Lo que parecía ser

Parte 3

ELENA

Me recosté en su pecho, los dos fingimos que tuvimos una noche de pasión como los recién casados que somos, las muchachas entraron en la habitación con muchos manjares de desayuno, ellas dejaron la comida y se retiraron todas a la par sonriendo.

Sebastián se apartó de inmediato, apenas cerrada la puerta, tal parece que le incomoda mucho que esté cerca de él; aun así quise ser amable y le ofrecí darle un bocado de tostado en la boca, pero el se molestó.

____ No necesito que me alimentes como un niño yo puedo hacerlo solo___Se quejó mientras trataba de encontrar, los alimentos con sus manos; al parecer es un orgulloso, en un intento por agarrar el vaso de jugo de naranjas, se le cayó todo al piso. Es obvio que se sintió muy avergonzado, por su expresión en el rostro.

____ No te preocupes, no pasa nada___ Le dije, mientras recogía las cosas tiradas.

____ No hagas eso; puedes lastimarte con los vidrios rotos, lo pueden hacer las chicas por favor deja eso____ Me dijo, tratando de encontrarme con sus manos.

______ No hay problema, estoy acostumbrada a hacer este tipo de cosas; no tuve mamá así que todos los quehaceres en mi casa, las tenía que hacer yo, con la ayuda de una muchacha____ Expresé.

Él se quedó, estático y en silencio por un momento.

_____ Lamento oír eso, pero aquí no vas a hacer eso___ Ordenó.

_____ ¿Por qué no? Me aburriría muchísimo__ Me quejé.

_____ Pues haz otra cosa, tendrás todo el tiempo, para hacer lo que quieras____ Dijo en seco.

_____ Se supone que soy tu esposa, ¿por qué estoy sintiendo que me ves como a una empleada?_____ Expresé, mientras me coloqué de pies.

_____ Acaso olvidas que mi padre te compró, no estás aquí para hacer lo que quieras___ dijo enojado.

Me enojé mucho, por qué sentí que sus palabras eran muy cruel; sin embargo, respiré profundo y no me dejé llevar por mi temperamento, simplemente guardé silencio y entré al baño.

Luego de unos pocos minutos, escuché que alguien entró en la habitación, inmediatamente salí y veo que una de las muchachas, lo estaba mirando de una manera muy acaramelada, mientras lo ayudaba encontrar sus cosas personales.

_____ ¿Qué haces tú, en la habitación?____ pregunté ofendida.

_____ Lo siento señora, él señor siempre me pide ayuda___ responde ella, con cierta actitud. Como si tuviera algún derecho.

_____ Pues ya no tendrás que hacerlo, por si no te diste cuenta; yo soy su esposa____ Aclaré, mientras la saqué del brazo y cerré fuerte la puerta.

Sebastián se reía como si le agradara lo que acaba de pasar.

______ Uy, no hagas eso; cualquiera diría que tienes celos de mi empleada___ bufó.

______ Vaya, eres más prepotente de lo que creía__ Expresé, al pasar cerca de él.

Él me agarró del brazo, tomándome de la Cintura y me arrimó a su cuerpo, esa sensación me hizo erizar la piel.

_____ No vuelvas a querer mandar en mi habitación; yo decido quién se queda o quién se va, quién entra y quién sale ¿Entiendes?____ Murmuró muy cerca de mis labios.

_____ Pues para ti, será falso todo esto; yo me casé; para cumplir mi deber de esposa, te conste que no soy la del problema, cuando tu padre descubra, tu otra cara de hijo desobediente___ contraataqué.

Cuando terminé de recitar la última oración, me apretó levemente a su cuerpo y me dijo.

_____ No me está gustando tú forma de tratarme, normalmente las mujeres que se acercan a mí, suplican por qué me acueste con ellas, claro que no ibas a ser la excepción; puedo sentir tu cuerpo temblar ahora mismo____ Expresó rosando sus labios con los míos.

Esa fue la gota que derramó el vaso, ya no estaba dispuesta a tolerar sus aires de grandeza, lo empujé en la cama y le dije.

______ No creas todo lo que sientas, a lo mejor me hiciste temblar de miedo____ musité bajo dientes.

Él se sonríe falsamente y dijo.

_____ De acuerdo, no vuelvas a dar órdenes en mi habitación____ musitó, al mismo tiempo agarrando su bastón y se salió de la recámara.

Nada era lo que parecía al principio, creí que podía tener un matrimonio normal, pero justo en ese momento, me di cuenta que no iba a ser como yo lo imaginaba.

Además, tenía que fingir que era sumamente feliz; mi calvario recién comienza.

Me duché y me fui a dar una vuelta por la finca; mis suegros no estaban en la casa, al parecer se fueron muy temprano.

Mientras contemplaba la buena vista de aquel gigantesco lugar, mi suegra me llama al celular.

______ Buenos días, cariño; ¿Cómo amanecieron los recién casados?____ preguntó ella, muy amable.

_____ Muy bien, muchas gracias, señora; ustedes sí que salen muy temprano a trabajar____ Expresé, mientras miraba de lejos a Sebastián; otra vez hablando con aquella misma muchacha.

_____ Quizás no fuimos del todo sincero contigo; es que esa casa se la regalamos para ustedes, nosotros ya nos mudamos esta mañana____ Me dijo ella, lo cual me dejó asombrada casi petrificada.

______ ¿Cómo así? ¿Ustedes ya no vivirán aquí?__ pregunté desconcertada, manteniendo la vista hacía Sebastián.

_____ No cariño, como dice el dicho; casado casa quiere, ¡tranquila! Los visitaremos muy a menudo___ Dijo ella y colgó.

_____ ¡Genial! Ahora estoy completamente sola con él____ pensé.

Sin más, me devolví a la habitación; ya que él parece estar muy ocupado con aquella niña, no puedo negar que muero de celos de ver que ella lo mire de esa manera, y él se atreva a sonreír con ella de la misma forma.

Por fin, después de un momento; él entró en la habitación con la guía de su bastón, por ese lado es bastante independiente, no necesita demasiada ayuda, por ese lado.

_____ ¿Estás aquí, Elena?___ preguntó tras cerrar la puerta.

Me dio algo de temor, por si resulta ser un canaya, guardé completo silencio.

al no contestar, claramente; él creyó que yo no estaba en la habitación, entonces buscó su celular en el bolsillo, e hizo una llamada.

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