Cap.9

Señoras y señores vamos a darle un fuerte aplauso a la quinceañera Victoria, quien a continuación va a ser su primer baile, todos aplaudieron, Viviana feliz de ver qué su hija era feliz, tenía carácter y no se dejaba de nadie, pero también era dulce, cariñosa, una hija de la cual ella estaba orgullosa.

Marcus se levantó, fue en busca de su prima, para hacer el primer baile, estaba contento de ser él el primero,

_ me permite señorita, quiero tener el gusto de ser él primero en bailar con usted

_ por supuesto caballero, me haría muy feliz. Ya ambos sonrieron

_ disculpa por lo de hace rato,

_ no te preocupes, igual te lo iba a decir, si no llegabas, no iba a permitir una tonta así a tu lado y menos en mi familia

_ celosa?

_ claro, eres mi primo y no quiero cualquier esposa para ti, quiero una que tenga un corazón tan grande y bueno como el tuyo

_ pues gracias prima, por cuidarme...

La noche transcurría, y la fiesta estaba de lo mejor, Louis el novio de Victoria era unos años mayor que ella, era un chico rico, de familia adinerada, pero con nada en su cabeza,

_ preciosa quiero bailar, contigo

_ por favor Louis, ya bailamos, además te dije que no te acerques tanto porque mi familia se puede dar de cuenta

_ me tienes harto con eso, que me importa tu familia, así que vamos a bailar

_ suéltame no voy a ningún lado,

_ ya te dije vamos o terminamos

_ pues terminamos no me vas a obligar a nada, estúpido y suéltame

Louis la soltó, pero le dio una bofetada, Victoria reaccionó de inmediato y también le dio una cachetada

_ a mi me respetas, y te largas de mi fiesta

_ maldita estúpida que te crees. En eso le iba a dar otra. Cuando alguien le sujetó fuerte la mano y se la dobló hacia atrás

_ pídele disculpas, ahora mismo o no respondo

El chico le dolía, y es que Marcus, era más alto fornido, bueno ya era un hombre de veinte años

_ suéltame, idiota, me estás lastimado

_ te dije que le pidas disculpas ahora mismo o llamaré a tu padre y creo que no te va a gustar lo que tengo que contarle, que te parece si por las buenas le pides disculpas

_ está bien, discúlpame Victoria

_ y ahora te vas, y no se te ocurra, volver siquiera a mirarla, entiendes.

Todos en la fiesta se quedaban mirando lo que estaba pasando, Viviana y Arthur quisieron terminar la fiesta, pero Victoria no se los permitió

_ hija pero es mejor, mira como estás

_ madre por favor, no exageres, estoy bien mírame, eso no me afecta y no me va a hacer perder la alegría, además él no volverá

_ tía Victoria tiene razón, ya pasó mírala ella es más fuerte que nada y sabes que cualquier cosa no la derrumba,

_ está bien, nos quedamos un rato más y luego nos vamos dijo Arthur

_ gracias, y quédense tranquilos estoy bien ya mi caballero me defendió

_ si, si ya Viviana, no te pongas así, mi princesa está bien mírala feliz, yo que soy su tía la conozco y la veo de maravilla

_ buenos un rato más y nos vamos

Siguieron la fiesta, Victoria bailó, comió y disfrutó sus quince años como nunca, tenía a su familia con ella y eso la hacía feliz, y aunque su papá le hacía falta en ese momento tan especial, ella pudo disfrutar y no mostrarle a su madre tristeza por no tener a su padre ese día especial.

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