Cap.18

Marcus, su padre y la tía Celine, se marcharon a la fiesta, mientras que en casa quedaban las damas,

_ no estás preocupada, por lo que pase en esa fiesta con Marcus.

_ no sé a qué te refieres madre

_ hija estás casada con el hombre más codiciado, guapo, joven y millonario.

_ lo sé mamá, pero no tendría por qué preocuparme de nada, sé que va a respetar nuestro matrimonio aunque solo sea momentáneo, él es mi primo y lo quiero mucho más de allí no madre

_ hija perdóname que te lo diga, pero, me gustaría que si un día quieres hacer tu familia, fuera con Marcus o por lo menos uno igual, que te quiera y que te respete, y te dé tu lugar, cosa que siempre él ha hecho.

_ mamá, pero que cosas dices, ya lo he dicho somos primos, además él no pondría sus ojos en mí, no soy su tipo,

_ ¿_ y si se fijara en ti qué harías?

Victoria se quedó en silencio, no supo que decir y es que ella siempre ha visto a Marcus con otros ojos, nunca lo ha visto como algo más y es que jamás se ha detenido a mirarlo como hombre.

La fiesta era por todo lo alto, fotógrafos, reporteros, había mucha gente del medio empresarial, y como Lucrecia le encantaba darse baños de riqueza, pues quería hacer lo mejor para impresionar no solo a los ya conocidos, sino también al nuevo socio de su esposo.

Los Dubois llegaron, y de inmediato no faltaron las fotos, las preguntas, y todo aquello que conllevaba ser el más codiciado y multimillonario

Entraron al salón, todos miraban al imponente Marcus y a su padre, y porque no, a la bella tía Celine que aunque era ya una mujer madura, se conservaba muy bien,

_ esta gente sí que se dan sus lujos

_ les gusta aparentar, hijo, pero pronto quedarán sin nada de esto, esta fiesta solo les quedará en su memoria. Rodrigo y su familia se acercaron a saludar a los Dubois,

_ buenas noches, bienvenidos, Rodrigo Lascuráin, mi esposo Lucrecia, mi hijo Retano, falta mi princesa que no tarda en llegar,

_ mucho gusto, mi hijo Marcus, mi hermana Celine, gracias por la invitación, está todo muy hermoso.

_ gracias a ustedes por venir, oh allí viene mi princesa. Alicia había llegado con un vestido rojo, ajustado a su cuerpo, corto a media pierna con una pequeña abertura, su cabello lo llevaba recogido, se veía hermosa.

_ buenas noches, lamento la demora, pero aquí estoy, mucho gusto soy Alicia,

_ esta es mi princesa, la modelo más reconocida, creo que han escuchado de ella.

_ si, claro que sí, mucho gusto jovencita, mi hijo y mi hermana.

_ un gusto conocerte, Marcus, he escuchado mucho de ti. Marcus solo le dio la mano y es que no era su tipo, no le simpatizó la chica, se le notaba que era muy creída.

_ ven vamos a bailar

Aunque no le gustaba estar cerca de la chica, ante todo era un caballero, mientras bailaban, algunos fotógrafos tomaban fotos de la pareja, Arthur miraba todo y en silencio dejo que ellos se sintieran que tenían terreno ganado.

_ guapo, y como está todo por Francia

_ muy bien, pero ahora viviré acá, en Nueva York, por los negocios que tengo aquí y por los negocios con su padre.

_ que bueno saberlo, pero puedes tutearme, espero poder llevarme bien contigo, no sé salir a comer, te puedo llevar a conocer, que dices

_ Lo pensaré, ahora sí me permites, iré al baño

Marcus, llevo a Alicia a la mesa donde estaban sus padres y se fue al baño, se sentía incómodo con tenerla cerca, sacó su teléfono y llamó a Victoria

_ hola princesa, te desperté

_ no, no puedo dormir, y me he quedado esperándolos, cómo va la fiesta

_ la verdad me quiero ir, esta gente es más falsa que un billete de cincuenta, ambos sonrieron

_ vamos primo, no tiene que ser tan grave la situación,

_ si es horrible, esa tipa no se me despega, se me insinúa y la verdad no me cae bien, nos han tomado fotos junto seguro que mañana salimos en primera plana.

_ óyeme como que fotos, soy una esposa celosa y no me va a gustar ver eso y unas sonoras carcajadas se escucharon.

_ mi esposa me va a dejar, me pedirá el divorcio porque pensará que le soy infiel. Entre bromas y risas, ambos cortaron la llamada, Victoria bajo a la cocina a hacerse un té y Marcus, fue dónde estaba su tía y su padre, rogaba que Alicia no volviera a buscarlo para bailar o hablar.

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