Un encuentro inesperado

Romeo lleva meses con un deseo enfermo de ver a Abigaíl, y no sabe de dónde nace dicho deseó, muchas veces por las noches, cuando él sale a correr en el bosque del palacio, siente la necesidad de ir a la casa del duque Camilo Lombardi a ver a Abigaíl así sea dormida, y su lobo últimamente también le pregunta por ella.

Él la extraña mucho, y desea de todo corazón que ella se recupere bien, ya que ella es una buena chica y de buenos sentimientos.

Él ha estado investigando en secreto como era la vida de Abigaíl en el palacio, y se dio cuenta de que su prima Sofía, le hacía la vida imposible, por el simple hecho de que Abigaíl era su favorita entre todas esas mujeres insípidas.

Además, él está reuniendo pruebas de su delito, y planea darle el divorcio desde que la tenga en las manos, ya que esa mujer es un dolor de cabeza total, y lo es aún más, cuando ella se autoproclama a sí misma como la próxima emperatriz de ese imperio, cosa que es ridículo, pues él solo ha pasado una noche con ella, y nunca más la volvió a tomar como mujer, pues su olor corporal no es de su agrado.

Si alguna allí ha de ser emperatriz, esa era aquella belleza de nombre Abigaíl, la cual lo tiene perdido, y durante esos dos años casi tres que lleva sin verle, el deseo de estar con ella no se le quita, él piensa que fue mala idea darle el divorcio, y algo dentro de él, le dice que esa fue la peor decisión de todas.

♥️Cansado de no hacer nada, Romeo bufa el frustrado y eso le hace que le duela hasta la cabeza.

Él toma la decisión de ir a la casa del duque Camilo Lombardi, para saber del estado de salud de su exesposa.

Por eso, él se levanta de su cómoda silla y toma su túnica real y se va de allí dejando a su asistente Andrés con todo el trabajo del día.

Andrés no se sorprendió de eso, ya que ese emperador es un hombre muy loco, y se escapa de vez en cuando para ir a correr por el bosque.

Con Romeo.

Dicho hombre fue a la caballeriza y tomó su caballo negro como la noche y salió disparado como un rayo del palacio. Sus guardias apenas podían seguir detrás de él, puesto que el hombre se fue rápido y no dio tiempo a nada.

Dos horas en total fue lo que duró Romeo en llegar al ducado y al pasar la gran puerta principal, sintió un olor a frutos rojos que le hicieron la boca aguas.

Él, al sentir eso, aceleró a todo lo que tiraba el caballo, y cuando llegó a la mansión se bajó corriendo y fue a tocar la puerta con insistencia, ya que si ese olor a frutos rojos sale de esa mansión, eso significa que aquí está su luna, la mujer más importante para él.

El mayordomo, quien escuchó la puerta ser tocada, fue a ver quién tocaba con insistencia, y nada más le bastó abrir la puerta, para ver a Romeo parado en ella. Este, cuando vio la puerta abierta, entró sin ser invitado.

—¿Dónde está? — pregunta Romeo al mayordomo, y él piensa que Romeo habla de su jefe y por eso lo invita a pasar a la sala de estar.

En poco tiempo el duque estaba allí, quien estaba un poco nervioso por la repentina llegada de ese rufián.

—¿Qué le trae a mi casa Majestad? Perdón por la espera— dice Camilo Lombardi luego de hacer una reverencia.

—Duque, quiero saber cuál es la condición de su hija, y si es posible, deseo ir a verle a su habitación— dice Romeo y al hacerlo sigue inquieto por el olor a frutos rojos que tiene toda la mansión.

El duque tragó con dificultad antes eso, y no sabía qué inventar, pero dice para no quedar mal.

—Mi hija está igual, y en cuanto ir a su habitación, no lo veo bien, usted no tiene nada que buscar allí, y le recomiendo que se olvide de mi hija, pues ya se han divorciado hace dos años, ya bastantes mujeres tiene usted en su harén— dice el duque con desagrado.

—Duque, se le olvida en presencia de quién está. Si digo que quiero ver a Abigaíl, lo digo como una orden, usted solo tiene que obedecer a su emperador— dice él mientras libera su aura de poder para intimidar al duque.

Este último, por la presión en su cuerpo, sintió cómo su lobo estaba siendo sometido ante su líder supremo y cayó de rodillas frente a él tocando su pecho, ya que sentía mucho dolor en esa área.

Romeo, al ver eso, le dejó ahí tirado y le ordenó a un sirviente que pasaba por ahí, que lo lleve a la habitación de Abigaíl.

Esta última, por suerte para ella, ese día estaba tomando una siesta, porque se levantó muy temprano y, como de costumbre, estaba haciendo ejercicio, y su cuerpo terminó muy cansado.

Por eso, cuando Romeo llegó a su habitación, ella estaba dormida totalmente, como cuando estaba en coma.

Romeo, por su parte, al llegar a esa habitación, sintió en ella el olor a frutos rojos que le hace agua la boca y tentado, fue a ver de cerca si eso era real o era un sueño.

El de la emoción tan grande que es ver tal cosa, siente que su corazón se quite salir de su pecho, ya que si es como piensa, Abigaíl es su segunda oportunidad.

Ahora bien, él no se explica cómo es que nunca se enteró de eso, si hasta ha profanado su cuerpo por donde quiera que ella se lo ha permitido, y aunque su olor es agradable, no se compara al delicioso arma que tiene ahora. Por ahora no le buscará la quinta pata al gato, pues lo importante aquí es, que él ya tiene una segunda oportunidad de amar, y es con su bella Abigaíl.

Cuando estuvo cerca de la cama, él se arrodilló al lado de ella y se inclinó hasta llegar al cuerpo de Abigaíl, y al hacerlo vio lo linda que estaba ella, parecía como si nunca hubiera estado en coma.

"Hermosa, qué rico huele" dice su lobo con un ronroneo, en claras señales, de que estaba encantado con la muchacha.

—Mi bella Abigaíl, deseo con todo mi corazón que puedas despertar, mi corazón te ha extrañado mucho, y mi cuerpo también lo ha hecho, si tan solo supieran lo importante que eres para mí, no me dejarías solo, estos dos años sin ti han sido una tortura, eres mi segunda oportunidad de amar—dice Romeo para luego besar los labios de su bella con olor delicioso.

Tras ser besada, la joven despertó y abrió sus ojos azules como el mar, y vio que un hombre desconocido la estaban besando. Asustada, ella se apartó de él y dio un salto en la cama.

Romeo se sorprendió tanto que terminó cayendo en el suelo, con los ojos abiertos como plato.

* * * * *Nota* * * * *

Hola sean todos bienvenidos a una nueva aventura

Para mí es gratificante traerles una nueva historia, espero y la amen como siempre lo hacen con todas las historias que hago

Gracias por el apoyo mis quetid@s lectores, sin ustedes, las historias que escribo no llegarían a nadie.

Otra cosa, las imágenes son de una app de generar imágenes, así como Bing

Cómo en cada historia que hago, les publicaré; lunes, miércoles y viernes, en caso de pasar algo, al día siguiente del día que toca publicar, tendrán capítulos, sin más que decir, nos vemos el día asignado.

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