Quiero ser libre.

El sonido de mi teléfono me saca de mi sueño...

Cuando me doy cuenta de que Martina tiene su pierna puesta en mi cintura. Trato de salir despacio, me doy un baño de agua fría, voy hacia la cocina y me preparo un jugo, mientras reviso mi teléfono para ver si hay algún problema con el trabajo, o los estándares de seguridad.

Pero una voz me sorprende... Pensé que estaba solo.

(Luca) Veo que la cita si funcionó.

(Claudio) Recuérdame cambiar la clave de las puertas. Ya no tengo privacidad en esta casa.

(Luca) Té recuerdo que también suelo vivir aquí algunos días.

A lo que vine, Claudio, mi hermana como reaccionó al decirle que tú eras su cita.

(Claudio) Pues en palabras cortas, Martina no supo que yo era su cita.

(Luca) O sea qué no lo sabe y ahora lo que me espera a mí, amigo pensé que tú la harías entender. Pero resulta que soy yo el que le debe explicar.

(Claudio) Recuerda que fuiste tú quien ideo todo esto. Yo solo soy una ficha en tu tablero.

(Luca) Pensé que nuestra amistad de años podría ayudarme alguna vez en estos casos, pero me doy cuenta de que no. Otra vez me dejaste con el problema por resolver.

(Claudio) Bueno es tu hermana y tú la conoces mejor que este simple amigo tuyo.

(Luca) No te hagas la víctima Luca que sé que mi hermana te gusta desde antes, recuerdas cuando te mostré la foto, pues quedaste viéndola por varios minutos.

(Claudio) Solo quería ver el parecido entre ustedes no creas que me gustaba.

(Martina) ¿Y quién es su tema de conversación? ¿Quién es la que te gusta o te gustaba?

... Ambos se quedan callados al escuchar la voz de Martina, quien viene bajando con la cara de sueño.

No me van a decir de quien hablan...

Permiso, necesito un vaso con jugo muy frío, tengo un dolor de cabeza 😩. No vuelvo a beber.

... Y tú, Luca Duncan Pomar. Me hiciste ir por gusto a esa dichosa cena, la cual tu invitado jamás llegó, si no fuera por Claudio que se encontraba en el mismo restaurante, hubiese sido la burla de las demás personas.

(Luca) Dime una cosa hubieses preferido que tu cita sea un desconocido, o que hubiese sido Claudio. Porque a él ya lo conoces. Además, hermana, Claudio está soltero al igual que tú, y bueno su familia también está ansiosa que su único hijo se case y que mejor esposa para ti, que él.

(Martina) ¿Claudio? ¿Esposo mío?

(Claudio) Qué, a caso no me crees un buen esposo para ti, o prefieres el árabe desconocido que eligió tu abuelo y padre. Bueno Luca a tu hermana le gusta la idea de casarse con un desconocido.

(Martina) ¿Por qué la presión de un matrimonio? Y si yo no quiero casarme, solo quiero tener una pareja sin ataduras de ningún documento.

Sin tanto papel que marque su apellido en el mío, de verdad que hay tanta tradición sin sentido en este mundo de la ruta del polvo Blanco.

Yo solo quiero olvidar que pertenezco a este mundo y vivir en una casa de campo, con muchas flores, viendo a mis hijos correr por el jardín, mientras yo bebo limonada en una silla y río al verlos jugar.

(Luca) Sabes que nuestra familia no lo permitirá jamás y por más que huyas para conseguir tu futuro ideal, con todas las cadenas de anexos e informantes sabrán tu paradero siempre.

(Claudio) Sueñas muy alto, pero te recuerdo que los sueños a veces son livianos y esos son los que al despertar duelen más al creer que eran reales.

Bueno yo dejo a los hermanitos que tengo que trabajar con mi computadora y revisar muchas cosas. Adiós.

(Martina) Y tú Luca crees que mi sueño es liviano, porque es tan difícil tener una vida común como las demás personas que tienen pareja, algunas se casan otras solo adoptan a niños y son felices y porque yo no puedo hacer eso.

(Luca) Sabes que no somos comunes y si yo tuve la suerte de casarme con Abery Vorzotti pues para lograrlo sus padres tuvieron que llegar a muchos acuerdos y sabes que sus padres no pertenecen a la ruta del polvo blanco. Pero tuve que casi morir para poder lograr un matrimonio que no fuese obligatorio.

(Martina) Estoy cansada de todo esto. Te juro que a veces prefiero hundirme en el alcohol y no despertar de la realidad jamás, estoy harta de todo esto.

No quiero casarme. Quiero ser libre.

(Luca) No piensas en que si encuentras el amor y esa persona a la cual se vuelve tu razón de ser, te pide matrimonio, dime tú que harías, ¿lo dejas ir o aceptas su petición?

●Narradora

... A todo lo que estában hablando,

Claudio escuchaba atentamente, quería saber que era lo que en realidad quería Martina, ahora comprendía que a él, ella le gusta y no es un simple gusto, ella le atrae mucho, le fascina su manera de ver las cosas, le agrada esa sonrisa contagiosa que tiene, le da importancia a cada palabra que dice cuando está tranquila, la ve con amor a cada paso que ella da. Ella se ha convertido en su gusto propio y valioso. Ella es su todo, eso que va más allá de un buen gusto. Pero su temor es ... Es si Martina también siente eso y no solo un simple gusto. Claudio huyo hace años porque ya no quería enfrentar más esas situaciones de ser el hijo que mantuviera la tradición, y entendía perfectamente lo que Martina estaba sintiendo, pero si ella acepta ser su novia, él haría lo inimaginable por hacerla feliz.

Solo quería estar seguro de que a ella también él le atraía, ese era el inicio de un amor que lucharía por todo y sobre todos.

(Martina) Luca tengo que pensar muchas cosas, pero sabes lo de tu cita ya no quiero una segunda oportunidad para él, ahora tengo que pensar en mi misma y en el camino que debo tomar.

(Luca) Intenta pensar con tranquilidad, yo por ahora me tengo que marchar, ya sabes. No sé si quieres permanecer aquí o te busco un departamento discreto para vivir.

(Martina) Crees que me pueda quedar aquí algunos días más, claro si no incómodo.

(Luca) Para nada y Claudio no se opondrá, estará contento de tener compañía.

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