..."ENTRE SOMBRAS Y LIBERTAD"**...
La noche envolvía la villa Sandoval con su manto oscuro, proporcionando a Emma la discreción necesaria para forjar su huida.
Atormentada por el temor de casarse con un extraño, Emma trazó meticulosamente su fuga mientras la mansión descansaba en el silencio de la noche.
Con cada paso que la alejaba de la opulencia forzada, Emma sentía que recuperaba un poco de su libertad.
La ciudad, con sus luces parpadeantes en la distancia, ofrecía la promesa de un nuevo comienzo, lejos de las cadenas impuestas por las deudas de su padre.
**Emma**: (susurrando) No me casaré sin amor. Mi vida no puede ser sacrificada por las decisiones de otros.
En su travesía hacia la ciudad, Emma se topó con un encuentro inesperado.
Matías, un joven de aspecto amigable, ofreció llevarla en su coche, sin que Emma sospechara las verdaderas intenciones ocultas tras su aparente amabilidad.
El coche se adentró en el oscuro bosque, lejos de la seguridad de la ciudad.
La vulnerabilidad de Emma se hizo evidente cuando Matías, revelando su verdadera naturaleza, intentó aprovecharse de ella. En ese momento crítico, Maximiliano, alertado por la ausencia de Emma, intervino para salvarla de un destino peligroso.
**Maximiliano**: (furioso) ¡Suéltala!
El enfrentamiento dejó a Matías atónito, obligándolo a retroceder.
Maximiliano, con frialdad, rescató a Emma de la situación peligrosa, pero no sin lanzarle reproches.
**Maximiliano**: (serio) Esto es lo que obtienes por intentar escapar.
De vuelta en la villa Sandoval, Emma fue sumergida en una ducha con agua helada como castigo.
Las empleadas, siguiendo órdenes, la ayudaron a acomodarse en su habitación.
La noche de escapada se convirtió en un borrón en la memoria de Emma, cuyos recuerdos se desvanecieron en la confusión de las acciones impuestas por Maximiliano.
A la mañana siguiente, mientras Maximiliano y Richard estaban ausentes, Emma despertó en un entorno que, aunque lujoso, era una prisión disfrazada de opulencia. Los empleados la rodeaban, pero ella se sentía fuera de lugar en esa realidad que parecía sofocarla.
**Empleada**: Debe descansar, señorita Emma.
Mientras la villa permanecía en silencio, Emma buscó consuelo en la cocina, un lugar que le recordaba tiempos más simples y felices.
La preparación de alimentos se convirtió en un refugio donde sus pensamientos encontraron una pausa temporal.
**Emma**: (pensativa) Cocinar me hace sentir viva, a pesar de todo.
La llegada de Maximiliano y Richard interrumpió momentáneamente la calma. Emma, enfrentándolos con ojos decididos, se negó a aceptar un destino que le era impuesto.
**Richard**: (serio) No puedes escapar, Emma. Este matrimonio es inevitable.
**Emma**: (firme) No me casaré sin amor.
El desenlace de este capítulo no era simplemente una continuación de la historia, sino un punto de inflexión para los personajes.
Emma, confrontando las sombras de su pasado y las incertidumbres de su futuro, se aferraba a la determinación de vivir una vida auténtica, incluso si eso significaba desafiar las cadenas que la ataban a la villa Sandoval.
La villa, testigo silente de luchas internas y decisiones forzadas, se convertía en el telón de fondo de una historia que buscaba la verdad en medio de las sombras.
Siento que está corto pero buenoooo, solo seran algunos días para poder tener ideas.
Espero que me haya gustado, si quieren más háganlo saber en los comentarios ☺️!
Gracias por leer!
Byeeeeeee nenisssssss!
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Comments
Karen Gonzalez
se ve buena pero esa explicadera al final aburre
2024-02-19
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