No puedo irme con las manos vacías

Al llegar al pueblo de Fausto él los guío hasta su casa y les presento a su familia.

- Fausto, tengo toda mi vida conociendote y nunca me habías presentado a tu familia. Dijo Jay

- lo siento joven Jay, pensé que no era importante.

- tranquilo, vayamos dónde la joven que me hablaste.

Fausto lo llevo a una casa humilde, habían niños jugando a la rayuela y otros saltando la cuerda.

Jay y los chicos se quedaron afuera de la casa, mientras que Fausto hablaba con la madre de la joven.

- se vee divertido. Dijo Claire sonriendo

- ¿quieren jugar? Pregunto una niña

- no gracias, será después, vinimos a visitar a una amiga

- ¿vinieron a ver a Lina?

- si, ¿la conoces? Pregunto Jay

- todos aquí la conocen, ella está un poco enferma, antes jugábamos mucho, pero ahora ella no puede.

- está bien, nuestra visita es para que ella mejore.

- ¿la van a sanar?

- veremos que hacemos por ella.

Fausto salió y les dijo a los chicos que pasarán.

- Buenas tardes señora. Dijeron los tres

- buenas tardes. Respondió la señora amablemente

 Pasen, pasen, ¿desean algo de tomar?

- no gracias

- Lina, tienes visita

- ¿quien es mamá?

- son unos amigos del señor Fausto

Lina los miro y les sonrió

Jay se acercó a ella y se la quedó viendo a los ojos

Lina empezó a meserce y a meserce, de repente dejo de hacerlo y empezó a temblar y a gritar.

- ahí está mamá, ahí está

Jay miro en dónde ella señalaba y vio que era lo que ella estaba viendo.

- salgan todos, déjenme solo con ella

- pero joven, cuando le da la crisis saca fuerzas dónde no la tiene.

- mamá mamá, no te vayas. Decía Lina jalandose el cabello

- tranquila cariño, no te dejare.

De repente Lina empezó a reír frenéticamente

- ¿la han llevado a una iglesia o algo así? Pregunto Jay reparándo a Lina

- lo hemos echo, pero el sacerdote dice que no puede hacer nada por ella, que la llevemos a un psicólogo

- ya veo, ¿porque no han acudido a un pastor?

- no pertenecemos a esa religión.

- ¿qué importa la religión?, si les cierran las puertas en un lugar, deberían de acudir a otro, si el sacerdote de su iglesia no quiso o no pudo ayudarla, es porque no está preparado o porque tiene miedo de lo que tiene su hija.

- ¿que tiene mi hija?

- alguien quiere volverla loca y que se suicide

- míralo ahí mamá, se está riendo, no estoy loca

Lina se calmo y los ojos se le voltearon, Jay sonrió y ella con una voz grave dijo

- Mamá, mamá, mamita

- Dije que salgan, sin importar lo que escuchen no entren hasta que yo diga. Ordenó Jay

Todos salieron, la madre de Lina estaba preocupada, pero Fausto la estaba tranquilizando

Jay se sentó a lado de ella y le dijo

- ¿qué quieres de ella?

Lina se lo quedó viendo y empezó a babearse

- ella es fuerte, se te ha sido difícil llevártela, ¿quién quiere que le hagas daño?

El espíritu dentro de Lina empezó a reír

- ¿quién eres tú? Pregunto

Jay reconoció esa voz y la entidad dentro de él se hizo presente

Los ojos le empezaron a brillar y llamo a esa entidad por su nombre, el demonio quedó asombrado y le dijo

- tú no puedes sacarme de aquí, un demonio no puede echar otro demonio. Dijo él riendo

- tu nivel es bajo, claro que puedo echarte, pero no lo haré, tú te irás por tu propia cuenta. Dijo Jay

- no me iré, a ella me la han dado, no puedo irme con las manos vacías

- no he dicho que te irás con las manos vacías, ¿por qué no te llevas a quien te invoco?

- quién me invoco ya pertenece a nosotros, ¿porque no quedarme aquí?

- está joven es muy querida por todos, ellos te harán la lucha y no ganarás nada

- no podrán conmigo, creen más en mí que en su propio Dios. Dijo riendo

- creo que te pasará lo mismo que me pasó a mi, la misma persona que me invoco, la misma persona que ayude, fue quien me destruyó, ahora vivo dentro de este chico.

Me iré de aquí pero mañana volveré y espero no volver a verte en esta joven, sabes que pierdes tu tiempo. Dijo Jay caminando hacia la puerta

- espera, ¿porque dices que ella me dará batalla?

- te vees cansado, ella te vencerá, es un alma buena, no veo malicia en ella, no nos pertenece. Dijo Jay

- estoy haciendo que se cansé, antes ella era hermosa ahora mira lo miserable que es, estos humanos son más crueles que nosotros.

Jay se echo a reír

- no te la llevaras, le diré a su familia que busquen un pastor que pueda expulsarte, porque si vengo yo nuevamente, desearas no haberte cruzado en mi camino, sé que no puedes regresar sin un alma, pero ¿porque no te llevas la otra?

- esa chica está trabajando para nosotros, mis superiores no me lo van a permitir, haré que está chica se vuelva loca y se suicide, así pertenecerá a nosotros.

- bien, después no digas que no te lo advertí, no vendré mañana, estaré preguntándole a la persona que me trajo por la salud de la chica, suerte con lo que estás haciendo.

Jay abrió la puerta y todos entraron

- ¿cómo está la chica?, joven Jay

- ella no está loca y si tiene una entidad que la está molestando, señora, busque un pastor y oren por ella toda esta semana, no dejen de orar y de alabar a Dios, él es el único que puede sacar esa cosa de ella.

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