Capítulo 3.Dejando parte del corazón.

Andrés, solicitó al doctor ver el cuerpo de su esposa antes de que se lo llevara la funeraria .No parecía muerta era una hermosa princesa dormida. Lloro durante varios minutos, hasta que por fin logro hablar entre sollozos.

Andrés: Ángela eres el amor de mi vida, te prometo que descubriré quien es el señor de las sombras y no descansare hasta verlo muerto. Sobre nuestra pequeña voy a hacer lo que nuestras madres dicen, ya te perdí no voy a perder a mi hija también,

Andrés sentía su corazón roto y en lo único que pensaba era en convertirse en un hombre importante para tener el poder suficiente para proteger a su hija y recuperarla. Le dio el último beso en la frente a su difunta mujer y salió.

Andrés informo su decisión a todos y también les informo el nombre que Ángela escogió para su hija (Romina).Se despidió sin mirar atrás y se fue en compañía de su tío Roberto.

Horas después el doctor hizo lo acordado y le informo a Mateo del nacimiento de una hija, en ese momento este se encontraba con Victoria y Dilia, de la emoción las abrazos muy fuertes, entonces Victoria noto sangre en uno de los brazos y le pregunto qué le había pasado, Mateo le dijo que el día anterior se había caído de la moto que manejaba y que seguramente la herida se había abierto de nuevo.

Puerto (Horas después)

José tenía todo listo había hablado con su hermano mayor, que era viudo y diez años atrás perdió a su esposa e hijo en un accidente, su hermano acepto hacer pasar Andrés como un hijo al fin y al cabo eran familia, le daría su apellido y toda su fortuna, ya que su hermano y el no tenían hijos y le parecía injusta la vida que había tenido el muchacho.

Andrés: Tío tu hermano ¿Es un hombre confiable?

José : El es tu tío también, nuestra madre nos crio muy unidos, nos alejamos cuando yo tenía 15 años y mi madre nos revelo el nombre de mi verdadero padre yo vine hasta aquí a conocerlo y acepte quedarme en su casa en calidad de ahijado.

José le conto su historia a su sobrio de la cual lo más importante era que el desgraciado de su abuelo por el miedo al qué dirán nunca lo reconoció a él ni a su hermano como sus hijos, en esa época conocía a su media hermana quien tenía 11 años, al verla tan triste y solitaria pues su madre Murió en el parto, no tuvo corazón para dejarla sola y a merced de ese hombre ambicioso y manipulador.

Andrés: Tío por el afán me olvide de despedirme de mi primo Alan,es el único pariente que me queda por parte de mi padre, habíamos quedado en trabajar los terrenos que mi abuelo nos dejó, lo último que le dije ,es que mi madre me regalo una finca para esconderme con Ángela y que esperábamos nuestro primer hijo.

Roberto: Eso no será posible, llamare a informarle de tu fallecimiento, para todos tu manejabas un vehículo a alta velocidad y tuviste un accidente, como resultado Ángela y tu murieron. A partir de hoy no existes, además te lo he dicho varias veces ese muchacho no es lo que parece, te tiene envidia, pero tu confías ciegamente en él.

Andrés: Si de envidia hablamos, tu sobrinito Mateo me odia, le dijo a medio pueblo que yo soy tu hijo y que he tratado de seducir a Gabriel que es mi madre.

José: ### Hijo, tú hermano no sabe la verdad, es normal que sienta celos de ti .Ante sus ojos tu eres un desconocido por el que su madre siente aprecio.

Andrés: Tu como siempre defendiendo a tu sobrino el inútil.

José: ### Esta conversación termina aquí, el barco está llegando al puerto. Buen viaje hijo recuerda que te amo.

Aunque José nunca formo una familia y tenía dos sobrinos, Andrés era como su hijo, haría lo que fuera por él, por su hermana y por Romina su nueva familia.

Ciudad Y

Juan a pesar de llevar tantos años solo al escuchar la historia de Andrés, sintió un deseo de protegerlo y lo más importante de José le pido el favor a Juan de programar una cirugía plástica en el rostro para Andrés la siguiente semana, en la cual el cirujano que era un amigo de confianza, cambiaría sus rasgos faciales para hacerlo más parecido a Juan y que la historia sea creíble para los conocidos más cercanos, pues nunca falta el chismoso que le guste averiguar lo que no debe.