07

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Helena y Vitor conversaron durante un rato, a pesar de no entrar en detalles sobre sus vidas, seguían manteniendo un buen diálogo, hablando de películas, series y hasta libros románticos.

—La conversación es muy buena, pero creo que ya necesitamos dormir, buenas noches, dijo Helena para luego besar a Vítor en la mejilla y luego darse la vuelta, de espaldas a él.

—¿Seguro que ya tienes sueño?-Preguntó Vitor casi susurrando al oído de Helena para luego besar su cuello, lo que terminó por ponerle la piel de gallina.

Sin saber cómo reaccionar, Helena se giró, encarando a Vitor, sus miradas se encontraron y el tiempo parecía haberse detenido, su respiración entrecortada era el único ruido que se escuchaba en aquel cubículo.

En ese momento las palabras se hicieron innecesarias, Vitor avanzó hacia Helena y cubrió sus labios con un beso caliente y delicioso, su lengua vagaba por todos lados, dejando a Helena completamente desarmada.

Al ver que Helena responde a sus insinuaciones, Vitor la besó más intensamente mientras sus tontas manos recorren todo el cuerpo de Helena.

La bella joven vestía una blusa de tirantes finos y no llevaba sujetador, sus pechos estaban duros y eso excitaba aún más a Vitor.

—Quiero sentirte dentro de mí, dijo Helena al ver que el miembro de Vitor ya quería salir de los shorts casuales que llevaba en esa noche extrañamente maravillosa.

Vitor no dijo nada, solo se acercó aún más a Helena, y deliberadamente comenzó a quitarle la blusa, al ver los hermosos pechos de Helena, Vitor comenzó a chupar con urgencia el pezón derecho de Helena mientras acariciaba el izquierdo, esa pequeña acción ya era dejando a Helena completamente entregada a un placer que nunca antes había sentido.

Se quitaron la ropa y se dispusieron a disfrutar de este momento hasta que Helena le dijo a Vitor que aún era virgen, él guardó silencio por unos segundos y luego habló en voz baja, más como susurros.

—Ay mi Helena, me alegro de ser el primero, déjame cuidar de ti - dijo Vitor con una voz llena de cariño y luego volvió a besarla, primero en la boca y luego bajando hasta su cuello y también en sus senos y vientre.

—Déjalo así, quiero lamer cada centímetro de esa hermosa flor tuya, dijo Vitor mientras se colocaba entre las piernas de Helena, al principio ella tenía un poco de miedo por lo que fue necesario un poco de insistencia por parte de Vitor.

—Haz lo que quieras, solo hazlo, respondió Helena mientras intentaba ocultar lo bien que le estaba yendo todo.

Al escuchar esas palabras llenas de súplica, Vitor dio una media sonrisa y luego comenzó a chupar y lamer la intimidad de Helena, él a su vez estaba amando todo y gemía suavemente, viendo que Vitor chupaba con aún más ganas solo de escuchar los gemidos de Helena. entregarse por completo a este deseo que los consume.

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Después de hacer ese delicioso e intenso amor, ambos quedaron agotados, oh delicioso.

—Eso estuvo muy bien, dijo Vítor y luego jaló a Helena y la hizo colocar su cabeza sobre su pecho y luego dijo sonriendo:

—Mira cómo está mi corazón, está a punto de saltar de mi boca, eso fue un intento de asesinato, mi dulce fugitivo – dijo Vítor, haciendo sonreír a Helena, ella no habló del tema y pronto dejó de hablar.

—Si no es mucha molestia, me gustaría apagar la linterna de mi celular, no quiero quedarme sin batería, dijo e inmediatamente apagó la linterna y se acurrucó aún más en los brazos de Vitor, planeando dormir.

Vitor esbozó una pequeña sonrisa y empezó a mirar las estrellas, que poco a poco iluminaban la vieja cabaña.

“Dios tiene un gran propósito para sus hijos y todo sucede en su tiempo. Cliché ridículo, nunca conocí el amor hasta que conocí a Helena, pero estoy planeando una boda y ahora no sé qué hacer, tenía tantas ganas de estar con ella, pero no puedo decepcionar a mi padre, que feliz sonrisa en su rostro ayer. La noche es difícil de olvidar, mi padre morirá pronto y durante este tiempo sólo quiero darle alegría, aunque sea a costa de mi infelicidad”, pensó Vítor mientras besaba la frente de Helena.

Al ver ese acto, Helena se emocionó mucho y por un momento tuvo ganas de contarle toda su historia a Vitor e invitarlo a huir con ella, pero Helena no tuvo el coraje, su padre es un criminal y eso asustaría a Vitor. .

—Dame tu celular, me guardo mi número —dijo Helena, un poco avergonzada por ser tan directa.

Vitor solo asintió levemente y luego le entregó a Helena su celular y también le pidió su celular y guardó un número, pero ni siquiera sabía a quién pertenecía ese número.

“Dios mío, perdón por ser tan idiota”, pensó Vítor mientras le devolvía el celular a Helena, la besaba en la mejilla y luego cerraba los ojos tratando de dormir.

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