Matteo

Matteo.

Soy Matteo lombardo, tengo 30 años, soy un poderoso CEO y un hombre de negocios, dueño de antros y hoteles, soy implacable, puedo ser muy frío y muy severo con mis enemigos, pero tengo una debilidad, es rubia, ojos azules y tiene 17 años, me enloquece cada vez que puede, me cela hasta de las nubes y solo un momento en el que esté molesta conmigo basta para que mi día se arruine, puedo soportar perder millones, que un negocio me salga mal, hasta perder un buen cliente, pero no tolero que mi bebé se moleste conmigo.

Isabel Ferraro es la chica más dulce, inteligente y decidida que conozco, la conocí cuando apenas cumplía 16 añitos, yo iba por un pastel para mi madre y ella se antojó del mismo pastel que yo aún recuerdo cómo se me plantó en frente y me dijo.

* Oye tu anciano, yo voy ese pastel primero y lo voy a llevar*

* Mira mocosa, insolente, ese pastel se irá conmigo, así no quieras* le dije tratando de intimidarla. Se acercó al vendedor y le pidió por favor que le pusiera ese pastel para llevar.

* podrías ser tan amable de darme ese pastel* dijo con una voz tan tierna, pero yo había pedido el pastel primero.

* Señorita, lo lamento, pero el señor lo encargo primero, pero tenemos otros, no son tan grandes ni con ese color, pero son deliciosos* dijo y ella hizo un hermoso puchero que me robó el aliento, su cara era tan adorable que un idiota se le acercó y le pregunto.

* señorita porque tan hermoso ángel tiene esa carita de tristeza* era un idiota como de 25 años todo fanfarrón.

* Es que hoy cumplo dieciséis años y quería un pastel tan hermoso como yo, soy trilliza y cada uno de mis hermanos consiguió un pastel que lo identifica y ese grita mi nombre a voces, tendré que comprar uno cualquiera del montón* dijo y el imbécil muy coqueto le contestó

* Dieciséis añitos, juraba que tenías veinte* dijo para alagarla, pero tenía razón, su cara y cuerpo gritaban más edad.

* Hagamos una cosa si vienes conmigo te llevo con un amigo que tiene una pastelería y le pido el pastel que desees y con cada una de tus exigencias* dijo y no aguanté mis alarmas se activaron, esa chiquita había hecho que sintiera rabia y celos.

* Discúlpame cariño, ya compré tu pastel, nos vamos* le dije y me miró confundida, aunque por su cara tampoco quería irse con ese idiota.

* está bien, vámonos, gracias, señor, pero ya me compraron el pastel adiós* dijo con una hermosa sonrisa, una vez lejos del idiota me miró y dijo.

* Gracias por sacármelo de encima, ahora si iré a otra parte a comprar mi pastel* trató de salir, pero la tomé de la mano.

* Hey, pequeña, por qué te vas, lo que dije es cierto, el pastel es tuyo* dije y arrugó su hermoso rostro con incredulidad.

* de verdad es para mí* preguntó emocionada.

* si mira aquí está* le enseñé el pastel que uno de mis hombres traía y ella de la nada me abrazo, yo quedé sorprendido, pero su aroma me envolvió por completo, quedé atrapado por esa hermosa niña mía por cierto.

* En serio, gracias, pero y el pastel para tu novia* dijo y sonreí divertido.

* No es para mi novia, es para mi madre, pero puedo comprarle otro* dijo con una sonrisa de lado.

* Bueno, entonces yo te ayudo a buscarlo, te parece, por cierto soy Isabel, es un placer y perdón por decirte anciano* dijo apenada y eso la hizo ver más linda.

* descuida no pasa nada y el placer es todo mío soy Matteo lombardo, bueno vamos por el pastel para mamá* entramos de nuevo a la pastelería y ella comenzó a preguntarme sobre mamá y sobre sus gustos luego halló un pastel perfecto para ella.

El sujeto que se le había acercado lo volvió a hacer para coquetearle y le pregunto si hermano era celoso o sea yo y le estaba pidiendo su número, entonces mi niña hizo algo que me sorprendió se dirigió a mí que no estaba muy lejos y me dio un beso en los labios algo muy torpe pero delicioso.

 Luego me acerco al sujeto y dijo muy tranquila.

* este hermoso es mi novio, no mi hermano* el hombre se disculpó y con cara molesta se retiró del lugar, luego ella se echó a reír y eso me terminó de enamorar de ella.

* lo siento sí, pero estaba muy intenso ya, ahora si me voy a casa* trato de ir hacia su pastel y la detuve de la cintura.

* usted señorita no se irá así nada más, necesito desde su número hasta su última red social* dije y ella sonrió.

* por qué un hombre tan guapo querría la información de una mocosa* dijo y negué con mi cabeza.

* tú no eres ninguna mocosa, eres una jovencita muy hermosa* ese día la llevé al centro comercial y le regalé una hermosa cadena con un diamante tan azul como sus ojos.

También le regalé un hermoso vestido para que lo luciera en su fiesta, la lleve a su casa o bueno lo más cerca que pude y después de ese día comencé a esperarla para verla y salir con ella, la buscaba en su preparatoria y poco a poco se dio este amor entre nosotros, todos mis hombres y allegados se sorprendieron al verme salir con una colegiala está chiquilla domaba todo mi carácter y es la única que se atreve a colgarme el teléfono, mi mejor amigo Adrián Salvatore es mi mejor amigo y mano derecha tiene 25 años y para su muy corta edad es un hombre muy centrado, también es dueño de varias empresas y es mi socio en muchos negocios.

Mi amigo perdió a su hermana menor cuando tan solo ella tenía 16 añitos se negó a recurrir a alguien para contarle que padecía de trastorno alimenticio, ella se obsesionó con su peso y se veía gorda, se indica el vómito y trato varias veces de suicidarse hasta que su cuerpo no soporto más y murió.

Adrian Salvatore.

Mi amigo vivía ocupado en sus negocios y jamás se imaginó que su hermana tuviese ese problema, cuando se enteraron no había remedio y la joven falleció era muy hermosa y me decía tío, por esa razón ayudo a Katrina y a Esmeralda quienes sufren grandes enfermedades me he ocupado de cada consulta y tratamiento, no le he dicho a mi bebé para que no sufra y porque también les prometí no hacerlo, pero siento mucho que Katrina vaya a morir y lo hará, ya que se rehúsa a un tratamiento, estás jovenes sufren tanto y con tan poca edad.

Mi amigo Adrián decidió ayudarme también con estas chicas, al parecer tiene cierto apego con Esme por la muerte de Adri su hermana pequeña, desde su muerte cambió y sé que se culpa por no haberla ayudado, él es mi mejor amigo y verlo sufrir por Esme y Katrina me duele también, quiero hablar con los padres de mi bebé, pero ella no quiere hasta que cumpla su mayoría de edad y no falta mucho, soy un hombre acostumbrado a mujeres de todos los tipos, pero la pequeña Isabel a hecho de mí un monje que espera por su pequeña.

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