Vicky no es su hija...

Los vecinos oyeron los gritos y fueron en ayuda de Socorro...

No dejes que te maltraten así, ¿por qué lo permites?, algún día te puede matar, y después ya no habrá nada más qué hacer...

Lo sé, Socorro se levantó con ayuda de Martha, su vecina, pero ¿qué puedo hacer?, es mi marido y tengo que estar con él en las buenas y las malas...

No sé para qué te ayudo si tú no quieres salir del agujero...

No es tan fácil dejar a mi esposo, ¿a dónde puedo ir?, no tengo a nadie en el mundo...

Que yo recuerde tienes tres hijos, ¿no?

Como si no los tuviera, ellos me han abandonado no quieren saber nada de mí... Dijo Socorro haciéndose la víctima...

Ay Socorro, ¿qué te puedo decir?, cría cuervos y te sacarán los ojos... ¿Estás consciente de eso verdad?

Yo les di todo mi amor, y mira cómo se han portado conmigo, ninguno quiere saber nada de mí...

Desgraciadamente, hay hijos así, ¿por qué no los buscas, y les pides que te ayuden?

No quiero causar lástima, ellos están felices lejos de mí... Socorro se puso a llorar, pero los que de verdad la conocían sabían que eran lágrimas de cocodrilo...

Yuri iba mejorando, cuando despertó tenía un fuerte dolor de cabeza...

Ay, ¿que me pasó?, me duele la cabeza...

Qué bueno que despertaste hija, ¿cómo te sientes?

Mamá, no sé quién tiró la cáscara ahí en el suelo, no la vi...

Bueno, hija, ya pasó, afortunadamente no pasó a mayores. Yuri, tengo que decirte algo muy importante, quiero que sepas que tú eres mi niña consentida.

¿Qué traes, mamá?...

Hija, cuando fui a dar a luz, en el hospital cambiaron a las bebés...

¿De qué hablas?, ¿a qué bebés te refieres?

Una de esas eres tú, te cambiaron al nacer, tú no eres mi hija biológica, pero te quiero igual que si lo fueras...

Yuri no supo que decir, entonces, ¿quiénes son mis padres verdaderos?

En eso entró Vicky, mis padres son los tuyos y los tuyos son míos...

Yuri observó a Vicky unos instantes, tu eres...

Victoria, para servir a Dios... Yo soy la otra bebé que cambiaron...

¿O sea que tú eres yo y viceversa?

Sí...

Entonces, quiero conocerlos, saber de dónde vengo, cómo es mi familia verdadera... Yuri tenía lágrimas en los ojos, ¿me abandonarás, madre?

Claro que no hija, a pesar de todo tú eres mi hija, jamás te abandonaré, yo quisiera que las dos vivieran conmigo...

Por mí encantada, pero quiero conocer a mis verdaderos padres, volvió a decir...

Yo te aconsejaría que mejor no los conocieras, no son buenas personas...

Así estás bien, a, y tenemos dos hermanos... Digo tenemos, porque yo me considero su hermana...

Qué padre, siempre quise tener hermanos, ¿cuándo los podré conocer?

En cuanto salgas de aquí, y ahora descansa, nuestra madre y yo vamos a comer, al rato regresamos...

Se te llena la boca de decir "nuestra madre", jajajá... Yuri bromeaba con Vicky.

Se siente bonito tener una madre que te quiera... Vicky se sentía nostálgica...

Elisa apuró a Vicky para ir a comer...

Ándale hija, vámonos...

Elisa y Vicky fueron a comer, Yuri también comería en el hospital...

Alfonso ya las estaba esperando, Vicky y él habían quedado en comer juntos, hola amor, ¿te molesta que venga mi mamá?

Por supuesto que no, yo solo quiero verte feliz...

Maricela no se cansaba de perseguir a Alfonso...

Bueno, quién habla, Mauricio estaba borracho y contestó el teléfono...

Señor, se acuerda de mí, soy Maricela, le llamo para darle la dirección de dónde está Vicky en este instante, si se da prisa puede que la vea...

Maricela cortó la llamada después de mandarle la ubicación a Mauricio...

El hombre salió hecho una fiera, tomó un taxi y fue directo hacia donde le había dicho Maricela...

El taxista no lo quería levantar por su avanzada borrachera, pero Mauricio lo amenazó con golpearlo...

Así llegó a su destino, pagó y salió como bólido...

Al ver a Vicky al lado de Alfonso le hirvió la sangre... ¡¿de manera que aquí estás escuincla babosa?!

Mauricio tomó a Vicky de las greñas y casi la tumba de la silla, Alfonso, en vez de ayudar a Vicky se estático viendo al señor con la cara de terror...

En cambio, Elisa se paró inmediatamente y soltó a Vicky del agarre de Mauricio... Déjela, no está sola, ¡¿qué le pasa?!

Fue hasta ese entonces que Mauricio reparó en la señora, ¿usted quién es?, no se meta en lo que no le importa...

Los meseros, al ver la discusión hablaron a seguridad...

Le parece adecuada la manera de tratar a una mujer, y por si fuera poco es una niña, además está usted tomado, Elisa se puso bien brava...

Sí, estoy tomando y que, ¿a poco usted me está pagando la bebida? Y ya le dije que no se meta, es mi hija y yo puedo hacer con mi hija lo que me dé mi gana...

Siento contradecirlo señor, pero Vicky no es su hija, o se va en este momento o llamo a la policía...

Está usted loca señora, ella es mi hija, ¿cree que no la voy a conocer?

No voy a entrar en detalles, Vicky no es su hija, váyase haciendo a la idea, así que largo de aquí...

Los de seguridad tomaron a Mauricio de los brazos y lo sacaron a la fuerza...

Luego se acercaron con Elisa, usted disculpe señora...

¿Cómo es posible que dejen entrar a esa clase de personas?, ¿no lo vio como estaba?, ¿por qué lo dejaron entrar?

Tiene razón de señora, fue un descuido discúlpenos...

Está bien, tráiganos la orden por favor...

Elisa no dijo nada pero pensaba que Alfonso no merecía a Vicky, no se atrevió a defenderla del viejo borracho...

Sus pensamientos se quedaron en el aire, ella no era quién para juzgar a Alfonso, Vicky era la buena, la que debía decidir si quedarse con él o mandarlo a la goma...

Mauricio llegó a su casa hecho una fiera si ya de por sí estaba borracho, ¡Socorro!, ¿dónde estás?

Mauricio, ¿qué te pasa, por qué vienes así?

Por toda respuesta le aventó un golpe en la cara con el puño cerrado...

Eres una desgraciada, una zorra, ¿por qué no me dijiste que Vicky no era mi hija?

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