor me voy contigo?. Le pregunto Marcelo tomándola por sorpresa.

-¡¿Qué?!... ¿Cómo vas a dejar tu trabajo? ¿por lo que luchaste tanto?. Pregunto desconcertada Camila. - No... No...Ni pensarlo... No quiero ser responsable de que abandones todo, lo que tanto has logrado... Definitivamente no. Concluyo Camila.

- No será que no quieres tenerme a tu lado porque sabes el término de tu vida... Estuve hablando con tu padre Camila... ¿Por qué no eres sincera?. Le pregunto Marcelo.

-Porque quiero que estén conmigo por lo que soy y no Por pena, por lástima... Por eso no hablo de mi condición de salud. Le aseguro alejandose de él.

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