Cap.4

Llegaron a Francia, Victoria se veía feliz de estar en otro país,

_ Mamá me gusta este país

_ que bueno mi niña, este será nuestro nuevo hogar

Arthur al verlas feliz se alegró en su corazón, sin duda alguna él sabía que había hecho lo correcto

_ buenos vamos a mi casa, nuestra casa, quiero que así se sientan cómo en su casa

_ señor, quiero darle las gracias por ayudarnos

_ no tienes que agradecer hermosa, lo hago con mucho amor, y no me digas señor, puedes decirme tío, o abuelo, aunque no soy tan viejo, y los tres rieron

_ Bueno tío Arthur, vamos a casa. La niña tomó la mano de su nuevo tío y subió a la camioneta.

No tardaron mucho en llegar a una hermosa y grande mansión, tenía hermosa entrada con enormes árboles, lindas y coloridas flores, la mansión con grandes ventanales, era sin duda lo más bonito que la pequeña había visto.

_ Tío, es hermosa tu casa

_ gracias, pequeña, es tuya también no lo olvides y mientras iban entrando Viviana solo veía la felicidad de su hija, el cariño con el que se conectó de inmediato con Arthur, eso la hizo sentir más tranquila sabiendo que todo iba a estar bien para ambas

_ buenos días, señor, lo estábamos esperando

_ gracias, quiero que conozcas a las nuevas dueñas de esta casa, Victoria y Viviana, ambas saludaron

_ mucho gusto, señora, niña, soy Margot, estoy para servirles, lo que necesiten no duden en pedírmelo

_ muchas gracias, Margot

_ bueno pasen están en su casa, Margot por favor lleva estás bellezas, para que se instalen en sus habitaciones

_ si me disculpas Arthur, pero quiero hablar algo contigo

_ si claro, como gustes, mientras mi pequeña sobrina va a ver su habitación

_ gracias tío. Margot llevó a Victoria a la habitación y Arthur y Viviana fueron al despacho

_ haber dime, de que deseas hablarme, pero siéntate cómoda

_ pues me siento un tanto incómoda al llegar aquí, ya sabes por lo de tu esposa, supe que te habías casado, y no quiero que tengas problemas.

Arthur al recordar a su esposa, su semblante cambio de felicidad a uno de tristeza.

_ verás, mi esposa falleció hace doce años, fue el día que dio a luz a nuestro hijo

_ oh Arthur cuánto lo lamento, me puedo imaginar cómo te sentiste, pero y tu hijo

_ Mi hijo está con mi hermana de vacaciones, volverán el fin de semana, es un buen hijo, mi hermana me ha ayudado mucho con él después que mi madre murió ella se vino a vivir conmigo aquí lo consiente mucho, ya que ella no tiene hijos, lo adora como si fuera de ella y él a ella también.

_ entiendo, y debe estar grande, crees que acepte que estemos aquí mi hija y yo

_ si mi hijo ya tiene doce años, y tanto el cómo mi hermana ya saben que ustedes estarán aquí con nosotros y están más que encantados, así que no te preocupes, tranquila, no dejes que nada te agobie ya te dije que me tienes a mí y que seré el apoyo de ambas

_ Gracias por tu apoyo, estaré eternamente agradecida contigo.

Un nuevo comienzo le daba a su vida Viviana y Victoria, tenían el respaldo de un buen hombre y nada las iba a detener de volver a Nueva York, a vengarse de Rodrigo Lascuráin.

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