Capitulo 14- MALDITA CURIOSIDAD

Camila observó la lluvia constante insípida que regaba la ciudad el pavimento como salpicaba y recordaba cómo se veía en su estancia regando los campos y añoraba estar ahí sentir la lluvia húmeda, los aromas correspondientes a la lluvia, la paz que le transmitía, sentada comiendo unas tortas fritas tomando unos mates pero esa paz no la podía tener sabiendo que Joa la atormentaba con su presencia en cualquier momento puteaba encabronada mentalmente de porqué tenía que ser así. Suspiró pesadamente con la mirada lejana y su expresión llamó la atención de Gustavo que la trajo a la realidad consultando.

-¿En qué estás pensando Camila? Se te ve pensativa y lejana. Le dijo Gustavo a Camila.

Camila infló sus pulmones de aire y lo soltó pausadamente antes de responderle.

- Extraño mi hogar, en el campo, contemplar la lluvia sentada en la galería comiendo torta frita, hablando con la señora Julia, riéndonos de anécdotas del hospital. ( se cayó un momento tragando saliva para hogar la pena que sentía y prosiguió)... Pero esa paz no la voy a tener sabiendo que Joa ronda por todos esos lugares. Pensar que me lo cruce me provoca miedo, pavor, sentir eso en su presencia, es algo que nunca crei sentir. Lo último que hizo me hizo dudar de su juicio de lo que sería capaz de hacer. Comento Camila reflexiva.

-Puedo comprenderte Camila... Es una pena que no puedas disfrutar de tu espacio por culpa de alguien que te haga la vida imposible. Le dice Gustavo mientras permanecían en la puerta contemplando la lluvia. Él había evitado insultar respecto al ex de Camila no quiso decir groserías, que lo escuche hablar de ese modo, por alguna extraña razón él no quería hacer ver su lado malo ante Camila no sabía el motivo ni la razón que le impulsaba a comportarse de ese modo ante ella.

-Deberías estar ahí, un día de lluvia, es un espectáculo espléndido la brisa, la suavidad que te acaricia, no encuentro palabras para explicarlo, tendrías que vivirlo, sentirlo es único es algo que te llena de energía. Dijo Camila callando de golpe como ahogando un llanto a punto de salir.

Gustavo permaneció callado parado cerca de ella tratando de imaginar lo que ella le contaba. Tenía una manera de expresar las palabras que hacía como si fueras que se traslade a ese lugar. Hasta que vio la cara de Camila y carraspeo la garganta. Por lo que tratando de cambiar el tema le dijo

-Entremos a tomar café (y le fregó los brazos a Camila sin motivo ni razón no se explicó de lo que le impulsó pero le quería tocar la piel, sentir su suavidad)... Y tienes piel de gallina (dijo con la voz ahogada al sentir la suavidad de la piel de Camila que se deslizo como seda en su palma)... Vamos, hace frío acá afuera, tomemos café insistió. Y se soltó de manera abrupta como que tocó algo prohibido que no debía haber tocado y temia ser pescado. Camila le resto importancia con su mente divagaba añorando su hogar que no se percato de la mirada intensa de Gustavo.

Marcelo en ese momento atendía a su Cliente por teléfono ajeno a todo lo que estaba pasando afuera no se había dado cuenta ni que se había largado una fuerte tormenta tratando de hablar explicarle todo como sería el proceso mientras que del otro lado solo escuchaba quejas y preocupaciones e insistencias por parte de su cliente que le decia "que debía estar ahí que vaya que lo ayude porque estaba en un problema" y no sabía cómo hacer para irse siendo que era muy tarde, pero el cliente le resultaba muy insistente y era uno que pagaba muy bien que no se le podía negar en ningún momento.

📱Entiendo señor lo que me está diciendo comprendo su preocupación. No se preocupe yo mañana temprano voy a estar ahí voy a arreglar todo ese tema que se le presentó le decía Marcelo.

📱Pero sabe de lo que le estoy hablando entiende la gravedad del asunto necesito su presencia aquí se me presentó un grave problema en la empresa necesito su colaboración urgente. Entiende lo que le estoy hablando le insistí el cliente.

📱Perfectamente le comprendo señor pero no porque me vaya ahora quiera decir que ya tenga la solución es muy tarde fíjese la hora no, no habrá nada que hacer a esta hora mañana temprano voy a estar a primera hora. Comienza la semana y todas las oficinas están abiertas y se va a poder solucionar. No se preocupe voy a estar ahí, le aseguró. Marcelo le aseguraba tratando de concluir su llamada.

En ese momento Gustavo junto con Camila fueron a la cocina a servirse el café humeante que había preparado momentos antes Marcelo.

-Marcelo me contó que fue el primero para vos. Le dijo en un momento Gustavo a Camila que hizo que casi escupiera todo el café.

-Te contó eso. Le dijo ella todo colorada medio avergonzada y le temblaban las manos de la sorpresa que le provocó lo que le reveló Gustavo.

-No lo culpo... Tenia las emociones a flor de piel... Que no podía ni aguantarse él mismo de revelar todo... Tranquila solo conmigo habla. Le aclaro Gustavo.

-Menos mal... Así que me quedo tranquila no va a aparecer en la primer página del diario Entonces. Dijo Camila con ironía.

-Al menos en la página de historias candentes no va a aparecer... Quédate tranquila... Yo soy una tumba, nunca cuento nada siempre hablamos entre nosotros pero ahí muere todo...Así que de eso te podés quedar tranquila. Le aseguro Gustavo. -Pero lo que no me explico... Es que me dijo que vos tuviste como dos años de relación y que cómo fue que duro si no pasaba nada... Eso no me llegó a explicar. Le dijo pícaro Gustavo queriendo saber cómo tuvo ella su relación con el grandote gorila como le decía Marcelo siempre.

Camila se puso más roja que tomate nunca esperaba que le preguntara algo así menos el hermano de Marcelo no sabía dónde meterse estaba más colorada que un tomate tomando el café disimuladamente como queriendo salir corriendo. Pero ¿a dónde ?. Carraspeó su garganta como tomando impulso para responderle buscando las palabras correctas respiro pesado antes de proseguir

- Hay miles de maneras de hacerlo sin necesidad de llegar al coito en sí... Podria decirse que yo era la que le brindaba las atenciones. Fue la respuesta de Camila tratando de aparentar calmada pero en su voz se notaba lo nerviosa que se sentía. Gustavo encurvó los labios con una mirada pícara y desafiante no pudo aguantar su curiosidad por lo que prosiguió con su pregunta.

-Me podrías instruir porque de otra manera no conozco, se ve que no tengo tanta imaginación. Dijo haciéndose el muy sumiso en el tema. Pero la verdad que él se sabía desde la primer letra hasta la última todo tan solo quería escuchar la voz de Camila de cómo ella lo expresaba o de cómo ella lo iba a decir.

-Ja... Ja. (Río nerviosa Camila)... Qué ahora me tomas como consejera sexual... No te creo... Te veo como que ya anduviste de ida y de vuelta antes que yo. Le dijo ella en respuesta inteligente.

-Qué tiene de malo que me lo digas cada uno tiene su propias perspectivas, por ahí lo que vos me reveles me dé más iluminación. Le dijo Gustavo sin quitar la curva de sus labios que sentía la emoción a flor de piel de escuchar lo que le relatara. Camila negó mirando hacia el piso como buscando algo que se le perdió, suspiro pesado, no sabía qué hacer, cerrando los puños, hasta que decidio comentarle a ver si de ese modo la dejaba de molestar. Levantó la mirada lentamente y le miró al rostro fijo para no perder ninguna expresión de él. Busco en su memoria cómo decirle las cosas para que no le suene abrupta las expresiones a ella ni le ponga vergonzosa al respecto ante él.

-Bueno si quieres que te relate algo al menos voy a tomar algo fuerte porque la verdad que me incomoda hablarte al respecto... Siendo hermano de Marcelo. Le dijo Camila medio avergonzada a Gustavo.

-Eso lo podemos arreglar enseguida. Dijo Gustavo girándose hacia el mueble de la cocina y sacando una botella de licor de cafe con chocolate debajo de la mesada. -Esto es fuerte y te saca el frío. Le dijo con una sonrisa y ella asintió a duras penas no podía creer que tenía esa bebida. Se tomó Dos copas seguidas para tomar coraje y poder hablarle. Gustavo la observó plácidamente y también tomó.

-Bueno ( inició Camila). El cuerpo humano es una máquina sensitiva... Segun como lo toques impulsa una señal a tu cerebro... Esa señal que recibe le dira sí es dolor, algún malestar si es una sensación agradable, plácida, excitante... Además no solo con el tacto puedes incentivar una emoción sino también influye la música... Esas señales audiovisuales impulsa para que algunas personas tengan su orgasmo de ese modo... Deja que te cante una canción y después Dime qué sentiste sin que yo te toque le dijo Camila.

Marcelo aún continuaba en el teléfono tratando con su cliente lo que iban a hacer porque no seguía de ser tan insistente, como 5 minutos tardo hasta que por fin pudo cortar la llamada y cuando regresó a la cocina y vio a su hermano con una expresión en el rostro que nunca le había visto y al mirarlo se levantó nervioso carraspeando la garganta. Se alejó de ahí sin decir palabra alguna, Camila solto la guitarra que sostenia en la mano y tomó un trago más de la bebida que había tomado.

-¿Pasó algo que me perdí?. Consultó Marcelo intrigado. Camila nego con la cabeza tomando el licor y le dijo.

- No nada... Solo estaba tomando esto para quitarme el frío que hace. Le dijo Camila tranquilamente, pero por dentro le molestaba saber que Marcelo le conto sobre lo que tuvieron a su hermano. -Me llevas a mi departamento estoy muy cansada. Le dijo de una manera cortante y Marcelo no entendía qué es lo que le había cambiado el humor.

Gustavo que se había ido al baño se miraba en el espejo mojándose con el agua la cara no podía explicarse la sensación que le provocó escuchar esa canción que le cantó en pocos minutos Camila con unos acordes de la guitarra le recorrió un cosquilleo en todo su cuerpo, toda una energía, una electricidad por su cuerpo se deslizo de arriba a bajo. Algo que le nació del estómago y le llegó a la garganta como ahogándose, transpiraba nervioso, las manos le temblaban y no podía creer lo despierto que se habia puesto su masculinidad, no se explicaba esa sensación tan exitante por solo escuchar una canción y sintió mojada su ropa interior en un momento justo cuando llego su hermano por lo que se incorporo nervioso y se dirigió al baño, se encontró que había largado todo en sus boxer , al verlo no podía explicárselo y se tomó una ducha con agua caliente como queriendo lavarse esa sensación, todo lo incentivo por su curiosidad y ahora no sabia como mirarla, pero a la vez se aclaraba que no hizo nada con Camila únicamente escuchó una canción y le puso tan así que no podía explicarse. El golpeteo en la puerta del baño lo sobresalto.

-Gustavo voy a llevarle a Camila a su departamento. Le dijo Marcelo carraspeó la garganta antes de responderle para sonar calmado.

- Bueno. Fue todo lo que dijo y escuchó la voz de Camila que se despedía.

-Nos vemos Gustavo, después me cuentas qué te pareció la canción. Le dijo Camila con un tono picaro.

Marcelo no preguntó nada, pensando que hablaba de la primera canción que cantó, porque ni escuchó cuando ella cantó la segunda al estar tan concentrado hablando con su cliente.

Gustavo por dentro se preguntaba ¿Por qué? ¿por qué tuve que ser tan insistente? No puedo ser tan pendejo, musito entre dientes. Ahora no se podía borrar esa sensación eso que le provocó, aún escuchaba la voz de Camila en su cabeza y sentía la piel de gallina se terminó de secar y se fue a su cuarto a vestirse, se tiro en la cama, se puso auriculares para escuchar otra música y poder borrarse la voz de Camila cantando de la cabeza pero al dormitar otra vez en su sueño la volvía a escuchar.

En ese momento Marcelo llegaba con Camila al departamento de ella y cuando él hizo el amague de querer entrar Camila lo atajó y le dijo

-Discúlpame, pero estoy muy cansada de verdad quisiera dormir. Le dio un tierno beso y lo despidió el quedo parado en la puerta y con gran pesar se fue.

Gustavo giraba en su cama sin poder dormir se levantó nervioso miró la hora. Se preguntaba si Marcelo se quedaba con Camila y por alguna extraña razón eso le molestaba, una sensación de celos nacio en su pecho. Tratando de borrarla se decía él la eligió primero se repetía cada rato pero no podía quitarse esa sensación que le recorría el cuerpo y la voz de ella retumbandole sus sentidos auditivos. Al rato escuchó que Marcelo ingresaba a la casa y suspiró aliviado y no se explicaba por qué pero eso medio que lo tranquilizó.

Por su parte Camila se sentía avergonzada no podía creer que Marcelo hubiera revelado lo que tuvieron íntimamente, ella por su parte siempre se reservaba su comentario no le contaba ni a su mejor amiga ni a nadie se lo guardaba para ella misma y no podía explicarse ¿Cómo era posible que Marcelo lo haga y a su hermano?, no sabía cómo mirarle en la cara a Marcelo, por eso a propósito fue que cantó. Pero se ve que no le provocó nada a Gustavo porque no le dijo nada al respecto al contrario serio la miró.

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